Segunda Oportunidad ❀ Kookmin

❥ Séptimo capítulo

JiMin

Ya habían transcurrido tres semanas desde aquel encuentro "amoroso" y muchas cosas habían cambiado. La primera semana, JungKook siguió necesitando de mis "servicios", pero a la siguiente hizo todo lo posible por evitarme. No me dolía ni me sorprendía, pues muy en el fondo me lo esperaba.

Suspiré y miré los mimos que se daban la parejita de al lado, que consistía en mi mejor amigo y HoSeok.

— ¿Pueden dejar de comer pan delante de los pobres? — dije algo fastidiado y dándole doble sentido a mis palabras. Ellos se miraron entre sí, sonrieron y volvieron a besarse.—  ¡Oigan! Les dije que dejaran sus co...

Deje de hablar al momento de sentir un sabor asqueroso en mi boca y posteriormente vomitar en medio patio al no poder controlarlo. Abrí mis ojos en par al observar aquel asqueroso fluido en el suelo y al notar que todos a mi alrededor me observaban con burla.

— Y-yo... yo — Miré a HoSeok, quien por cierto también me miraba, pero con cierto asco, y luego a mi mejor amigo, quien parecía más que preocupado. No aguanté más las miradas llenas de asco, ni los murmullos y salí corriendo sin mirar atrás.

Pude escuchar perfectamente las burlas mientras iba corriendo en dirección al baño. Algunas lágrimas amenazaban con salir de mis ojos al escucharlos, pero no les di el gusto hasta llegar a mi destino y encerrarme en un cubículo.

Me arrodillé lentamente y me abracé a mí mismo, mientras soltaba una que otra lágrima. Jamás me había sentido tan humillado como el día de hoy y lo peor de todo era que yo solito ocasioné esto.

— ¿JiMin? Estás aquí, ¿cierto? — Me sorprendí al escuchar a JungKook, pero luego me di cuenta que él era igual que los demás y que de seguro estaba aquí para burlarse.— JiMin... sé que estás ahí ¿Es cierto que vomitaste en medio del patio? — Al parecer las noticias volaban muy rápido y tratándose de mí, no debería sorprenderme.— Ji Min, hablemos...

Iba a mandarlo a la mismísima mierda, cuando otro sabor más agrio se instaló en mi paladar, obligándome así a inclinar mi cabeza en el inodoro y vomitar nuevamente.

— JiMin ¿Estás bien?... déjame entrar.

Ignoré totalmente sus palabras, concentrándome totalmente en vaciar mi estómago. Podía escuchar alguno que otro grito de JungKook, pero poco me importaba.

Al terminar, comencé a llorar y de nuevo escuche a JungKook.

— JiMin, tenemos que hablar. — esta vez si sonó más autoritario.

— ¡Lárgate! — grité, mientras abrazaba mis rodillas. — ¡No te quiero volver a ver!

— JiMin, estoy preocupado por...

— ¿Por mí? — solte una pequeña risa. — eso debiste de decirme cuando te alejaste de mí.

— ¡Mierda! Necesitamos hablar. — gritó a la par que golpeaba la puerta. — Tragué grueso y lo ignoré.— Está bien, al parecer ya tomaste una decisión. Eso es lo que me pasa al preocuparme por una puta como tú. — fue lo último que dijo, antes de que escuchara sus pasos cada vez más lejanos.

Pensé que ya se había ido, por lo que retire el seguro y salí. Me dirigí al lavamanos y maldije internamente a JungKook por seguir ahí, de pie.