Forte Oscurità [Hemmings] |Editando]

<<Ventiquattro>>

<<Ventiquattro>>

''Una vez que algo se rompe siempre habrá marcas que muestren que estuvo quebrado. No existen segundas o terceras oportunidades cuando un corazón está herido. No existe una oportunidad para algo que perdiste''

-No, esto no está pasando...-susurró bajito pero pude escucharle perfectamente.

De repente era como si el ruido de la cocina, el chocar de los vasos de cristal y la música de ambiente se detuvieran. Al menos en mis oídos perduraba tan solo un silencio de muerte que empezaba a llenarme de pánico. Luke había soltado mi brazo y ahora estaba muy quieto frente a mí, sus ojos azules parecían querer perforar la mesa. El mesero ya había dejado con nosotros la comida pero repentinamente todo apetito se había evaporado, Luke parecía pensar lo mismo porque alejó los platos para poner las manos entrelazadas frente a él.

El silencio me estaba matando. No era el silencio acogedor que solía envolverme cuando estaba a su lado, era un silencio tenso, frío. Y más me torturaba el hecho de que no sabía que estaba pasando por su mente, ya que no había modulado palabra alguna en más de cinco minutos. 

¿Por qué tenía que ser tan estúpida? ¿Por qué tenía que dejar que esto pasara? Tal vez hubiese sido buena idea quedarme en casa con Ashton quejándose de que ya no había leche. Preferiría eso. Mil veces.

-Por favor, di algo.-supliqué después de otros agonicos minutos, o al menos me las arreglé para que la voz saliera de mi garganta. Sentía ese nudo que se forma cuando uno está a punto de llorar.

Suspiró y levanté la vista casi al mismo tiempo que él. Sus ojos se encontraron con los míos. Esperaba ver compasión, lástima, pero solo encontré un azul que ya no brillaba, no sabía que era peor. Mordió su labio y tomó el vaso con la malteada de fresa para darle un sorbo, parecía como si fuera a vomitar porque enseguida lo alejó y tuvo que aclararse la garganta segundos después.

-¿Qué... tengo que decir?-respondió-.¿Qué esperas que diga?

-Yo... yo no...

-¿Tú no qué, ________? ¿Le encuentras sentido a eso? ¿A lastimarte?

-Mira, de verdad puedo explicarte.-dije con miedo, desesperada por aclarar todo, yo no era una persona que daba explicaciones, no era fácil abrir tu corazón, tus pensamientos más profundos, contar tu historia, tu pasado y lo que te traía hasta aquí y mostrar tu alma con todas sus cicatrices y partes faltantes. No a cualquiera le enseñabas lo que realmente eras, lo que te dolía, lo que amabas o lo que habías perdido. 

La respiración se me cortó de golpe cuando vi como negaba con la cabeza y se ponía de pie. ¿Se iba a ir? Algo me estaba irritando los ojos e hice acopio de todas mis fuerzas para contener las lagrimas, no iba a llorar, no delante de él, no delante de nadie.

-Luke, por favor, no te vayas...-rogue, intenté tomarle del brazo pero se sacudió como si yo tuviera lepra, lo que me partió más el corazón. Sacó su billetera y después de tomar descuidadamente varios billetes sin contar y ponerlos sobre la mesa, por fin me miró.

-Cuando te conocí sabía que algo estaba mal contigo.-dijo con un tono de voz que no reconocía, más grave, más serio del que jamás le había escuchado. Se acomodó la camisa negra que llevaba puesta y siguió hablando-. Supe que algo pasaba cuando te encontré corriendo esa madrugada, pero... Simplemente esto... No, lo siento, no puedo ver como sucede todo de nuevo. _________, estás mal.

Y con un último suspiro, se fue. Se había  ido, sin dejarme hablar, sin dejar que yo mediara palabra para defenderme. ¿De nuevo? ¿A qué se refería con eso? ¿Simplemente así acababa todo? ¿Dónde estaba el chico atento y dulce que había conocido en la playa? ¿El que me había abrazado al pedirsélo? ¿Dónde estaba el Luke atolondrado y alegre?   Mordí mi labio y mire la brillante luz que se reflejaba en las paredes altas y blancas, para poder retener el agua que quería derramarse sobre mi cara. ¿Lo había perdido? ¿Cómo amigo? ¿Había perdido esa relación que teníamos cualquiera que fuera? Tal vez así quería el destino que fueran las cosas, aunque yo siempre había pensado que todo ese tema fuera una estupidez, lo que realmente valían eran las decisiones que tomabas y no alguna clase de magia o hilos invisibles que se movían a favor o en contra ¿Pero qué me quedaba de real ya?