Quería escribir para desahogarme, sangrar para olvidar y sentir lo que escribo, he pensado en escribir lo bonito de vivir, o sueños preciosos, pero la verdad sólo se me ocurren pesadillas, tan vez sea porque mi alma está arrugada y no es precisamente por los años, si no por el mal uso que le he dado yo, y otros. Arrugándola y tirándola como tal hoja de papel, clavándole astillas que dejan cicatrices permanentes, que tal vez se curan, pero quedan en la memoria. Está destrozada, cansada, llorando quejosa por la falta del corazón bajo mi pecho, pues también han jugado con él, pero supongo que es más débil, y trata de huir de mi cuerpo porque, sinceramente allí sólo sufre y le hacen sufrir. Pobre corazón sin sangre, desangrado de tanto llorar. Pobre alma arrugada, cansada de tanto sufrir. Pobre de mí, que tengo que vivir con migo, y un alma arrugada y un corazón enfermo. Cuesta eso de seguir a flote, e ignorar lo que te enfría, cuesta eso de seguir, y hacer todo los días una visión de lo que tendrías que ser, pero has fracasado en serlo y cuesta querer y poder y no hacerlo, y echar de menos cosas que no has vivido y querer sentir algo que no has sentido. Querer tener un corazón cuando ya tienes uno, odiarte por odiarte por que entregastes tu corazón a alguien quien lo destrozó.
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Pedazos de almas.
PoesíaMi alma está rota, aquí están plasmados sus pedazos, todos mis ideales, y por supuesto mis secretos. Antes de leer, me gustaría que te plantearas si de verdad quieres entrar en el desordenado lugar que es mi mente, ¿Estás seguro? Bueno, allá cada un...
