Capítulo 24
Cuando salimos a la galería Layla estaba sirviendo el almuerzo. Podía ver a Mariano y a Daniela hablando en la dirección opuesta a la piscina, lejos de nuestros oídos indiscretos. Él la sostenía por el codo y se metía dentro de su espacio personal, me obligue a dejar de mirar.
Susana sentada en la cabecera de la mesa me pregunto cómo estaba mientras que me sentaba al lado de Pablo. El le explicó que no habían sido cortes de cuidado.
Mariano y su novia se acercaron lentamente a la mesa – lamento haberte confundido yo soy la Doctora Daniela Pérez Roldán la novia de Marian...- dijo alargando las silabas como lo había hecho su amiga la modelo. Mire boquiabierta la mano que extendía frente a mí. Había tantas cosas mal en esa única frase... ¿confundido? ¿Doctora? Quien se presenta a sí misma en una reunión formal con su título universitario por Dios y como pronunciaba su nombre prácticamente tenía ganas de salir corriendo de allí.
Estreche su mano y trate de ponerme de pie para poder saludarla correctamente cuando Nano me hizo un gesto para que no me levantase – quédate quieta que estas lastimada –dijo en una voz profunda. Si a la Doctora le molesto el gesto no lo comentó.
– Hola soy Celina Santini- dije tratando de que mi voz sonara fuerte y clara. Ella se sentó en el asiento vacío frente a mí, al lado de Lucas y Layla mientras que Mariano se sentó en la cabecera opuesta a su madre. A mi lado.
« Respira Celina...respira este va a ser un almuerzo muy largo »
Los primeros minutos fueron tensos y en silencio. Trate de no hacer contacto visual con ninguno pero es difícil cuando una princesa vikinga está sentada tan cerca moviendo su resplandeciente cabello dorado. Tenía que darle crédito la chica era preciosa y muy elegante todo lo opuesto a mí y hasta ese momento había permanecido en silencio solo asintiendo cuando alguien hacia algún comentario frívolo sobre el clima.
Cuando Susana alabo la comida dándome un guiño comenzó el show del despecho – um!!Si esta rico le falta sal... te acordas bebé ese restaurant italiano que fuimos con Debora esa comida realmente era un manjar-dijo recostándose sobre Mariano. El no levanto la vista de su plato.
-seguro el menú lo elegiste vos cuñada?- pregunto con un brillo malicioso en los ojos.
- sólo a alguien que no sepa nada de cocina se le puede ocurrir almorzar algo tan pesado en verano – iba a continuar con su discurso pero fue interrumpida por Susana que le dijo que era su plato favorito.
El ambiente era tan tenso que podía cortarse con una tijera. Vi como Pablo ponía su mano sobre la rodilla de Magui en un gesto silencioso para pedirle que no se involucre y también vi el gran esfuerzo que ella hacía para permanecer callada.
Cuando mi mano y la de Nano se encontraron en la panera, nuestros dedos se rozaron y fue el único momento donde levante la vista del plato. Mis ojos se trabaron con una mirada verde esmeralda tan penetrante que no pude escapar de ella. Nos dijimos tanto y al mismo tiempo nuestros labios no pronunciaron ni una palabra.
La voz aflauta de Daniela rompió nuestra burbuja - Lucas tanto tiempo, mi padre estuvo la semana pasada junto al tuyo jugando golf. ¿Cómo esta tú novia? Le pregunto mientras dejaba los cubiertos al lado de su plato y tomaba de su copa de vino.
Mire a Layla...ella me miro a mi... con el tenedor a medio camino la vi llevarse la comida a la boca lentamente...su mirada nunca dejando la mía...
«Tranquila negra, tranquila no digas nada...»
Lucas sin dejar de mirar su comida y con la boca llena le contesto sin inmutarse un ápice – acá la ves Daniela, hermosa como siempre... no reina?- dijo volteándose sólo un poco hacia su costado derecho donde Layla lo miraba con la sonrisa de autosuficiencia más grande de Latinoamérica.
-si amor- le contesto dándole un casto beso en la mejilla mientras que la Doctora platinada se atragantaba con su bebida.
Pasaron unos minutos en un incómodo silencio que fueron interrumpidos por Pablo cuando dijo tomando la mano de Magdalena y dándole un beso en los nudillos – gente queríamos contarle que mi novia y yo – riéndose como si aún no pudiera creer que ella era realmente suya, - nos vamos a mudar juntos a su departamento. Estallamos en vítores, aplausos, abrazos y besos que fueron interrumpidos por Daniela preguntando - ¿esto no es muy precipitado? ¿Hace cuánto son pareja? Quizá deberían... - no pudo terminar la oración porque esta vez fue interrumpida por Mariano que de manera desdeñosa casi burlona le recordó que se conocían desde hace 20 años y dió por terminado el tema cuando se levantó y se fundió en un abrazo con el que siempre había sido su hermano frente a la mirada atónita de la dermatóloga.
ESTÁS LEYENDO
"El envase perfecto" #ovniawards2017
Romantizm¿Qué pasa cuándo los polos opuestos se atraen?... Esta es la historia de Celina, una buena chica que lucha con su sobrepeso, trata de forjarse un futuro: trabaja, estudia y ayuda a su abuela pero su vida se vuelve patas para arriba cuando ayuda...