JiMin
Desperté con un gran dolor de cabeza y con una luz que apuntaba directamente a mi rostro, una luz que no hacía nada más que cegarme. Sin embargo, fue ese fuerte brillo el que me ayudó a reconocer mejor el lugar en donde me encontraba; era la enfermería de la universidad. Deslicé mis manos hacia mi vientre, tocando ligeramente esta zona. No sentí dolor, por lo que un gran alivio llenó todo mi ser. Mi bebé estaba bien, pero no podía decir lo mismo de mi rostro, el cual me dolía horrores.
— Al parecer te golpeó demasiado fuerte. — la voz ya conocida de la enfermera me obligó a reincorporarme. Me levanté de la camilla y toqué ligeramente mi mejilla, sintiendo un gran ardor y dolor que me obligó a alejar mi tacto de inmediato.
— ¿C-cómo llegué aquí? — pregunté a la par que me bajaba de la camilla y buscaba mis pertenencias.
— Un chico te trajo. — habló con indiferencia. No me atreví a preguntar algo más, pues sabía que ese chico era TaeHyung.
— Trata de colocarte hielo en la zona afectada al llegar a casa — volvió a hablar. Asentí y salí de la enfermería. Los pasillos estaban vacíos, por lo que suponía que todos estarían en clases.
Caminé con decisión hasta el salón en el que tendría que entrar y tomar asiento, pero en vez de hacer eso, seguí de frente hasta llegar a los jardines de la universidad. El lugar se veía vacío por lo que me senté en uno de los bancos que se encontraban ahí.
Me disponía a cerrar los ojos y soltar silenciosas lágrimas, pero los pasos y aplausos de alguien me interrumpieron.
— ¡Bravo! — gritó Jackson. Lo último que me faltaba. — La zorra logró quedar como la víctima... — Una sonrisa falsa se instauró en el rostro de Jackson y de inmediato tomó mi muñeca. — Escucha atentamente pequeña zorra — dijo entre dientes. — Mark me dejó sin sexo por un mes... — su rostro se acercó hasta quedar a unos centímetros del mío. Podía sentir el olor a tabaco salir de su boca. Había estado fumando. — así que estaba pensando en recordar los viejos tiempos y volver a romperte el culo como antes, ¿Qué dices? — Negué de inmediato, tratando de aguantar las ganas de llorar. — ¿Por qué no, putita? Si la pasábamos muy bien mientras te la metía una y otra vez.
Volví a negar con un movimiento de cabeza, mientras trataba de alejarme.
— J-Jackson... suéltame, por favor. — susurré al borde de las lágrimas. Él rió sin total humor y volvió a ejercer fuerza.
— No — dijo con simleza.— Quiero hacerlo JiMin y tú siempre ofrecías tu culo para buenas causas.
— Jackson, por favor... — supliqué. Él negó y esta vez tomó mis dos muñecas con la intención de llevarme a otro lado.
Comencé a patalear e incluso a gritar para deshacerme de su agarre, pero nada lo detenía, nada a excepción de...
— ¡Suéltalo, imbécil! — gritó aquella voz que también me era muy conocida. Jackson se detuvo en seco y miró con algo de burla a HoSeok.
— ¿Qué? ¿Quieres hacer un trío? — se burló el rubio que se negaba a dejarme en paz
— ¡Dije que sueltes a JiMin! — ordenó el novio de mi mejor amigo.
— ¿Es enserio? ¿Sigues sin superarlo, HoSeok? — Jackson parecía algo molesto.
Mi confusion fue grande al escuchar aquello, pero no le tomé mucha importancia, pues solo quería librarme de este loco.
— Suéltalo, Jackson o te juro que te arrepentirás. — El semblante de HoSeok era serio y no dejaba de mirar desafiante al que era su compañero de equipo. Jackson bufó y sin esperar otra orden, soltó mi muñeca y desapareció de nuestra vista. Al ya no verlo, me dediqué a acariciar mis muñecas, ya rojas por la presión. — ¿Te encuentras bien?
Levanté la mirada y me encontré con la gran sonrisa de HoSeok. Asentí y volví a bajar la mirada al notar la cercanía que el novio de mi mejor amigo y yo teníamos.
— Me debes una, pequeña zorrita — habló con una voz más profunda. Entrecerré mis ojos y me alejé de inmediato. La sonrisa de HoSeok ya no era tan inocente como antes.
— HoSeok, yo... debo irme — susurré. Traté de pasar por su lado, pero en un ágil movimiento ya me veía sujeto a aquel idiota.
— No te irás de aquí hasta devolverme el favor. — Negué mientras pensaba en una manera de librarme de otro loco.— ¡Quiero una mamada, zorrita!
Su rostro se acercó aun más y por un momento nuestros labios rozaron.
— ¡Alejate! — grité a la par que lo empujaba. — Tú estas con TaeHyung y no... no debes...
— ¡Diablos! — gritó él por igual. — ¿Acaso sigues sin darte cuenta? — negué con algo de confusión. — ¡Eres un pequeña zorra y además un idiota!... No puedo creer que seas tan imbécil como para no darte cuenta que estoy enamorado de ti.
Mis ojos se abrieron en par y tragué grueso antes de desviar la mirada. Estaba ocurriendo algo parecido a lo de TaeMin.
— P-pero Tae... él...
— Él es un pequeño idiota. Es un nerd que para lo único que me sirvió fue para las tareas.— fruncí mi ceño al escuchar todo lo que decia aquel idiota — No puedo creer que seas amigo de un santurron como él. Ni siquiera me permite tocarlo y mucho menos tener sexo con él.
— ¡Él te ama! — le grité. — siempre le gustaste.
— Pero yo no gustaba de él y menos lo amaba. Solo lo utilicé para llegar a ti... pensé que si me hacía novio de ese imbécil, tú regresarías a mí y me pedirías que te follara como nunca.
Abrí mis ojos en par, pero esta vez no fue por el asombro, sino por ver a mi mejor amigo con lágrimas en los ojos. Había escuchado todo.
— TaeHyung — susurré con lástima. HoSeok al parecer me escuchó, pues se volteó y miró a mi mejor amigo.
— ¿Qué haces aquí, imbécil? — lo dijo con cierto fastidio en sus palabras. TaeHyung no dejaba de llorar mientras me veía de reojo.
— Yo... yo... ¡Tú eres un idiota! — gritó, dirigiéndose obviamente al que era su novio. HoSeok solo rio y me miró de reojo.
— He escuchado mejores insultos que ese, Tae. — dijo con clara burla. TaeHyung solo bajó la mirada y comenzó a jugar con el borde de su polera. HoSeok soltó una carcajada, no sin antes detenerse al lado de Tae.— Hubiéramos logrado tener algo, bebé, pero eras un asqueroso nerd que ni siquiera se dejaba tocar.
HoSeok me guiño un ojo antes de mirar con desprecio a mi mejor amigo y desaparecer de nuestra vista. No esperé mucho y corrí hacia TaeHyung para abrazarlo y consolarlo.
Él no se merecía esto.
— Si-siempre será así... ¿Cierto? — habló entre hipidos.
— No, Tae, él no te merecía... ninguno de esos idiotas te merece. Tú vales mucho más.
TaeHyung negó y siguió apoyándose en mi hombro.
— Siempre se fijarán en ti... siempre en ti. HoSeok te ama a ti y yo solo seré el mejor amigo del chico bonito.
Mucho drama tenía esta historia, bebus :)
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Segunda Oportunidad ❀ Kookmin
Fanfiction❀Kookmin A veces lo único que necesitamos es una segunda oportunidad para hacer las cosas bien, actuar de manera correcta, remediar algún daño o simplemente para mejorar en algún aspecto de nuestra vida. JiMin sabía lo que podía obtener con tan sol...