Capitulo Treinta y Cinco: Becca

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Capitulo Treinta y Cinco: Becca.

—Le vas a romper el corazón a tu papá. —Genial, lo que me faltaba.
—No me tienes que recordar lo que perdería. Lo sé perfectamente. —No pude contener las lágrimas y las solté, no sé cómo London desaprovecho algo como esto, yo no puedo, yo quiero estudiar algo mejor que la universidad local.

—Tranquila, ven aquí. —Me tomo en sus brazos para calmarme, pero me es imposible. No sé qué hacer.

—Tyler no quiero dejarte a ti, ni a mi familia.

—Por mí no te preocupes, puedo solventar cualquier universidad y con el deporte tengo matricula en donde quiera. —Eso sí. —Iría a donde tu valla hermosa.

—¿En verdad harías eso por mí?

—Vendí mi honda. Date una idea. —Y valla que le dolió venderla. —Ir a una universidad lejos de casa me vendría bien. Además, ni loco te dejo irte a otra ciudad para que encuentres un Tyler no tan guapo y me cambies. —Sus celos combinados con su ego al máximo. —Te amo pececito.

—Te amo insecto.

Me llevo a casa en donde están los simios en la alberca tirados, papá y cocinando y Holly tomando el sol. Qué vida la de ellos.

—¿Como les fue? Ya iba a ir a buscarlos. —Papá de celoso. —¿Lloraste Alex? —Negué.

—Ando muy cansado papá, solo eso.

—Bien, quien carne. —Negué y Tyler asintió. Me quite los zapatos y entre al agua, el calor esta insoportable.

La comida fue algo caótica como siempre, pero nada fuera de lo común. Estoy mega cansada que solo deje un beso en los labios de Tyler y fue a mi habitación.

—¿Se puede? —Es papá

—Adelante.

—¿Todo bien hija? —De nuevo esa pregunta.

—Si, ¿porque no lo estaría papá?

—No lo sé, tu dímelo. —Lo miro mal. —Me han llamado de la escuela. —Me quede helada. —Avisándome que mi hija fue seleccionada para una beca muy importante.

—También te avisaron de la de London ¿Cierto? —Asintió.

—Intente convencerlo, pero no lo logre, quería vivir su último año con todos los Steven en el mismo sitio. Ahora ira a la universidad local ya que no puedo pagar una más diga para él. —La mirada de papá es fría, esta triste por no poder pagar algo más para nosotros. Por eso esta beca me es la oportunidad de que el este orgulloso de mi.

—Papá London tiene propuestas de becas, pero no las acepta.

—Por ti. Lo sé. —Mire por la ventana al mayor de mis hermanos, aunque por el momento este molesto conmigo y no me hable me sigue amando demasiado. —No se ira mientras tu estés en Chicago. Siempre ya sido así.

—¿Recuerdas cuando le pedí que sacara los monstruos de mi armario?

—Tomaba la escoba y decía un montón de cosas que nadie entendía. —London es y siempre ha sido el que más me ha cuidado. —Te aseguro estará orgulloso de ti al ver esta beca.

—¿Y tú?

—¿Yo? Amor eres mi orgullo más grande, de los cinco eres la que más me ha dolido ver crecer. La que más me asombra de que se haya convertido en una señorita por si sola. A pesar del papá cavernícola que le toco. —Genial, ahora los dos estamos llorando.

—Eres el mejor papá del mundo. Cinco hijos y jamás se rindió. Creo que ya es momento de que vivas tu vida. —Mire a Holly que esta recargada en la puerta de mi habitación llorando. —Aceptare la beca.

—Esa es mi niña. —Dejo un beso en mi frente y salió. —Que descanses.

—Gracias.

La alarma sonó y es hora de levantarse a desayunar antes del entrenamiento.
Aun ni siquiera sale el sol.

—Buenos días. —Salude a London que está en la cocina comiendo. Que novedad. No recibir respuesta. —Sabes New York es hermoso. Me vendría muy bien alejarme del calor por un rato. —Nada. —Y sus preparatorias son excelentes. Y ni se diga universidades.

—Se que tienes la beca. Felicidades. —Por fin, 6 palabras de don hielo. —Ahora déjame desayunar tranquilo.

—Mira que rechazar una beca como estas es de tontos.

—Pues soy un tonto.

—Un tonto al que amo, y que no puedo permitir que valla a una universidad local solo por pasar más tiempo con su hermana menor. London iré a donde tu valla y sé que New York está interesado en ti y mucho.

—¿Dejarías a Tyler?

—Tyler tiene las posibilidades de entrar a cualquier universidad que quiera, nosotros no. La ira a donde yo valla y yo iré a donde tu valla. Piénsalo. —Frente a él deje la solicitud de beca. Es algo que no puede dejar pasar. —Te veo en la escuela. —Deje a la fuerza un beso en su mejilla.

Comenzó a correr hasta el campo para entrar en calor, soy la única loca corriendo a esta hora, pero es mejor llegar ya lista para jugar. No puedo fallarle a mi equipo ni a mi familia. Este juego se gana sí o sí. Encendí la maquina lanzador y me posicioné, las pelotas salen disparadas a una velocidad impresionante que se me hace difícil darles.

—¿No me digas que la Steven perdió su toque? —Lon. —Recuerda el movimiento de cadera, es importante. —Lo logre. El sol comenzó a salir y somos los únicos locos en el campo.

—Eso me agrada Steven, por lo que veo tienes tu mente clara y decidida. —Llego Beto con el resto del equipo. —A jugar, largo de aquí London, entrenamiento privado.

Es hora de jugar enserio.

La Ultima De Los StevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora