Parte 18

9.2K 769 65
                                    



Capítulo 18

Los próximos días transcurrieron en una habitual normalidad, por la mañana Mariano se iba a la clínica, yo me levantaba temprano y me encargaba de la casa. Después de almorzar estudiaba para mis finales y pasaba tiempo al aire libre, el verano estaba en su esplendor y tener una casa con piscina era una gran ventaja.

El Jueves me levante a la hora de siempre y después de mis habituales mates me dedique a limpiar. Había recibido la noche anterior un mensaje de Magdalena en donde me avisaba que necesitaba un favor y que hoy iba a pasar por la casa de Mariano a charlarlo conmigo.

Puse mi teléfono celular en los altavoces del living y busque mis canciones movidas preferidas quizá un poco de baile me haría perder unas cuantas calorías.

-¿Qué se supone que estás haciendo?- la voz ronca del doctor me sorprendió. Se me cayó la escoba al piso y fui rápido a apagar la música.  Me di vuelta y me encontre con un Mariano fabuloso, en traje con el delantal blanco en la mano. Me miraba en estado de shock. 

La ira burbujeo desde mis entrañas haciendo que apretara mis puños, quien demonios se creía. Si era un joven prodigio de la medicina pero porque se enojaba ¿estaba invadiendo su intimidad limpiando? Era obvio que no estaba vestida glamorosamente. Tenía unos muy pequeños pantalones blancos y era consiente que mi ropa interior estaba girando en el lavarropas y que mi tanga fucsia seguramente se estaría viendo a través del material. Mi remera preferida de Madonna era vieja y caía dejando mi hombro siempre al descubierto pero al menos no era el que tenía la pequeña cicatriz que me había dejado la bala.Reconozco que usarla sin corpiño no ayudaba a la elegancia pero tampoco pensaba barrer en tacos altos, también sabía que mi cuerpo no era realmente atractivo pero no ameritaba tal reacción ¿ o sí?, su voz me saco de mis pensamiento.

-Celina me explicas que estás haciendo

-y a vos que te parece, para ser un chico que a los 28 años se graduó de la facultad de medicina a veces preguntas cada pavada- le dije en el tono más sarcástico que pude. Odiaba no saber lo que pensaba, odiaba que yo no le gustará, odiaba que me mirara de esa forma y que mi cuerpo reaccionará. No lo deje continuar levante el dedo índice para indicarle que hiciera silencio y le dije – no sé cómo vivías vos antes de mi llegada, pero si hay algo que mi abuela me enseño es a ser agradecida y a llevar una casa adelante. Puede que no tenga dinero para pagarte el hospedaje y el arreglo de la comida a pesar de que no me parece de lo mejor al menos es justo, quiero que sepas que jamás invadí tu privacidad el único lugar al que no ingreso es a tu dormitorio, de hecho te habrás dado cuenta que tu ropa la dejo planchada sobre el lavarropas en el cuarto de lavado...no pude seguir con mi discurso porque en un segundo Mariano que habia estado parado al lado de la puerta de entrada, caminaba firme hacia mi sin dejar de mirarme, sus ojos de jade chispeaban. No pude reaccionar cuando su mano agarro mi nuca y me atrajo hacia él. Mi pecho golpeo el suyo. Sus labios presionaron los míos. Paso su lengua por mi labio inferior y cuando jadee aprovecho mi descuido para que su lengua buscará la mía.Fue salvaje, intenso casi feroz. Cerré mis puños en su corbata para tener un lugar de donde agarrarme porque mis rodillas temblaban.  Aunque me daba vergüenza admitirlo mi entrepierna latía llena de anhelo.

Cuando soltó su agarre ambos jadeábamos como peces fuera del agua, apoyo su frente en la mía y susurrando dijo –por dios Celina ¿de dónde saliste?-

No podía articular palabra y realmente no sabía si su pregunta era buena o mala.

Me soltó y dio un paso hacia atrás, con las pocas fuerzas que tenía le pregunte - ¿estás enojado?

"El envase perfecto" #ovniawards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora