Bravery [Alec Lightwood].

Capítulo 1:La creación de un ángel.

(HOLA, ME GUSTARÍA INVITARLAS A LEER "EL FINAL ESTA CERCA" DE ALEXANDER LIGHTWOOD, SE ENCUENTRA EN MI PERFIL, ES UNA NUEVA FANFIC DE SHADOWHUNTERS Y AHS: APOCALYPSE, DENLE LA OPORTUNIDAD POR FAVOR :( GRACIAS)

A veces Dios no media los riesgos de cada misión. Simplemente daba las ordenes. Para algunos ángeles era una oportunidad, pero para otros era su fin. Ninguno sabía lo que podía suceder en el mundo, ninguno sabía lo que podían llegar a sentir. Y para todos era algo nuevo. Incluso para Alina Novak, un ángel, que fue enviado a la tierra para completar una misión de la cual dependía el mundo entero. El ascenso del infierno estaba cerca, se decía que un demonio muy poderoso intentaba abrir las puertas de las sombras. Jonathan Christopher se había convertido en el príncipe del infierno y crearía un mundo en el que los demonios tuviesen libertad. Provocando caos y desgracia. La destrucción. Nada bueno para el mundo y tampoco para el cielo.

—¿Te encuentras bien? —preguntó una figura masculina frente a ella. Apenas podía verlo, su vista estaba cegada por los rayos del sol.

Alina parpadeó repetidas veces para acostumbrarse a la luz de esa mañana. En su último parpadeo respiró profundamente y visualizó todo a la perfección. Estaba frente a un joven, el cuál la miraba con las cejas fruncidas. Expresando preocupación o quizás confusión.

¿Por qué la veía de esa manera?

Agachó su mirada y observó su vestimenta. La ropa estaba rasgada e incluso parecía que se había quemado de algunos lados. Tras el accidente su fachada dejaba en claro lo sucedido.

—¿Necesitas ayuda? —preguntó con la voz firme.— La puerta se ha abierto por si sola. ¿Vienes desde Idris o algún otro Instituto?

—No sé a lo que te refieres. —le respondió desorientada.— Estoy aquí por la señal.

La joven Alina lo miró sin ninguna expresión y comenzó a analizarlo detenidamente. El muchacho era alto y de piel bronceada, sus ojos eran azules con un destello hermoso, cabello negro y corto, algo musculoso y con buena postura. Ella pudo visualizar varias manchas de tinta en el cuello del joven. Parecían tatuajes. Había algo en él, algo que Alina deseaba descubrir, pero no quería utilizar sus poderes. No en ese momento.

—¿Puedes solamente decirme dónde estoy exactamente? —preguntó Alina, con la mirada pérdida.

—En Nueva York. —respondió— ¿Acabas de tener un accidente?

—¿Nueva York? —frunció el ceño.

—¿Por qué estás aquí? ¿eres una nefilim? —el muchacho la miró con suma atención. Ella no tenía runas. No había ninguna marca.- No eres una de nosotros, ¿Quién eres?

—Mi nombre es Alina Novak y estoy buscando... cualquier cosa que me ayude de buena voluntad. —respondió mirando por encima de los hombros de él. Observando la fachada del Instituto.

El Instituto era realmente hermoso. Tenía una luz llameante a su alrededor. Ella sentía que estaba en el lugar correcto.

—Alec Lightwood. —le tendió la mano para que la estrecharan, pero ella sólo le miró la mano con confusión. No entendía lo que hacía— ¿La estrecharás o no?

Un pequeño gesto apareció en el rostro de la muchacha pero se desvaneció en cuanto le tomó la mano a Alec. Era algo amistoso. Había muchas cosas que no sabía de las creaciones de Dios y tendría que discubrirlas.