Capítulo 15:Ataque demoníaco.

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Una semana. Tan solo siete días. Los siete días más desesperantes que Alina junto a Alec hayan tenido en toda su vida. No había ninguna pista del arcángel Gabriel o alguna información que lo conectara. Parecía haberse hecho polvo.

Lo único que podían hacer era esperar, pero esperar era lo peor de todo. Y más para Alec, que no había tenido percepciones de Jace. Él era el más preocupado de todos en el Instituto, los demás sabían que solo era cuestión de tiempo para que el arcángel apareciera, sin embargo, había algo que hacía que Alec no estuviese en paz.

—¿Dónde está todo el mundo? —preguntó Alec, al entrar al vestíbulo y encontrarse a Alina con un libro en las manos.

—Isabelle fue a ver cómo estaba Clary, se llevó a Noora. Metatron intenta encontrar algún tipo de información que implique a Jonathan. Y los demás no sé.

Alec suspiró agobiado.

—Algo anda mal. —se llevó una de sus manos a la frente.— Puedo sentirlo. No solo con Jace sino con todo lo relacionado a tu misión.

—Ya no te preocupes, Alec. —susurró ella.

—Es inevitable, Alina. ¿Tú cómo haces para estar así de tranquila? —tomó asiento en el sofá de terciopelo marrón.

—No estoy tranquila. Es solo que me mantengo al margen de la situación. Alguien de aquí debe hacerlo.

Alina suspiró.

Nunca en su vida se había sentido cansada, fuera lo que fuera que estuviese haciendo, ella nunca se agotaba, pero ahora las cosas estaban cambiando. Quizás era por la misión tan difícil que Dios le dio o el simple hecho de estar entre humanos que le proporcionaba ese cansancio que ellos acostumbraban sentir cuando las cosas no iban como lo esperaban.

—¿Has dormido está semana? —preguntó él.

—Dije que no necesito dormir. —contestó sin preocupación y Alec la miró mal.— Además los he estado cuidando mientras duermen.

—¿Cuídandonos? —Alec se quedó pensativo. Ella no tenía porque cuidarlos. No necesitaban de protección.— ¿Por qué lo haces?

Y en ese instante se le cruzó la idea de que quizás Alina les estaba ocultando algo importante sobre la misión. Quizás ellos estaban en peligro, pero Alina no era capaz de contarles la verdad.

No. Eso era poco probable, así que se sacó esas faldas teorías y aclaró su mente con facilidad.

—Ustedes me están ayudando. —dijo.— Yo solo les estoy pagando con una protección.

—¿Sólo es por eso?

—¿Por qué más? —Alina enarcó una de sus delgadas cejas.— No tengo nada que hacer por la noches, aparte de esperar, y decido gastar mi tiempo en algo que si valga la pena.

—¿Y nosotros valemos la pena? —el joven se rasca el entrecejo, mostrándose un poco inquieto.— O no...

—La valen. —asintió con la cabeza.— Claro que la valen, Alec.

El muchacho esbozó una pequeña sonrisa de lado y se cruzó de brazos. En definitiva habían avanzado un poco con Alina, en especial con la conexión que tenía con Noora, desde que llegó al mundo se mostró inexpresiva, pero con el transcurso de los días en el Instituto había estado desarrollando estado de animo que bien le ayudaban en su estancia con los humanos.

Ambos se quedaron sumergidos en sus pensamientos. Cuando una alarma comenzó a sonar. Alec se alarmó de inmediato y se dirigió a la sala de control. Alina le siguió los pasos con rapidez, no sabía que significaba esa alarma, pero por la expresión del rostro de Alec se trataba de algo malo.

Bravery [Alec Lightwood].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora