Parte 19

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Capítulo 19

Estábamos en el auto del Dr. Amor yendo al supermercado a comprar las cosas que necesitábamos para el cumpleaños de Susana. Cuando sonó el celular de Mariano, de repente la voz del Ruso inundo la cabina del auto.

-Ruso

-Hermano ¿estás en tu casa?

-No, estas en el altavoz estamos en el auto con Celina llendo a comprar ¿por? ¿necesitas algo?

-te quería pedir un favor

-ay Dios... ¿me tengo que preocupar?- dijo Mariano en tono burlón

- que tarado que sos- dijo el Ruso riéndose – me llamo Debora, está preocupada. Ayer le inyecte colágeno y dice que tiene adormecido el labio inferior, me pidió que vaya a verla a la casa y como queda tan cerca de la tuya...

-ya sé no digas más... como queda tan cerca tengo que ir yo

-Dale nene hacerlo por mí- gritó Magui- vos también estas en el alta voz dijo el Ruso riéndose

-Celi ¿me escuchas?- me pregunto Magdalena

-Si estoy acá ¿qué pasa?- dije un poco tímida

-que me decís si te digo que Lucas Frapoli se separó, ayer me encontré a la ex... la dejó, el padre está que trina.

Mariano me miro intensamente y yo le devolví la mirada hasta que la desvió de nuevo a la calle delante de nosotros.

« ¿Y ahora qué le pasa?»

- ¿Y? que me decís, es una bomba- me pregunto Magui

- La verdad que sí- conteste mirando mis dedos entrelazados sobre mi regazo y pensando como esto cambiaría... o no la vida de Layla.

- Bueno si terminaron de chismear- dijo Mariano bastante serio, voy a pasar por lo de Debora y después vamos a comprar quédate tranquilo Ruso yo me ocupo

- Gracias hermano- dijo Pablo y cortó la comunicación.

Seguimos unos minutos en absoluto silencio, no sabía si debía contarle a Layla. Que pasaba si le daba falsas esperanzas y esto para Lucas no cambiaba nada.

-¿de dónde conoces a Lucas? Fue compañero de Magui iba al mismo colegio que yo – me pregunto Nano con el ceño fruncido. No podía leer que emoción lo invadía parecía enojado y molesto, algo dentro de mí se aprovechó y jugué con el enigma.

« Ojala fueran celos»

- tenemos amigos en común- dije mientras un guardia de seguridad nos hacía detenernos en la puerta de un barrio cerrado muy parecido al del Doctor Amor.

Nos dejaron ingresar y fuimos muy lento por las calles, ni él ni yo volvimos a hablar. Estaciono frente a una casa moderna, el doble de grande que la suya, yo estaba totalmente boquiabierta ¿quién demonios vivía así? Y ¿cuál era su trabajo? Yo quería el mismo.

Una persona de servicio nos abrió y nos indicó que pasáramos a un gran living. Mientras esperábamos a que nos atendieran, me sentí totalmente fuera de lugar.

De repente apareció frente a mí como una diosa griega Débora Bellini, la supermodelo. Tenía un hermoso vestido veraniego de pequeñas flores amarillas con unas sandalias altísimas a juego, parecía recién salida de la pasarela, ni se comparaba con mi remera de Madonna desteñida que usaba para estar en mi casa.

"El envase perfecto" #ovniawards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora