Prólogo

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Mi nombre es Thalia Blair y tengo dieciocho años. Vivo en Nashville. He vivido allí toda mi vida. Literalmente. Cada minuto, cada segundo que he estado en este mundo lo he vivido aquí. En un pequeño pueblo donde todos se conocen con todos. Hay solo un instituto y somos solo un par de alumnos por grado. Esta bien, puede que esté exagerando. Somos unos veinte alumnos por salón. Oh, esperan. Ahora puedo decir que son unos veinte alumnos por salón. Yo me acabo de graduar.

En las películas se ve que la graduación de una persona es un hecho muy importante, que marca su vida y traza una línea del antes y después de esa persona. ¿Para mí? Solo significa que no tendré que seguir viendo a los idiotas de mis compañeros de salón. Si, jamás me llevé bien con ellos. Son unos idiotas que solo piensan en ir de fiesta los fines de semana, acostarse entre ellos y tratar de no tener un hijo a una edad tan temprana. No se dan cuenta que hay cosas más importantes que esas. 

No se dan cuenta que estar en el instituto y ser lanzados a la vida real son muy diferentes. En la universidad no todos seguirán siendo las mismas personas populares que eran. Todo va a cambiar y eso ellos no lo ven porque no quieren que las cosas cambien.

¿Yo? Lo único que quiero es que las cosas cambien. Entrar a la universidad, estudiar lo que me gusta y conocer personas con una visión más ampliada de la que tienen las personas en este pequeño pueblo.

Lo más triste de todo es que yo fui una de ellos. Hace no tanto tiempo. Lo fui o al menos fingí que lo era para lograr su aceptación que nunca logré. Era de las chicas que iban de fiesta los días en donde a la mañana siguiente tenía clase. Bebía alcohol solo porque los demás lo hacían, fumaba cualquier cosa que me dieran por exactamente la misma razón. 

Si, era una idiota, pero dejé de serlo o al menos eso creo. Me concentré en mis estudios y en lo que realmente quería de mi vida... salir de este pequeño pueblo. Me concentré en subir mis notas, que también eran bastante malas, y me di cuenta que tenía buena habilidad para las matemáticas. La verdad es que se me dan muy bien los números y resolver problemas matemáticos. 

De una forma, podría decir que concentrarme en estas cosas me salvaron la vida.

¿Mi próximo paso en la vida? Entrar a la universidad que quiero lejos de aquí y poder convertirme en una ingeniera en matemática. Eso es lo que realmente quiero... y estoy dispuesta a lo que sea para lograrlo, pero hay un gran problema con eso. Mis notas estos dos últimos años han sido bastante buenas, pero antes de eso eran muy malas. Eso me complicó la opción de obtener una beca completa para poder estudiar, pero solo me dieron el 60% de la beca, lo que significa que yo tengo que pagar el 40% que queda. 

Solo somos mi mamá y yo en casa. Mi padre murió cuando yo tenía catorce años. Nos dejó con un millón de deudas y mi mamá es la que se encarga de que, con su trabajo, se pueda vivir y pagar las cuentas. Pagar mi universidad no está dentro de sus gastos por lo que si quiero entrar a estudiar, tengo que pagar yo.

Me siento en el sillón que tenemos afuera de la casa con el periódico del pueblo en la mano. Mi madre está en el trabajo, como siempre. Me voy directamente a la sección de empleos y leo cada una de las ofertas de trabajo. Éstas varían desde cuidar un bebé hasta trabajar de camarera en el único restaurante que tenemos aquí. Haría cualquiera de estos trabajos, pero pagan tan poco que aunque trabaje todo el verano no me va a alcanzar el dinero.

-¿Por qué estudiar tiene que ser tan caro?- digo en un susurro.

El único trabajo que pagan más o menos algo que me serviría es trabajar como promotora de ropa interior en el centro. Piden a una chica mayor de edad, con buen cuerpo y atractiva. Literalmente dice eso.

No sé si tenga buen cuerpo. Osea, no estoy pasada de mi peso normal. La verdad es que soy bastante delgada, pero tampoco tengo mi cuerpo trabajado porque odio hacer ejercicio. No soy tan alta, pero tampoco soy baja. ¿Atractiva? Según yo, no, pero eso es tan subjetivo que es muy difícil contestar esa pregunta.

La Ecuación de mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora