Parte 8

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Capítulo 8

Celina

Me miro los pies, miro la gente pasar por nuestro lado y por el rabillo del ojo miro al hermoso Dr. Pelliza parado junto a mí con su delantal blanco.

-esto no es necesario, me podría haber ido en colectivo Mariano- le dije

Odiaba las despedidas y para mi esta era sin duda una, el Señorito perfección no encajaba en mi mundo de cuerpos imperfectos.

-no es nada Celina, me hubiese gustado ser yo quien te lleve, pero la liposucción de ayer se complicó, tengo que ver a la paciente sí o sí, no me gusta dejarte ir sola...

«¿Se preocupa por mí? »

-es lo mínimo que puedo hacer...

«Sólo agradecimiento, sólo culpa...».

- no creo que sea buena idea tu auto um!... mi barrio...mala combinación. Me acerque a su oído y le susurre –sólo me queda un hombro sano Bruno Díaz-.Su risa hacia girar mi mundo y  pensar que nunca más lo iba a ver me entristecía.

Llegó el taxi, Mariano hablaba con el conductor, mientras yo cerraba la puerta y acomodaba el bolso con las poquitas pertenencias que Layla había llevado a la clínica para mí.

Su rostro se asomó por la ventanilla y parecía que iba a decir algo pero sólo me miró. El silencio me incomodó así que con mi mejor cara de póker dije – tengo que volver para una revisión la semana que viene seguro nos vemos-.El sólo sonrió y se quedó en la vereda mientras me alejaba de él y su mundo perfecto.

Le mande un mensaje de texto a mi mejor amiga

-volviendo a casa

-te juro gorda que salgo del trabajo y estoy ahí para vos

-  necesito un rato sola...agujero en el corazón

-maldito Dr. Amor

Cuando sonó mi celular pensé que era otro mensaje de Layla, me tomo unos segundos darme cuenta de que era una música desconocida, cuando mire la pantalla mi mandíbula cayo – Mariano Batman Pelliza.

¿En qué momento había anotado su número en mi agenda? Era un mensaje que decía:

GRACIAS por ya sabes que... :), aunque fuera en esas condiciones me encanto conocerte NENA.

Lo leí y lo releí ¿quién le había dicho que estaba harta de que me agradecieran por salvarle la vida? ¿Nena? ¿Feliz de conocerme?

Si el balazo no me había matado este mensaje estaba cerca de hacerlo.

Escribí un mensaje y lo envíe –Ruso bocón- cinco segundos más tarde la contestación me hizo sonreír –de nada PRINCESA-

                                                                 ....................................

Mi casa se sentía como un gigante que me iba a devorar, los recuerdos de mi Abuela me rompían en mil pedazos, no podía imaginarme cómo iba a ser mi vida de ahora en adelante. Cuando mire el reloj de la cocina me di cuenta que había estado sentada por dos horas sumida en mis pensamientos, me asusté y decidí ponerme en movimiento.

Acomode mis apuntes ya que todo estaba igual como lo había dejado el día del robo. Limpie lo que mi hombro me permitió, lave ropa y me prepare una rica cena, la gorda dentro y fuera de mi nunca perdía el apetito.

"El envase perfecto" #ovniawards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora