Capitulo Veinte: ¡Ah!
Narra Louis.
El jueves en el entrenamiento me he lastimado el brazo izquierdo y no la lloro tanto como Liam, ¿Por qué a mí no me lastimó una bella chica también?
Escuche la puerta abrirse y me gire a ver quién es.
–¿Qué haces despierto animal? –Trae una sonrisa que dios, digna para una foto.
–Me he lastimado hace unos días y no puedo dormir, deberías prestarme a tu enfermera.
–Sigue soñando, esa enana es solo mía. –Paso de mí y se fue a su habitación, señores esto hombre ya fue domado.
Me quede en silencio solo viendo al televisor apagado, mi sobra se refleja en ella. El sueño me está ganando, ya pasan de medianoche y yo aquí, como perrito sin dueño. Cerré mis ojitos unos segundos, los volví a abrir.
–¡No mames! –Caí al suelo cuando intenté girar detrás mío, en la pantalla se reflejó una mujer detrás de mí. Me asome detrás el sofá y no hay nadie. Me sobre salte de escuchar un ruido en la cocina. –¿Liam? –Es el que se acostumbra a ir a la cocina a medianoche a comer. –¿London? –A paso lento me acerco a la cocina. –¿Luis? –ahí Nanita. –¿Papá? –Entre a la cocina y hay un vaso roto en el piso. –¿Mamá? ¿Abuela? –La televisión se encendió en el canal sin señal, el volumen está en todo lo alto. Corrí hasta la sala y tomé el mando para apagarla y desconectarla.
Me gire a ver toda la sala y parte de la cocina y no hay nadie. La televisión se volvió a encender y salí corriendo de ahí para encerrarme en mi habitación.
Narra Luis.
¿Se han sentido alguna vez vigilados? Pues así me siento en este momento.
–¿Louis si es un puto juego tuyo lo pagaras caro? –Abrí la puerta del baño y no hay nadie, ni en el armario o bajo mi cama, mire por la ventana y no hay nadie, me gire a la cama y está la puerta abierta. Yo la deje con seguro. –¿Louis? –Humo blanco comenzó a entrar a mi habitación y esto no es normal. –¿London? ¿Louis? ¿Liam? ¿Mama? ¿Papa? ¿Abuelita? ¿Alguien? –Una mujer de vestido negro paso por mi puerta con el cabello suelo hasta el piso y rompiendo el humo al caminar. –¡Mamá! –Corrí y cerré la puerta para que no pueda entrar.
Narra London.
–Quien demonios grita tanto? –Abrí la puerta y mala idea mala idea. –¡Ahhh! –Cerré de golpe al ver a una mujer en mi puerta, con el cabello negro hasta el suelo y un vestido negro de época, trae un cofre en sus manos. –No mames. –corrí hasta mi buró donde tome el walkie talkie que tengo con mis hermanos. –¿díganme que no estoy loco?
Louis: ¿Ya la vieron?
Luis: Esta en el pasillo y moje mis pantalones.
Liam: ¿De qué demonios hablan? ¿Porque están entrando huno por debajo de la puerta? ¿Louis intentaste cocinar de nuevo?
–Abre la puerta idiota.
Liam: ¡La brujaaaaaaaa! ¡Es la bruja de la vieja casona! ¡Sabía que era mala idea entrar! ¡Está molesta! ¡Nos va a matar!
–Cállate Liam, tiene que haber una explicación, los fantasmas no existen.
Golpes en mi puerta me hicieron mojar ahora a mis propios pantalones, ¡Papá!
–¡Nos va a matar! –Grite por el radio y de la nada los golpes desaparecieron.
Narra Liam
–Padre nuestro que estas en el cielo, llévate a la bruja al infierno, danos tu señal divina y ya no sé qué más va, perdonadme por no ser muy católico. ¡Ayuda! –Tome mi teléfono para llamar a papá y esta sin señal. La televisión de mi habitación se encendió con el volumen a todo. Cubrí mis oídos hasta que llegue a la conexión y la apague. Mi puerta comenzó a ser golpeada sin piedad.
–Ayuda muchachos, estoy herido.
De la nada los golpes cesaron.
–Hola.
–¡Holly! –Escuché el grito de London y salí yo igual de la habitación y está abrazando a la rubia, corrí y me uní al abrazo.
–¿Que les pasa muchachos? ¿Porque gritan?
–¿Ella ha venido a matarnos? –Mi corazón está muy acelerado y mi pantalón mojado.
–¿Quién quiere matarlos?
–¿La bruja de la mansión? –respondió Louis llegando a nosotros.
–Llévanos contigo Holly. –Dijo Luis también abrazándola.
–¿Dónde esta Alex?
–Se quedo en casa de Becca, ella está bien, pero nosotros no, ayúdanos por favor.
–Ah, ¡ALEXANDRA MIRANDA STEVEN TIRNES TRES PARA SALIR DE DONDE QUIERA QUE ESTES! –Porque grita, si fue la enana la mato. Las luces comenzaron a parpadear y el humo de nuevo se apodero del pasillo perdiendo nuestros pies. –¡Alexandra! –Las luces se apagaron y se volvieron a encender para dejar ver a la misma bruja de la casona en el pasillo sonriente.
–¡Idiotas! –Esa es Alex afuera. –Idiotas olvide mis llaves déjenme entrar.
–Corran afuera todos, corran afuera. No mire atrás, solo corrí lo más rápido que pude para salir y quedarme en media calle.
–¿Que les sucede? Están temblando y los cuatro están mojados. –Mire mi pantalonera y ya la mancha es más grande.
–La bruja, la bruja. –London señalo la ventana y nos observa.
–Yo no veo nada. –¿Esta ciega? –Bola de miedosos, iré a investigar. –Entro a la casa y la bruja desapareció de la ventana, Alex morirá. Holly llamo a papa y en segundos llego, que rápido. Claro le marco Holly porque si somos nosotros tardas horas.
–¿Que sucede amor? –Nos mira a nosotros y luego nuestros pantalones. –¿Debo preguntar?
–Hay un fantasma en la casa y se va a comer a Alex. –Dije asustado.
–¡Ahhhhhhhh! –Escuche el grito de Alex dentro de la casa y papá saco su arma y entró con cautela. Los autos pasan junto a nosotros y nos miran con cara de locos. De la sombre en la puerta salen papá y Alex abrazados del fantasma.
–¿Esto los asusto? –Dijo papá burlándose de nosotros.
–Es mi venganza gusanos, hubieran visto sus caras. –Matare a una enana, los cuatro nos miramos.
–Tras ella. –Dijimos en coro.
–Quietos, se lo merecían por lo que hicieron, no apruebo la forma de venganza de su hermana por lo que también estará castigada, ahora a casa todos y a la cama que mañana hay escuela. El fantasma se quitó la peluca.
–¡Becca! Tenía que ser. –Solté el brazo de Holly y entre a la casa, necesito una ducha.
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La Ultima De Los Steven
HumorPara mi no será nada sencillo llegar a un instituto por el que mis trogloditas hermanos ya hayan pasado. ¿Intituto Morrison del estado de Chicago ? Instituto del terror mejor dicho con los cinco Stiven en el. -Perdón por llegar tarde.-Gracias a Lo...