Capítulo 25:Será una cita.

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Lo que decía Jace era una locura. ¿Cómo es que ellos saldrían esa noche? Salir, no era uno de los planes de Alina, de hecho, en cuanto Metatron apareció ella desechó la idea de poder estar junto a Alec.

Al parecer ya no había tiempo. Debió haberlo tomado cuando pudo. Ahora no podía esperar a derrotar a Jonathan porque en el cielo tenía el tiempo contado.

—No. —ella negó con la cabeza.— Es imposible. Tengo que vigilar a los Winchester. Hablar con Metatron. Investigar yo misma sobre Jonathan.

—Yo puedo vigilar a los mundanos y también hablar con Metatron.

—Puedes, pero no deberías porque es mi deber. —se incorporó de la cama y se dirigió a la ventana para ver a través de ella.— Además no creo que Alec quiera salir conmigo.

—Alec hasta sueña con salir contigo. —Jace soltó una carcajada— Claro que va a querer.

—No lo sé. —dijo Alina, considerando la idea de salir.— ¿Adónde iríamos?

Ella lo volteó a ver y se recargó en el marco de la ventana. Jace se puso de pie para acercarse a ella y la acompañó junto a la ventana.

—Al pandemónium. —dijo con toda seguridad.

—Yo no sé que se hacen en las citas, así que no creo que sea bueno que salga con Alec, ya que podría arruinarlo.

—¿Lo consideras una cita? —el rubio abrió los ojos de par en par.— Será una cita, claro.

—Tampoco vayamos tan deprisa, —agregó con rapidez— te digo que no sé absolutamente nada de encuentros nocturnos con chicos. O sexo.

Jace apretó los labios un poco y la miró con las cejas elevadas.

—¿Tú nunca has...

—¿Qué? —Alina lo incitó a terminar de hablar.

—Ya sabes, un hombre y una mujer... Cuando se aman o gustan.

Alina frunció el ceño, entendiendo lo que Jace quería preguntarle. Sí, claro que no se le podía escapar la pregunta.

—Jamás he tenido la oportunidad. —le contestó con vergüenza.

—¿Los ángeles pueden hacerlo entre ellos?

—Somos hermanos. Sería pecado. —lo miró como si fuera obvio— He escuchado que algunos ángeles han perdido la inocencia con humanos.

—Interesante, pero no tanto como lo que pasara en unos minutos.

Sonrió malvadamente y se dirigió a la puerta. Sin darle la oportunidad a Alina de contestarle, salió de la habitación con la intención de mandar a Izzy para que arreglara a Alina mientras él se iba a hablar con Alec.

Pero no tanto como lo que pasará en unos minutos. La voz de Jace se siguió repitiendo en la cabeza de Alina, provocándole una enorme curiosidad. ¿Qué quería decir con eso? Un leve y morboso pensamiento se le cruzó por la cabeza y luego negó con la cabeza. Dirigió su mirada hacia la ventana, en completo silencio, observó a través de la ventana como lo había hecho minutos antes. Ya había oscurecido y sólo la luz de la luna iluminaba. Suspiró.

Se llevó ambas manos a la cara, cubriéndose la mayoría del rostro con frustración. Si Dios la estuviese viendo, aunque era probable que lo estuviera haciendo, se decepcionaría por la impulsiva actitud que Alina estaba teniendo ante los sentimientos que Alec le producía.

—Perdóname, Dios.

Fue lo que dijo antes de escuchar como alguien tocaba la puerta de su habitación con mucha fuerza. Alina se destapó la cara y se apresuró a abrir. Quizás era una emergencia o quizás habían encontrado alguna información de Jonathan.

Bravery [Alec Lightwood].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora