(HOLA, ME GUSTARÍA INVITARLAS A LEER "EL FINAL ESTA CERCA" DE ALEXANDER LIGHTWOOD, SE ENCUENTRA EN MI PERFIL, ES UNA NUEVA FANFIC DE SHADOWHUNTERS Y AHS: APOCALYPSE, DENLE LA OPORTUNIDAD POR FAVOR :( GRACIAS)
—Ya en serio, Alec, ¿quién es esa chica de la que hablas? —preguntó Jace, sin creer lo que su parabatai les había contado— No creo que sea un ángel y creéme ya he visto a uno en persona.
Alec gruñó internamente y se llevó una mano a la frente. ¿Por qué no le creían? En cuanto les dijo que ella era un ángel se echaron a reír. ¿Acaso no creían en su palabra? Los tres cazadores de sombras sabían que Alec no mentía, pero era bastante incongruente que un ángel se presentara al instituto. Además esa historia del arcángel Gabriel tampoco se la creían.
—Me ha teletrasportado y me quitó la vista antes de bajar. —replicó molesto— Es en serio, muchachos. Izzy, ¿tú me crees verdad?
La menor de los Lightwood lo miró dudosa y después asintió con la cabeza para tranquilizar a su hermano.
—Alec nunca miente. —afirmó Isabelle. Su hermano le miró agradecido.
Clary miró a su novio y se encogió de hombros. Ella también había visto a un ángel antes y le era difícil creer que una chica común y corriente era un ángel. Era imposible.
—Y ustedes deberían saberlo. —incluyó Alec, con evidente molestia. Jace suspiró con pesadez.
—Lo sabemos. —repuso Jace— Pero entiende que es imposible lo que nos estás diciendo. No lo creeré hasta que lo vea.
—Pues entonces mírame.
De la nada apareció Alina. Todos la miraron atentamente en cuanto se paró frente a la pantalla táctil. Ya se había cepillado el cabello con un peine que encontró, logró verse un poco presentable. Sus ojos verdes brillaban intensamente, habían retomado su color después de la ducha, ya se veía mejor de como llegó. Alina les sonrió superiormente y se cruzó de brazos con disgusto.
—Lo estoy haciendo y pareces muy normal. —respondió Jace— ¿No será que... eres una mundana con problemas mentales y es por eso que crees que eres un ángel?
—No. —su voz sonó queda y fría como el hielo.
—Bueno, pues al menos de que me lo demuestres no te voy a....
—¿Qué tal te sentirías con una jaqueca por tres días? ¿Quieres retarme? —Alina enarcó una se sus cejas. Se acarició su cabello negro por un lado y le sonrió maliciosamente.
—Si con esa amenaza piensas que voy a creerte.
—Jace, no... —susurró Alec.
—Bien, entonces sorprendeme. —Jace sonrió con prepotencia.
Tenía una sonrisa hermosa, pero parecía ser un idiota.
—De acuerdo, muchacho.
—Alina, por favor, no. —le pidió Alec, pero ella lo ignoró.
Frunció sus labios y con el simple deseo de provocarle una jaqueca al rubio lo hizo. Jace sintió un dolor punzante en la cabeza, se tomó la cabeza con ambas manos y gritó de dolor. Era un dolor insoportable. Las venas de sus sienés se alteraron con fuerza. Jace tenía un gesto de dolor en su rostro. Clary se acercó a él e intentó tranquilizarlo. Isabelle le lanzó una mirada asesina a Alina y gruñó en voz baja.
—¡Déjalo! —gritó Isabelle.
Alina la retó con la mirada sin bajar la guardia. Con una fuerza invisible atrajo a Jace frente a ella y lo miró sin expresiones. No le daba lástima pero tampoco lo disfrutaba.
—¿Quieres que pare? —le preguntó con la voz ronca— Puedo hacerlo si quieres.
—¡Maldita sea! —expresó Jace, demostrando mucho dolor.
—¡Para ahora! —gritó Clary, acercándose con intenciones de poder hacer algo contra ella. Alina la empujó hacia la pared con esa misma fuerza invisible.
Isabelle y Alec respingaron de inmediato.
—¡Basta, Alina, para ya! —gritó Alec, preocupado por el incesante dolor de su parabatai— No es divertido.
—Hmm... De acuerdo. Creo que ha quedado claro lo que soy. —murmuró con serenidad— Y lo que puedo hacer.
En una fracción de segundos Jace dejó de sentir ese horrible dolor en la cabeza y sintió un gran alivio. Clary se despegó de la pared, pero se quedó quieta observando a la muchacha de cabellos negros y ojos verdes. ¿Era verdad lo que decía? ¿En verdad era un ángel? ¿O era algo tan poderoso como un ser celestial?
—¡Por Raziel! —expresó Jace, alejando sus manos de sus sienes. Suspiró aliviado y elevó s vista hacia Alina. Mirándola directamente a los ojos.— ¿Si eres un ángel?
—Por supuesto. —asintió con la cabeza.— He venido para cumplir una misión para salvarlos de la destrucción de la humanidad.
—Espera... ¿Qué? —Isabelle se entrometió. ¿De qué estaba hablando?
—Soy un ángel con una misión. Dios me la ha cedido y mi deber es cumplir sus órdenes. —explicó ella.
—Pero... ¿Los ángeles no son distintos? Tienen alas blancas y enormes, rostros perfectos y una vestimenta... —Clary pudo terminar la oración de no ser por Alina que la interrumpió.
—Esta no es mi forma real. —respondió de inmediato— Mi forma real es distinta. Tan hermosa, pero a la vez tan escalofriante. No se preocupen es mejor que me vean de está manera.
—¿Estás poseyendo a esa pobre chica? —cuestionó Clary, boquiabierta.
—Ella aceptó. —respondió Alina— Antes de morir me cedió su cuerpo para cumplir mi misión. Ahora ella está siendo recompensada en el cielo.
—Esperen... ¿O sea que... Dios es real? —agregó Jace, con expresión curiosa— Dios existe.
—Me ofende que no lo creyeras antes. —dijo molesta.
Dios los creó y ni siquiera le tenían fe. ¿Qué clase de paga era esa? Debían valorarlo, alabarlo y entregarsele a él completamente. Eso era lo mínimo que podían hacer.
—Sólo creo en lo que veo y por el momento no he visto a Dios por ningún lado. —respondió Jace, hablando con más tranquilidad. Comenzaba a creerle.
—Deberías tener más fe en él. —Alina hizo una mueca de disgusto y comenzó a observar todo el lugar.— Y más por lo que son. Mira que Raziel creó una nueva raza con ustedes.
—Nosotros nacimos así. —comentó Alec.
—Gracias a Raziel. —concluyó ella— Y a Dios.
—¿Soy la única que se quedó atascada en cuanto dijo "destrucción de la humanidad"? —preguntó Isabelle, con los nervios de punta.
—Sí —intervino Clary— ¿Qué hay de eso?
—Un demonio intenta abrir las puertas del infierno. —les explicó Alina— Mi deber es detenerlo.
—¿El infierno? —Alec frunció sus cejas con confusión.
—Sí, el infierno. ¿De dónde crees que vienen los demonios? —le respondió irónica.
—Bueno, yo.... —Alec tartamudeó.
—¿Saben lo que significa si el infierno asciende? —les preguntó— ¿Saben todo lo que está ahí?
—¿Demonios? Muchos de ellos. —respondió Jace.
—Algo mucho peor que eso. Estamos hablando de un peligro mayor. Estamos hablando de Lucifer.
Los cuatro cazadores de sombras se quedaron boquiabiertos, con expresiones de horror en su cara. No lo podían creer. Si les había costado creer en Dios ahora Lucifer. El diablo, Satán o cualquiera de sus apodos. ¿También era real? Ya no era una guerra entre cazadores y demonios. Era una guerra entre el cielo y el infierno.
—Tal y como Dios existe, Lucifer también. —murmuró Alina— Y creanme es mucho más poderoso que cualquier ser en la tierra o cualquier ángel. Su poder es casi igual al de Dios. ¿Ahora entienden la gravedad del asunto?
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Bravery [Alec Lightwood].
FanfictionAlina es un ángel enviado al mundo para completar una misión de la cual depende la existencia de la humanidad. Buscando al arcángel Gabriel se encuentra con una raza de humanos mitad ángeles; Nefilims. Los cuales la ayudarán con su importante misión...