<<Tredici>>

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<<Tredici>>

"Simplemente hay recuerdos que te persiguen siempre"

{Escuchar Standing in the dark - Lawson}

-Zachary comentó que al final decidiste estudiar por Internet. ¿Qué tiene de malo la escuela aquí?

Le había estado dando vueltas al asunto. No tenia caso terminar mis últimos seis meses de preparatoria en un lugar donde probablemente sería blanco de habladurías o algo parecido.

Al final había decidido terminar la preparatoria online para luego presentar mis exámenes finales con el Comité de Preparatoria Abierta. De todos modos los exámenes que había presentado habían servido para agilizar las cosas.

-No soy muy buena socialmente hablando -contesté siendo al menos sincera. En mi otra escuela había hecho algunas buenas amistades pero ya no quería conocer a nadie más-. No suelo hablar con mucha gente y creo que aquí sería mas difícil.

-No estoy de acuerdo -soltó pero luego me miró-. Pero cada uno toma las decisiones que más le convengan

¿No?

-Ann, de verdad ¿Tengo cara de que me importe?

Me sentí casi culpable de tratarla así. Mi actitud no había sido muy adorable (otra vez) en los últimos tres días, pero era culpa de las pesadillas. Harry y Lauren ya habían aprendido a no acercarse demasiado o a hacerme preguntas fuera de lugar. Ashton era el único que tenía un poco de acceso a mi coraza.

-Lo siento, ________. Solo trato de entenderte un poco. Quiero conocerte y ayudarte en lo que pueda para que te sientas cómoda.

-No quiero que me conozcan -espete-. No quiero que me entiendan. No podrías entenderme.

Cerré los ojos y tras los párpados vi una mirada azul que me perseguía desde siempre; incluso cuando pestañeaba. Volví a enfocar la mirada y la madre de Ashton estaba pensativa.

-Tal vez no pueda entenderte -murmuró-. Lo cierto es que tal vez ni tu lo hagas.

Ni siquiera sabía como habíamos llegado a esta parte de la conversación. Sólo estaba en la cocina buscando un vaso de agua y ya tenía a Ann sobre mí preguntando que iba mal. Y lo peor era el vómito verbal que ya estaba subiendo por mi garganta cuando hablé:

-No, no entiendo por qué no puedo superar que mi novio haya muerto en un accidente donde yo debí haber muerto y no él. No entiendo como puedo con mi consciencia cuando sé que yo debería haber recibido todo el impacto, no él. No entiendo por qué siento que cada día sin él es como arrancarme un pedazo de corazón. No entiendo Ann, no entiendo como todos esperan que siga adelante como si todo fuera tan sencillo ¡NO ENTIENDO NADA!

Grité y subí las escaleras rematando mis palabras con ub azotón de la puerta.

Enojo. Frustración. Tristeza. Rabia. Todos mis sentimientos en un coctel de lo más variado. Nadie entendía. No esperaba que lo hicieran. No quería que nadie supiera mis problemas. Pero ya no soportaba que todos dijeran que las cosas irían bien. Que olvidara todo. No pensaba hacerlo y tenía mis motivos.

~

No sé en que lugar estoy, solo sé que estoy soñando y que hace frío en mis sueños. Hay arboles en todo lado al que miraras y una fina lluvia arremolina las hojas secas que caen como en cámara lenta. Y entonces el lugar me parece tan conocido que me dan ganas de tirarme al suelo a llorar... Es el pequeño sendero que lleva a la curva donde ocurrió el accidente. Siento escalofríos, siento que el aire de repente me falta cuando veo una silueta recortarse contra ese enorme y retorcido árbol.

Y como solo puede suceder en los sueños, en menos de un latido ya estoy a escasos metros de la figura que está de espaldas mirando hacia ese lugar igual que yo. Todavía siento como si pudiera ver de repente el auto salirse de control y romper la línea asfáltica para dar contra los árboles de allá abajo. Todavía puedo ver como nada parecía evitar que el otro auto nos siguiera de cerca y aumentara el impacto al pegar contra un costado.

-¿Niall? -mi voz suena temblorosa. Aún de espaldas lo reconocería a kilómetros.

Mi corazón saltó en cuanto lo veo girarse y mirarme. Sigue tal como lo recordaba. Ese cabello rubio platino con mechas más obscuras. Ese rostro de querubín. Pero algo está mal y es su mirada sombría y llena de odio y rencor. El turquesa de sus ojos está congelado.

-¿Niall? ¿De verdad eres... tú? -esperanzada me acerco, sé que no es real pero en estos momentos lo siento tan verdadero.

Pero no contesta y su furibunda mirada destella de rabia pura. De sus perfectos y rosáceos labios sale algo que nunca hubiese querido escuchar, algo que yo ya sabía pero que escucharlo de su parte; aunque fuese producto de mi subconsciente lo hacia mas verdadero e hiriente.

-Todo es TU culpa -expresa con una voz tan llena de resentimiento.

Y lo veo todo desde otro ángulo. Su precioso rostro se desfigura hasta desaparecer por completo y yo me veo cayendo de espaldas a la nada, a un vacío doloroso en el que me habían arrojado sus palabras. Hacía la inexistente nada. Me preparo para el golpe final.

-¡NO! -grité despertando de golpe y mi cuerpo sintió un horrible tirón hacia abajo.

Sentía los pulmones atrofiados, era difícil inhalar y exhalar. Me levanté casi impulsada por un resorte y corrí escaleras abajo tropezando en varias ocasiones. No sabía que hora era pero tenia que ser tarde. Corrí sin dirección apenas salí a la calle y no me importo estar sin zapatos o solo estar usando un short y una camiseta.

Corrí con el corazón apretado. El silencio de la calle lo oprimía más. Todo estaba tan en calma y yo tenía un cataclismo en mi interior. Todo parecía ser el fin del mundo.

Las piernas empezaron a arderme y el oxígeno me raspaba la garganta cada que inhalaba por la boca. Pero sentía que con cada metro corrido me alejaba más de los malos sueños. Pasó lo que tenía que pasar; mis rodillas chocaron entre si y fui a dar al suelo con todo mi cuerpo. Sentí el asfalto rasparme la mejilla y mi cabeza rebotar contra éste y mis sollozos adquirir intensidad por la calle silenciosa.

Me puse de pie con esfuerzo y seguí caminando o eso intenté. Unos brazos ne tomaron por los hombros y me dieron la vuelta.

Tuve que enfocar la vista y parpadear un par de veces para eliminar las lágrimas.

Mi cuerpo seguía temblando y el pánico aumentaba.

-Tranquila.

Susurró el dueño de esos brazos y la voz se me hizo familiar. Pero no podía ver su rostro porque las sombras se estaban deslizando por mi vista.

-Yo... yo no quería. Fue m-mi culpa... Yo iba conduciendo... -mi voz salía en pedazos y sollozos de histeria-. A Niall no... No le gustaba con-conducir de noche y... -y mi voz se rompió de nuevo.

Lloré otra vez.

Temblé aún más.

-Tienes que calmarte. Deja que te ayude ¿Dónde vives?

No sé si fue el frío o el agotamiento. Sentía algo viscoso y tibio recorrerme el pómulo. O tal vez simplemente había llegado al límite de mis fuerzas. Pero en un segundo donde podía sostenerme por mi propio pie al siguiente me derrumbé y casi caí de rodillas.

-No dejes que... No dejes que me caiga -susurré.

-No lo haré.

Y lo último que vi fueron unos ojos cristalinos que conocía.

¿Luke?

Luego las luces se apagaron.

Todo fue silencio.

{♥}

Pregunta

¿Les gusta hasta ahora la historia? ¿Qué cambiarían?

Nos leemos.

Ces. xxx

Forte Oscurità [Hemmings] |Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora