"El envase perfecto" #ovniawards2017

Parte 26

Capitulo 26

Los golpes en la puerta me despertaron, mis ojos parecían en llamas supongo que de tanto llorar. No sabia ni que día ni que hora era.

 - Celi soy yo Pablo abrime estoy solo- dijo el ruso desde el otro lado de la puerta. Me reincorpore lo más rápido que pude. Por la ventana ya no se filtraba la luz del sol

                              * ¿cuánto dormiste Celina?vos no aprendes más...*

Pablo interrumpió la conversación conmigo misma, lo deje pasar y me senté en el borde de mi cama. Se sentó a mi lado en silencio. Ambos mirábamos hacia adelante  el hermoso color de la pared sin pronunciar palabra, no lo necesitábamos tampoco.No sé cuanto tiempo estuvimos así, yo tratando de no quebrarme de nuevo, él confortando mi alma...como un hermano...

-Toma esto es tuyo- dijo mostrándome un juego de llaves que tome por inercia. 

- no entiendo- dije mirando las llaves doradas que colgaban en mi mano.

- Celina yo hace más de una semana que ya estoy instalado en el departamento de Magui, el anuncio de hoy fue puro formalismo. 

Miraba las llaves y miraba a Pablo en un vaivén de ideas tratando de procesar cada palabra que me decía...¿ me estaba ofreciendo su departamento?...

-No empieces Santini - dijo riéndose - puedo ver  al hamster que tenes aquí arriba- dijo tocándome la frente sin perder la sonrisa -corriendo por la ruedita- e imito con sus manos al animalito lo cual me hizo sonreír. Una sonrisa genuina que me hizo sentir como la Celina de Martin Rodriguez, esa que desde que había llegado el Doctor Pelliza  a mi vida sentía que día a día perdía poco a poco. Y era una buena sensación...era... era como estar en casa...

-Mi papá me dijo que te dió trabajo que sólo está esperando que rindas las últimas dos materias para que te recibas, las que no pudiste dar cuando salvaste a Nano - y se fue apagando como si al nombrarlo estuviera cometiendo un error... pobre Ruso la única que había cometido un error era yo en haberme enamorado de alguien que estaba a diez mil años luz de mi.

-mi departamento esta vació- dijo carraspeando para evitar el momento incómodo -Esta amueblado porque sabes que Magui no me dejaría llevarme nada- rió si humor tratando de hacer un chiste.

-así que es tuyo- levanto la mano interrumpiendo lo que ya estaba por salir de mis labios- si Celina sí te voy a cobrar, no no es necesario un contrato, si pagas todos los servicios, no no me lo agradeces de ninguna manera, si Magui ya lo sabe y si terca esta de acuerdo...

Iba a seguir contestando mis preguntas no formuladas, que dicho sea de paso eran exactamente esas, cuando me pare y lo abrace fuerte... muy fuerte porque cuando uno esta sólo en la vida como lo estaba yo  sentirse cuidado es más importante que cualquier otra cosa. Me devolvió el abrazo con la misma intensidad. Me alejo un poco sin soltarme del todo y me dijo - Lucas y Layla se fueron, Magui se fue a llevar a Susi a su casa que me pidió de nuevo que te agradezca por todo- sonreí inconscientemente - y...y...se fue a llevar a Daniela a su casa tenían que hablar...- 

Fue hacia la puerta, la abrió y antes de irse, sosteniendo aún el picaporte giró y mirándome  a los ojos me pidió -hay algo que podes hacer por mi... despedite de él. 

Baje la mirada en este momento me era imposible mirarlo, Pablo se había convertido en adivino o realmente en este poco tiempo que habíamos pasado juntos el realmente me conocía como un hermano porque la idea de huir de esta casa estaba rondando en mi mente desde que me dió las llaves y supe para que eran.

 En un susurro casi como un suspiro dijo  - explicale...explicale como hirió tus sentimientos...explicale...no lo estoy defendiendo - dijo nervioso-  explicale...

-Gracias Ruso - dije tratando de tragar la bola de emoción, llanto, amor y rabia que tenía obstruyendo mi garganta.

-de nada princesa- dijo guiñándome un ojo, cerrando la puerta y dejándome en el medio de la habitación  con un juego de llaves y la posibilidad de una nueva vida en mis manos.

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- Celina deje, deje yo guardo su bolso- dijo Carlos el guardia de seguridad del barrio de Mariano mientras guardaba en el baúl del taxi mis pocas pertenencias. 

-Cuídese señorita, cuídese mucho- dijo mientras cerraba la puerta del automóvil y lo saludaba con la mano mientras este se alejaba del lugar que se había sentido como un hogar para mi desde había perdido a mi abuela. No sabia que estaba llorando hasta que tuve que contestarle al señor de taxi mi nueva dirección

                                                             *tú nueva vida Celina... nueva vida...*