Bravery [Alec Lightwood].

Capítulo 22:Un ángel de nuevo.

Un sí o un no. Alec no estaba seguro de la respuesta de Alina, pero podía ver en sus ojos un brillo que pocas veces veía en ella. Así que se acercó lentamente y sin apresurarse. Soltó las manos de la ángel, miró sus labios con tanto deseo y se fue acercando a su boca con la intención de poder besarla. La muchacha abrió sus ojos de par en par, Alec se estaba acercando para darle un beso y no sabía que hacer, porque nunca había besado a nadie.

—Siento interrumpir, pero Metatron acaba de llegar hace un instante.

De la puerta apareció Isabelle con una sonrisa acusatoria hacia su hermano mayor. Alec, retrocedió casi de inmediato y se alejó de Alina para ver a su hermana a los ojos.

—¿Consiguió alguna información? —Alina se aclaró la garganta y se acercó a Isabelle.

—Eso dice. —se encogió de hombros.— Está un poco herido. Creo que se metió en líos.

—Bien, —inquirió Alec con incomodidad— Ya nos apresuramos a bajar.

—De acuerdo.

Isabelle se dio la media vuelta y se alejó de ellos. Alina la quiso seguir, pero Alec la sostuvo del brazo con poca fuerza.

—Ali, ¿qué haremos después de lo que nos diga Metatron? —le preguntó preocupado.

El joven sabía que si le daba la ubicación exacta de Jonathan iría tras él con rapidez y le asustaba la idea de que todo acabara antes de comenzar.

—Lo que he planeado desde un inicio, Alec, pienso ir a matarlo antes de que abra las puertas del infierno.

—¿Y si las cosas no salen bien? —pronunció con muchas dudas en su cabeza— No quiero que Jonathan te haga daño.

—No lo hará. —le aseguró Alina.— Te lo prometo, Alexander Lightwood.

El pelinegro no dijo nada, y en un ágil movimiento se acercó a ella y le plantó un beso casto. Fue por un acto de impulso, si no iba a besarla en ese momento, entonces le robaría un diminuto beso de sus labios. Se dio la vuelta para salir corriendo por el pasillo, ya que era tanta la vergüenza que sentía al no haberse controlado.

Alina se quedó atónita ante la actitud infantil de Alec. Luego, sonrió ampliamente y se acarició los labios con lentitud. Segundos después cayó en cuenta de que tenía que bajar para hablar con Metatron y se apresuró a salir de su habitación.

Ni siquiera caminó hasta ahí, ella se apareció en la sala de control. Todos estaban observó a Metatron. El rubio tenía una mejilla golpeada, bajo su camiseta blanca se veía una ligera mancha de sangre y parecía estar débil. Realmente débil. ¿Qué le había sucedido?

—¿Qué te pasó, Metatron? Te ves muy mal. —Alina preguntó en cuanto lo vio en ese estado.

—No es bueno torturar a un demonio y darle la espalda por un minuto porque...

—¿Qué? ¿Torturaste a un demonio? —Jace se apresuró a hablar con desagrado.— Con los demonios no se juega.

—Créeme, lo sé. —rodó los ojos— Casi muero de no ser por Jonathan.

Alina lo miró con mala cara. Ahora Metatron cambiaría de lealtad solo porque Jonathan le salvó la vida. Ese era el peor chiste que hubiese escuchado, porque eso era lo que era; un mal chiste.

—¿En serio, Metatron? No me digas que ahora no vas a ayudarnos contra Jonathan. —la voz de Alec sonó queda y con mucha rabia.

Quizás Naomi tenía razón con respecto a Metatron. Y si era así no tenia otra opción mas que dejar que Gabriel lo asesinara.