Parte 16

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Capítulo 16

Pablo "ruso" Goldman

No sé qué me pasa, le había mandado mensajes a Magui y no me había contestado, hace unos días me había dicho que estaba buscando departamento con un amigo ¿qué amigo?... por dios! Ardía de celos y hoy cuando la llame a su casa y Susi me dijo que no estaba simplemente creí que iba a estallar, subí a mi auto nuevo y sin pensarlo llegue a la casa de Nano necesitaba hablar con Celina ella tenía la capacidad no sólo de entender mis pensamientos sino de ordenarlos era extraño nos conocíamos hace poco. Una vez ella me dijo que le hubiese gustado que fuera su hermano mayor si me religión hubiese aceptado la reencarnación seguramente en una vida pasada lo fuimos.

-deja de divagar tarado-me dije a mi mismo mientras salía del coche y veía como mi mejor amigo abría la puerta de su casa.

-doctorcito que cara tenés ¿está todo bien?

No quería mentirle pero no sabía por dónde comenzar así que me quede en silencio mientras me sentaba en el living. Como siempre a lo largo de los años, el hermano que me había dado la vida, se sentó junto a mí me dio unas palmaditas en la rodilla y me dijo – siempre pase lo que pase, para lo que sea y cuando digo lo que sea Ruso, digo lo que sea, incluso ayudarte a enterrar el cuerpo- sonrió y me guiño un ojo- voy a estar ahí para, vos dijo, pausando cada palabra sos. mi. Hermano.

-trague el nudo que tenía en la garganta no podía ser tan maricon y ponerme a llorar como una nena en la sala de mi amigo, cuando iba a responderle me interrumpió- Celina está en mi despacho leyendo te está esperando anda.

Me puse de pie y le palmee la espalda esperando que entendiera este "gracias" no pronunciado, camine por el pasillo hasta la pequeña oficina que Mariano usaba como despacho ya que tenía una pequeña biblioteca y su computadora, como la puerta estaba cerrada inspire profundamente y muy despacio abrí y asome la cabeza. Celina estaba detrás del escritorio leyendo pase sin cerrar y me senté en el sillón frente a ella.

-ruso- dijo estirando la palabra a modo de saludo con una gran sonrisa, a pesar de que la vida había sido una perra con ella, Celi siempre sonreía.

Levante mis dos manos en forma de rendición y sonreí por primera vez en unas horas –me rindo princesa, me rindo...

-se puede saber ¿de qué te rendís? Dijo dejando lo que estaba haciendo y recostándose en la silla donde estaba sentada

-del amor, me rindo del amor es evidente que tengo muy mala suerte...

-¡ay dios! Es la segunda vez en el día que escucho eso- dijo enojada- expláyate porque no te entiendo ¿de quién me hablas?

-¿cómo de quien te hablo Celina? no me hagas decirlo en voz alta-dije pero me interrumpió y parecía más enojada que antes algo inusual en ella

-basta esto se terminó ruso hablemos sin caretas y yo que pensé que el obtuso era tu amigo, ya es hora de que lo verbalices, me considero tu amiga y como tal te tengo que aconsejar, realmente creo que cuando digas todo lo que sentís, te vas a sentir mejor y vas a poder entender tus sentimientos.

Me pare no podía quedarme quieto el pequeño discurso de Celina me había llenado de ansiedad sabía que todo lo que me decía era cierto, me pase la mano por el pelo tratando de aliviar la tensión que sentía en todo mi cuerpo.

Y estalle - ¿Qué querés escuchar? que amo a Magui desde que la defendí de un compañero de la escuela que la cargaba, ella era una nena y yo tenía 19 años, ya iba a la universidad. Enterré ese sentimiento durante años sintiéndome culpable ¡por dios Celina! Ponete en mi lugar ella era la hermanita de Mariano.

"El envase perfecto" #ovniawards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora