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Annett estaba en su cama, estaba acostada con los ojos abiertos, sus padres estuvieron ahí con ella, Annett les dijo algo que no alcanzé a escuchar y los padres salieron fuera de la habitación, y me quedé sola con Annett.

-Hola - le dije.
-Hola Daicy - dijo quedito y muy apenas -¿me tocas la canción?, es el momento.
-Sí - contesté a punto de llorar.

Le dí un beso en el cachete y por último le dije

-Te quiero demasiado, y pase lo que pase siempre estarás en mi corazón.

Me dirigí al piano y empezé a tocar la canción, mientras lo hacía Annett sonreía, empezaron a salir las lágrimas y de nuevo empecé a recordar todo lo que había vivido con Annett, la ví y me estaba mirando con una sonrisa y yo se la devolví, y pude leer de sus labios la palabra "gracias", cuando terminé la canción , vi que Annett ya no se movía y me eché en llanto.

-¡NO ANNETT!, no ...me...dejes - dije gritando y agarrandola de sus brazos - por .....fa...vor , tu no te vayas, por favor.

En ese momento entraron los papá de Annett y la mamá empezó a llorar.
-Annett, hija - dijo en llanto.

La seguí abrazando, ella tenía sus ojos cerrados y ya nunca los abriría, ya nunca me hablaría y me contaría sus anécdotas, ya no le leería más lecturas de Lógica, Annett logró lo que quería :cumplió su sueño, tocar frente a un auditorio.

Sin duda era una de las cosas que no quería que pasara, todavía no aceptaba que Annett estuviera muerta. Al poco rato los papás se retiraron de la habitación, yo me quedé ahí sentada viendo el cuerpo de Annett, se notaba tranquila, cumplí mi promesa de tocarle su canción, y de eso me sentía muy satisfecha, pero ya todo acabó.
Todo principio tiene un final , y ése final ya había llegado.

En la noche fué su funeral, el féretro era blanco, no me atreví a verla hasta después de unas horas que me acerqué a ella.
Tenía el vestido que usó en su presentación de piano, me invadió la nostalgia y solté unas cuantas lágrimas.
Cuando volteo, veo a mi padre , y voy y lo abrazo como nunca lo había hecho.

-Hija,  cuanto lo siento.
-Papá, la voy...a..extrañar - dije en llanto.
-Tranquila hija, te comprendo.
-Gracias papá - dije calmandome un poco.
-Te perdono hija, te perdono.
-Gracias papá.

Después del funeral , ya no trabajé con los Williams, solo fui a recoger mis maletas y darle las gracias , porque me dieron la oportunidad de conocer a Annett. Desde entonces me fui a vivir con mi padre, pero cada noche recordaba a Annett, y me echaba a llorar. Comprendí algo :  nada ni nadie es para siempre, me di cuenta que debemos estar concientes de qué cosas hacemos y decimos a personas que realmente queremos, porque no sabemos si un día están o no.
Annett ya no está conmigo y eso todavía lo estoy asimilando, pero sé que un día recordaré  a Annett no con nostalgia, sino como alguien quien luchó hasta el final de sus días.....

Un Sueño CumplidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora