En lo Profundo del Bosque

Capítulo 21

Claire, 19 años, ???, año 306?

No había tenido un sueño tan placentero desde hace muchos meses, las cosas no se habían visto nada confortables estos último días, Damian había estado todo ansioso y extraño, murmuraba cosas sin sentido y simplemente a veces solo decía que lo sentía mucho. Muchas veces sentí miedo de él, cuando se irritaba, cuando gritaba sin sentido, inclusive cuando solo era capaz de lamentarse.

Pero entonces esta noche él solo sonrió y dijo que estaría bien, que lamentaba lo de hace unos días y que me dejaría respirar mientras él hacía guardia. Supongo que su sonrisa me dio una tranquilidad increíble pues él no era de dar sonrisas que no fueran burlonas o arrogantes... supongo que hay cosas que si resultan ser sinceras.

Ahora estoy durmiendo tranquilamente mientras somnolienta empiezo a escuchar movimiento en la casa de campaña, los rayos de la luz se cuelan intrépidos entre la tela de la casa mientras una ventisca fresca me alcanza, rápidamente deduzco que la puerta está abierta.

O bueno, dormía tranquilamente hasta que sentí algo frío y duro presionarse contra mi mandíbula, termino de despertar aún sin abrir los ojos para darme cuenta que en mi mano se encuentra este objeto pero ahora tengo tiempo para reaccionar que lo que se presiona no es algo nada amigable.

Un arma, una jodida arma en mi mandíbula.

Abro con rapidez los ojos alejando el arma de mi cabeza, notó que mi mano envuelve está como si yo la hubiera tomado mientras que mi del índice se encuentra peligrosamente ubicado en el gatillo. No soy capaz de soltar el arma mientras observo con miedo el particular objeto.

¿Cómo es que esto llego a mi mandíbula?

Mis manos tiemblan mientras suelto el arma, mis labios empiezan a sacudirse mientras llevo mi mano a mi boca, no me doy cuenta que suelto lagrimas hasta ahora cuando dejo que el arma caiga a un lado de mi costado. Estoy asustada, pero más que eso estoy molesta.

Muy molesta, más de lo que nadie debería estar.

Es claro que yo no coloque esa mierda en mi mandíbula, como también es muy evidente que alguien de ellos estaba atentando contra mi vida de una manera muy astuta haciéndolo quedar como un maldito suicidio mientras solo intentaba dormir. El nivel de crueldad para acercarse a mí mientras dormía, poner el arma en mi mano y el dedo en el gatillo solo para que yo en un ligero movimiento inconsciente acabará con mi vida me hace querer despellejar a quien lo haya intentado.

Va a pagar por esto.

- Claro que va a pagar por esto - digo calmando a la vocecita de mi conciencia que intenta decirme que debo hacer.

Alejo esa asquerosa arma de mí mientras salgo a toda prisa de la casa. Damian me recibe con una sonrisa antes de seguir tomando de su agua, Josh ni siquiera me mira, solo abrocha sus cordones. Entonces ahí está Ane, mirándome con una mueca.

Bingo.

Tenemos al pez gordo, ahora podemos hacer lo que queramos con este.

Bufo para ella mientras empiezo a apagar la fogata, aclaró mi garganta fastidiada, ni siquiera me importa lo que esa perra asesina piense de mí, si en su locura intentó matarme una vez sin que yo le hiciera algo en particular entonces querrá guindarme por esto, pero realmente, ¿eso me va a detener? La respuesta es no.

Me acerco a Damian con una sonrisa, me siento al lado de él recostando de manera acogedora mi cabeza en su hombro derecho mientras jugueteo con un mechón de su cabello, Ane procede a aclarar su garganta.

Eso es pequeña perra, retuércete de los celos.

¿Podemos hacer esto mejor? La respuesta es un absoluto sí, mi querida conciencia.