[Narrador omnipresente]
Había tenido un montón de cosas en la cabeza por varios días y llegar al silencio de una casa reconfortante fue alivio instantáneo para los nervios que parecía estar punto de perder.
Hogar
La palabra se le vino a la mente mientras se sentaba en el sofá de la sala de estar y observaba huellas inequívocas de la presencia de sus hijos alrededor de la estancia; un balón de soccer de Harry y una de sus consolas de videojuegos, un par de pompones rosados de Lauren arrojados en la mesita central y el bolso con la ropa que usaba para sus clases de baile listo y preparado en el sofá más pequeño. En otros tiempos hubiera gritado que llevaran sus cosas inmediatamente a sus habitaciones y amenazado a Ashton con romperle las baquetas de su batería en la cabeza si volvía a verlas tiradas junto a unos jarrones decorativos enormes que se alineaban a cada lado de la TV. Pero estaba exhausta de mantener todo en perfecto orden y rechinando de limpio.
Hogar... Hogar...
Se había esforzado en formar un hogar, a diario lo hacía. Una casa seguía siendo casa con o sin muebles y personas dentro de ella; solo una estructura más que servía para dar cobijo a la necesidad del ser humano de protegerse de factores externos que podrían amenazar con su supervivencia, solo muros que satisfacían el anhelo de marcar como su propiedad algo. Pero un hogar se formaba con la calidez y personalidad de sus habitantes, bien podrían todos haber vivido debajo de una alcantarilla y serían felices por el mero hecho de estar juntos y compartir aprecio y afecto. Y había sido muy duro formar un hogar después del divorcio; los chicos se habían sentido desprotegidos, vulnerables y demasiado tristes. Aun recordaba la primera semana después de que se quedaran sin figura paterna; Ashton había sido el más afectado, lo podía notar por sus hombros caídos y la total ausencia de su personalidad encantadora. Harry y Lauren eran demasiado chicos para comprenderlo pero su hermano mayor se había encargado de hacer todo lo posible para que el golpe no fuera tan duro.
Se le llenaron los ojos de lágrimas al recordar el rostro herido de Ashton al llegar a casa un día; se había metido en una pelea con chicos más grandes que se habían burlado de Lauren ''Tú no tienes papá'' ''Tú y tus hermanos son unos huérfanos'' y el resultado había sido un labio roto y moretones por toda la cara. Recordaba los enormes ojos hazel llenos de desconcierto, como si acabara de salir de una pesadilla, ojos cansados y llenos de pena que no concordaban con el rostro joven y todavía infantil que pronto se había endurecido. ''Papá se fue porque en realidad nunca nos quiso ¿verdad?''
Había tenido solo trece años.
Pronto se había encontrado dividiendo su día en dos empleos de turnos completos y apenas pequeños descansos para regresar a casa y preparar las comidas, lavar los uniformes, hacer listas de compras y revisar tareas. Le partía el alma el dejar a sus tres hijos tanto tiempo solos pero las cuentas tenían que pagarse. Y en ese ir y venir, Ashton pronto se encontró haciéndose cargo de la mayoría de las tareas de la casa para aligerarle la carga.
Y entonces llegó Richard, ese hombre italiano que la cautivó un día caluroso cuando casi se desmayaba en vía pública por insolación. Recordaba su rostro preocupado cuando se inclinó sobre ella para preguntarle si estaba bien, la ansiedad con la que la llevó a un hospital para asegurarse de que no era nada grave y cómo después todo se fue dando poco a poco con el paso de los días. Él era encantador y recién llegado a Australia, con un pasado tras sus espaldas que le había costado superar y una eterna expresión en su mirada que hablaba de desconsuelo e incertidumbre por la pérdida de algo valioso.
Se sentía tan agotada; como si de repente alguien hubiera abierto sus venas para derramar plomo líquido. Tal vez llamar demasiado al pasado drenaba su energía, apretaba su corazón con la idea de que algo estaba a punto de arrebatarle a su esposo, el puerto seguro en el cual ella y sus hijos se habían mantenido aferrados por años. No quería sobrevivir a otro divorcio, Ashton ya era mayor; claro que lo superaría pero sería doloroso. Otra figura paterna que se iba sería devastador para Harry y Lauren.
Aunque Richard no le había dado motivos para creer que la devoción y amor a su ahora familia se estaban desvaneciendo, no podía dejar pasar que él ahora solo tenía ojos para su Riley. La extraña hija de su esposo, un recordatorio perpetuo de que había amado a otra mujer antes. En cuanto supo que ella volaba directo de Europa para vivir con ellos, pensó que todo seguiría su curso normal, que podría acogerla como una más de la familia; tal vez como una hermana mayor para Lauren, pensaba que se toparía con alguien con la personalidad tan encantadora como la de Richard Leonardi, pero Riley era harina de otro costal y su corazón se rompió en mil pedazos cuando supo la verdadera razón por la que ella estaba ahí, por la que miraba asustada y desafiante a cualquiera que se le cruzara en el camino. Era inevitable para su instinto maternal querer arreglar toda esa vulnerabilidad escondida bajo una máscara de acero que siempre llevaba. No le molestaban las groserías y desaires que le hacía (aunque vaya que dolían) porque eran los mismo que Ashton había mostrado con Richard. Era su mecanismo de defensa ante lo desconocido y ajeno.
Richard había comentado en varias ocasiones que Riley era muy parecida a su madre con los mismos ojos, misma terquedad y carácter orgulloso. Le ponía los pelos de punta el tratar de ponerle rostro a esa mujer. Podía verlo en las facciones delicadas de Riley donde Richard solo aparecía en la forma del mentón, el tono de cabello y en la forma de las cejas. Podía afirmar que la ex esposa de su marido era preciosa y en el peor de los casos magnifica.
''Todo está bien, aprenderás a quererla, aprenderá a tolerarte. Necesitas darle tiempo a que pase por todo su dolor''
Se dijo a si misma antes de escuchar como unos pesados pies bajaban las escaleras, luego pasos arrastrados dirigirse a la puerta principal.
-¿Ashton? -preguntó. Sabía reconocer incluso el diferente sonido de la respiración de cada uno de los chicos-. ¿A dónde vas?
Esperó unos segundos antes de que la cabeza de su hijo mayor se asomara por el umbral de la puerta de la sala.
-Acompañaré a Michael a comprar cuerdas para su guitarra.-respondió y se dio cuenta de lo plana y seria que había sonado su voz. No estaba sonriendo y tenía ojeras muy marcadas bajo sus ojos parecidos a la miel quemada.
No había estado durmiendo...
De nuevo.
-¿Ash, cariño, todo está bien? -inquirió mirándolo fijamente. La preocupación barrió su alma misma y se estiró para tomar una de sus manos.
-Claro que si mamá ¿por qué no habría de estarlo? -dijo y curvó sus labios un poco, solo un poco.
Se agachó para besarla en la frente y se fue dando grandes pasos, huyendo de cualquier otra cosa que Anne tuviera que decirle.
''Su labio sangraba por haberlo mordido con rabia, su pequeño cuerpo temblaba y se encogió más sobre sí mismo cuando ella se arrodilló a su altura. Eran frecuentes los ataques de llanto que inexplicablemente sufría por las noches y la mayoría desapercibidos. Pero ahora sus sollozos habían resonado en toda la casa. Estiró una mano para cepillar el cabello de su frente.
-Todo mejorará mi cielo.-dijo en voz baja, arrulladora y tranquila-.Todo estará bien, Ashy.
Repentinamente el llanto había cesado, levantó su cabeza para devolverle la mirada y antes de responder se pasó una mano por la cara para quitar cualquier evidencia de lágrimas.
-Claro que todo va a estar bien, mami. ¿Por qué no habría de estarlo? -contestó con una de las sonrisas más tristes y rotas que alguna persona pudiera evocar''
Y era la misma sonrisa que le acababa de dar.
[...]
Aburrido, lo sé pero el punto de vista de Anne era necesario.
¿Qué creen que sucede con Ashton?
LAS AMO ENORMEMENTE.
STRONG tiene nueva PORTADA ¿Les gusta? yo la hice :D
Vota y comenta y recomienda la fic con tus amigas (hagamos que STRONG vuelva a ser de las novelas sobre Luke más votadas y comentadas)
Les deseo muchas cosas bonitas en su día hoy (no importa cuando leas esto)
Ces.
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Forte Oscurità [Hemmings] |Editando]
FanficSe arrojó desde lo más alto del London Eye porque sentía que no podía más con su vida. Al despertar, una enfermera le acomodaba la intravenosa en el brazo. -Oh no -gimoteó escondiendo la cara entre las almohadas. -Tuvimos que sedarla, porque desde l...