La Ultima De Los Steven

Capitulo Veintisiete: Siempre se mete en problemas.

Capitulo Veintiséis: Siempre se mete en problemas.

London.

Vi a Becca correr desesperada en dirección a papá, algo anda mal. ¿Y Alex?

—¡Señor Steven Alex cayó en un barranco! —¿Qué? Papá al igual que yo y los demás soltamos todo y corrimos tras de Becca en dirección, está todo muy obscuro y no veo nada. —Por aquí. —No debí dejarla sola, no debí. —Aquí. —No hay nadie.

—¿Estas segura Becca? —Le grite, estoy alterado, por esto Alex no quería venir, odia acampar.

—Si, Tyler bajo a ayudarla. —Bueno no está sola.

—Ok no hay que alarmarnos, no está sola, seguro caminaron por la orilla en busca de algo por donde subir.—Tranquilo London, son inteligentes, algo se les ocurrirá.—Ok, Evan y Luis intenten bajar por aquí y sigan el camino, Evan y Rene vuelvan con las chicas al campamento por si vuelven, papá, Louis y yo caminaremos por la orilla igual pero por arriba y Liam, Simón y Tommy vallan a la entrada e informen una desaparición en la caseta. ¿Todos tiene sus radios? —Me los mostraron. —Andando.

...

Ya han pasado dos horas y ni rastros de ellos. Ni pisadas, nada.

—Tranquilízate hijo, Alex es inteligente y Tyler la va a proteger, estarán bien. —Ni siquiera papá se la cree. Tengo un mal presentimiento.

La desesperación me está ganando, ya ha amanecido y no hay rastro de ellos, tuvimos que volver al campamento, pero fue en contra de mi voluntad, pero papá tiene razón, es hora de llamar a más ayuda.

Alex.

Ya amaneció y ya esto comienza a preocuparme.

—Tengo hambre.

—Yo igual. —Mi espalda a escuchado perfectamente su estómago gruñir.

—¿Porque no eres como uno de esos chicos de las películas que cazan algún conejo o ardilla para comer? —Su risa matutina es linda.

—Porque aquí está prohibida la caza Alex.

—Pretextos, no sabes cazar.

—También, pero te tengo malas noticias. —Me gire a verle. —Tenemos que seguir caminando.

—No, mi pie se hincho mucho. —Ambos lo miramos y está ya morado.

—Un médico tiene que revisar con urgencia eso, vamos. —Me separe de el para que se levantara y me ayudara a mí, apago muy bien la fogata y me subió a su espalda.

—Estoy aburrida.

—Entiende la televisión. —Precio en uno de sus ojos. —Y en el noticiero de hoy, dos chicos de la preparatoria Morrison se han extraviado en el cañón verde, pedimos la ayuda de la comunidad que lance comida desde el cielo por todas partes. ¿Alguna petición señorita? —Pensé unos segundos.

—Huevos batidos y tocino en trozos.

—Con un jugo de naranja recién exprimido y unas tostadas francesas con mermelada. —Entre más habla de comida más hambre me da.

—Cambio de canal. —Giré su oreja.

—Y esto es MTV ya sabes la terrible noticia de la nueva estrella de R5, esta extraviada en el Bosque junto a un sexi chico. ¿Veamos que piensa Max de esto? —Es un idiota. —Matare al hijo de puta que le ponga las manos encima a mi chica.

—Max no diría eso. —De la risa me duele más el estómago.

—Haber sabelotodo, que diría Max.

—Diría, en primera Alexandra y yo no tenemos una relación y en segunda se ofrecería a ayudar en la búsqueda.

—¿No estas saliendo de nuevo con él? —Negué. —Creí que sí. —Por un rato caminamos en silencio.

—Muero de hambre Tyler. —Me deje caer sobre el camino, al igual que Ty. El dolor de mi tobillo es demasiado y el de cabeza igual. —Tengo tanta hambre que mi mente me hace recordar el olor a hamburguesas.

—Pues están en sintonía nuestras mentes ya que yo igual, a deliciosas hamburguesas. —Moriremos de hambre.

—¡Ahhh! —No a levantamos de golpe al escuchar ese grito.

—Si huele a hamburguesa. —Dije, Tyler se levantó de golpe y me ayudo a mí. —¿Es música? —Me confirmo las notas al subir el volumen a un nivel mayor.

—Vamos. —Tomo mi mano y caminamos lo más deprisa que pude, los árboles terminaron y llegamos a la orilla del río donde un grupo de chicos está pasando súper bien. —Comida. —La primera en vernos fue una rubia que llamo a otro chico.

—Benny, mirad. —Su acento es raro. El castaño se giró y sus ojos son azul tan claro como el cielo.

—¿Los podemos ayudar? —Por fin un americano. —¿Están perdidos?

—Si, mi nombre es Tyler y ella es Alex. —No puedo quitar la vista de esas deliciosas carnes en el asador. —Desde ayer nos perdimos, y ella esta lastimada. —Miraron mi tobillo y al parecer ya está más mal de lo que pensé ya que dos chicos inmediatamente me ofrecieron una silla y otro puso hielo en mi pie.

—¿Desde cuándo están perdidos? —Una chica se acercó a mí con una toalla mojada y me la tendió para limpiarme.

—Ayer por la noche y muero de hambre y sed. —Inmediatamente nos dieron una hamburguesa y una botella de refresco los cuales devoramos.

—Perdón si te molesto, pero yo te he visto antes. —Una rojiza de acercó a mi intentando verme la cara. —Tu saliste hace unas semanas por televisión cantando a lado de R5 ¿No? —No puedo creer que cubierta de tierra y siendo un desastre me haya reconocido.

—Eres famosa hermosa. —Dijo Tyler sintiéndose orgulloso.

Después de comerme dos enormes delicias con mostaza entre un poco al agua, mi pie lo va a agradecer, aunque en estos momentos me preocupa más mi papá, mis hermanos. ¿Que estará pasando por sus mentes justo ahora?

Liam.

Ya han pasado muchas horas y no sabemos nada, se supone que esto no debía pasar. ¿Dónde estás Alex? Solo espero que estés bien.
—Recibamos una llamada de unos chicos del otro lado del cañón que reportan encontrar a dos chicos con las descripciones de su hija y el amigo. —Dijo uno de los guarda bosques a papá al cual le han devuelto el alma al cuerpo. —Lamentablemente el camino a esta hora ya está bajo el agua y no bajara hasta mañana por la mañana.

—¿No hay otro camino a ese punto? —Pregunto London desesperado.

—No, es una de las partes más profundas del bosque que solo se llega con un guía. —Maldición. —Los chicos nos han dicho que ellos no se moverán del campamento y los mantendrán a salvo, así que ya no hay de qué preocuparse. —No estaré tranquilo hasta que esa enana no esté aquí de nuevo.

—No me extraña que este bien. —Se acerco a mi Madison. —Si hay alguien que sabe mantenerse fuerte, es Alex. Y al lado de Tyler nada puede lastimarla.

—Si, eso creó. —Quito mis manos de mis piernas y se sentó en ellas para verme directo a la cara.

—Ya deja de preocuparte tanto por ella, es una de las chicas más valientes y fuertes que conozco, nada puede detenerla.

—Exacto, es un tornado que no deja de meterse en problemas y luego hay que ayudarla.

—Teóricamente son ustedes quien la meten en problemas y ella soluciona todo, ya era hora de que ella les moviera un poco el mundo y ella sola lo volviera a poner en su lugar. —Ok, si somos nosotros quien la mete en esos líos y quien termina solucionando todo es ella.

—Jamás dejare de preocuparme por ella.

—Y no lo dejaras de hacer, solo que ya tienen que darle su espacio, no será una niña de por vida.

—Lo intentare. —Me sorprendió que me besara, incluso tarde en reaccionar. —Te amo mi niña.