La Ecuación de mi Vida

20.- La despedida

Al día siguiente me despierto por el movimiento del brazo de Connor que me mantiene abrazada y muy pegada a él. No me malentiendan, no me molesta para nada estar tan cerca de él, pero parece que se mueve mientras duerme porque con su brazo me aprieta más hacia él.

Pienso tontamente en que está soñando conmigo y con que no me quiere dejar ir, como me lo dijo anoche, pero  solo estoy alucinando. 

Dejo de sentir la respiración constante de Connor en mi espalda y así sé que él ya se ha despertado. Mi corazón se comienza a acelerar un poco porque no sé como vamos a actuar ambos después de lo que pasó anoche y más sabiendo que este será el último día que nos veamos y probablemente por mucho tiempo.

Intento levantarme de la cama suavemente, pero el brazo de Connor hace que me quede en mi lugar cuando me abraza más fuerte. Su mano acaricia la piel de mi estómago con dulzura así que dejo de hacer fuerza para levantarme y me quedo acostada al lado de Connor como lo he estado haciendo desde hace unas noches ya.

-¿Querías escapar, Blair?- me pregunta Connor susurrándome al oído de una manera tan sexy que ni yo me la creo

¡No quiero dejar a este hombre! pero parece que no tengo más opción que esa. Se puede escapar del futuro y de la realidad solo un tiempo, pero no para siempre y a ambos nos toca volver a la realidad. Al menos puedo decir que volvemos con una nueva y mejorada mentalidad del mundo y de nosotros mismos.

-Lo que menos quiero es estar lejos de ti, Walk, ¿y piensas que yo quiero escapar de ti?

-Eso es lo más tierno que te he escuchado decirme, Blair- me dice Connor riendo un poco lo que hace que su aliento se sienta en mi cuello. Dios, eso es muy bueno.

-¿Me estás diciendo que no soy una persona tierna?- le pregunto a Connor fingiendo estar enojada.

-Tranquila, Blair- me dice él nuevamente riendo- Eres un amor de persona, un ángel, un osito de peluche...

-Ya entendí, Walk. No era necesario el sarcasmo.

Intento fingir que estoy enojada con Connor, pero cuando el comienza a acariciar la piel de mi pierna con ternura y a dejar unos pequeños besos en mi hombros, se me hace imposible estar enfadada con él y me entrego totalmente a sus caricias y a su demostración de cariño.

Me sorprende que solo haga esas dos cosas. Cualquiera,incluida yo, pensaría que Connor intenta llegar un poco más lejos, pero eso no sucede ya que solo se preocupa de abrazarme y darme cariño.

Connor es la primera persona que me da cariño de esta forma tan abnegada ya que yo no le estoy respondiendo las caricias, solo estoy dejando que él haga lo que quiera y acaricie la parte de mi cuerpo que el quiera. 

Me doy vuelta en la cama para mirar los ojos de Connor. Esos ojos marrón que en el primer momento en que nos conocimos parecían tan fríos y controlados, pero ahora están llenos de amor, cariño y pasión. Dejó de comportarse como un robot amargado y se convirtió en un ser humano con sentimientos tan reales que me enamoraron completamente.

Nos quedamos mirando a los ojos por no sé cuantos minutos. A veces sonreímos, pero la mayoría del tiempo lo pasamos estando serios, como si nos estuviéramos analizando uno al otro, lo que no es verdad porque solo estamos disfrutando la compañía del otro

Estamos disfrutando los últimos momentos que pasaremos juntos y nadie nos puede decir que no tenemos derecho a hacer esto porque aunque alguien lo dijera yo sé que no le haríamos caso.

-Te voy a extrañar, Thalia- me dice Connor de una forma seria y con voz ahogada- No sabemos lo mucho que voy a extrañar ver tus ojos brillando en la mañana al darte cuenta de que has pasado la noche durmiendo conmigo