Pedazos de almas.

Un amor perdido.

Mi imperio ha caído, como diría un buen rey, me rindo. Tantas batallas perdidas llevan consigo a la destrucción. Que tal, si me construyes, si vuelves a pegar todo esos trocitos que están desperdigados por el suelo, que tal si lo haces, y luego tú te rompes y así puedo devolverle el favor. Que demonios, yo te reconstruiría aunque no me quedara nada, sólo por el simple hecho de que, maldita sea, si tu te rompes yo no podré salir de nada, y un simple resfriado me mataría. La cuestión es que sigo estando rota, y tú, tú estás bien, sonriendo como solias hacerlo. Estas tan tranquilo con mi corazón en mano, egoísta, estúpido egoísta, tenías tu corazón, y tuviste que arrancarme el mío a pedazos porque lo querías, pues ahí lo tienes, y se está pudriendo, lo veo sufrir en tu mano, pero no puedo hacer nada. Tú y yo no hablamos desde que nuestros labios no se sonrien, y no se como decirte que me falta la parte que me quitaste, que no puedo vivir y me está matando. Probablemente no te importe, es razonable, soy solo una porción de recuerdo que ahora ocupa otra persona. No nos miramos desde que nuestros ojos dejaron de besarse, y que lastima eso, porque creo que también te llevaste mi brillo, y de verdad que lo veo egoísta, porque tú sigues siendo igual, tienes mis posesiones guardadas, no se ven. La falta de ellas me hacen parecer vacía, creo que eso te gusta. Creía que podrías levantarme, ya sabes, que fuéramos nosotros, que fuéramos felices y que yo tuviera también tu corazón, por eso de que el amor no es egoísta, pero creo que las cosas han cambiado, y está claro que lo han echo, porque antes tu me sonreias, y ahora me rompes.