Capitulo Treinta: Te amo Holly.

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Capitulo Treinta: Te amo Holly

Nos salimos a la sala ya que no está bien que estemos solos en mi habitación. Papá al parecer se ha ido ya que lo llame y no responde.

Llamada entrante de London.

—Hola.

—Que bien que respondes, ¿Sabes algo de Tyler? Robo la camioneta y huyo.

—¿Te has robado la camioneta de mis hermanos?

—Taylor me quito mis llaves.

—Aquí.

Fin de llamada de London.

Mire la pantalla de mi teléfono y está muerto. Espero y entendiera que estaba aquí.

Después de ver una película y comer dos bolsas de palomitas Tyler se fue a su casa, por cuestión del partido tendré que llegar más temprano a la escuela mañana así que nos veremos allá.
—¿Te ayudo? —Holly estaba dudosa de si traer ya sus cosas o poco a poco. Pero los chicos fueron los que asaltaron su casa y trajeron cuanto se encontraron.

—Gracias Alex. —Está cambiando las sábanas de la cama de papá, bueno ahora suya. —A tu papá siempre le gusto el aroma de mis sábanas, ahora lo tendrá siempre.

—Aun no comprendo cómo es que aceptaste a un viudo con cinco pesadillas. —Nadie lo entiende.

—Fueron esas pesadillas las que me hicieron fijarme en tu padre. El admirarlo en como saco adelante a cinco hijos solo, que jamás se rindió y que hoy son las personas tan maravillosas, y todo gracias a él. Un hombre correcto y de familia, que sabe que son las cosas importantes de la vida, que sabría cómo cuidar y querer a una mujer. —Wow. —Ver sus intentos por que su padre sea feliz. —De una caja saco un vestido rojo quemado. Eso trae recuerdos.

—¿Conservarte eso?

—Claro, esa cita fue la mejor de mi vida. —Fue un desastre puro. —En ella me hice novia de tu papá.

—Pero fue un caos, se quemó la comida, terminaron mojados, yo arrestada.

—¿Y? Para mí no hubo mejor día. —Doblo el pedazo de tela y metió a un baúl negro lleno de fotos y cartas. —Se que mis padres están orgullosos de mí, aunque no tuve hijos propios sé que están felices de que al final hice mi vida.

—No es tarde aún. —Cerro el baúl de un trancazo y se giró a verme graciosa.

—Ya es muy tarde cariño, tengo cuarenta y dos años y digamos que a tu padre le hace falta ya un respiro de cinco Steven. —Buen punto. —Además yo estoy muy agradecida por dejarme ser parte de su vida y aunque no soy su mamá, espere aquí para todo.

—Te amo Holly. —Me abrace de ella. No tuve mamá, pero tuve a una amiga muy cercana que jamás me ha abandonado y jamás lo hará.

—Y yo a ti linda.

...

En martes por la mañana y son las 6:30 AM.

—Qué cara Steven. —Me dice Sofia.

—Tampoco tu cara es muy linda por las mañanas Sofia. —Este día es un juego importante, es uno de los clasificares para ir a la final y poder demostrar a la maldita liga que una mujer puede ser igual o mejor jugador que un hombre.

—Haber bellos durmientes ya es hora de despertar. —Nos grita Beto. —Diez vueltas a la pista. ¡Ahora! —Aun dormida comencé a trotar, ayer no dormí por estar mensajeando con Tyler y de puras cosas sin sentido. —¡Steven despierta o vas a la banca! —¿Que dijo?

—¿Te sientes bien Alex? —Me grita London desde las gradas. Levante mi pulgar y en lugar de seguir corriendo en la pista salí del campo y corrí en dirección al baño. Esperen. ¿A cuál entro? No pienso ver cosas masculinas, pero si entro al femenino seguro y me descubren. Solo a ti se te ocurre esto Alex. Con un miedo entre al masculino, por suerte no hay nadie.

Lave mi cara para despertar.

—Hola Alexandro. —¿Jessica?

—¿Qué haces aquí? —Me giré para quedar de frente, no se me olvida que por ella tuve el problema con Tyler, pero en parte le agradezco ya que no tuve que ocultarle nada a Tyler.

—Quería ver tu cara después de que Tyler te mando a volar. —¿Perdón? —Bueno, ya era de esperase después de que lo engañaste con Max y lo dejaste plantado.

—Estas muy equivocada y que bien que te veo. Querría darte más gracias por decirle a Tyler de que salí el viernes con Max, nos sirvió para darnos cuenta que no podemos vivir el uno sin el otro. —Quería joderme, pues la jodida será ella. —Tyler y yo seguimos juntos y más felices que nunca.

—Estas mintiendo.

—Quizás, compruébalo por ti misma.

Liam.

Pase por Madison más temprano de lo acostumbrado debido al juego de Alex.

—Andando que ya inicio. —Estoy en la puerta de su casa y ella en su habitación, anda toda estresada ya que hoy es su prueba en el decatlón de deletreo y no ha dejado de practicar en días. Por fin bajo y se ve hermosa, lleva un vestido color vino que le queda ajustado al cuerpo.

—¿Y cómo me veo? —Me quede callado. —Liam responde.

—Espera se cómo hacer que reaccione. —Sentí un golpe en mi brazo que me dolió hasta la conciencia.

—Gabriel sigue lastimado. —Llego Madison a mi lado para tomarme del rostro y limpiar una lágrima que brotó de mi ojo izquierdo. Eso dolió demasiado. —Mejor vámonos que mi hermano es un idiota y te puede volver a lastimar. —Tomo mi mano y me saco de su casa. Estoy conteniendo un grito. No dejare que el me escuche gritar. Dos cuadras lejos de su casa.

—¡MIERDAAAAAAAAAAAAA!

La Ultima De Los StevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora