En lo Profundo del Bosque

Extra 2

R4912, trece años, 29 de Enero, año 3051

Es increíble cómo desde que desperté simplemente esos animales me tomaron y llevaron a una cabaña, es un dolor de cabeza el de todos los días, pero si hay algo peor son las pesadillas.

Desde aquel día mis sueños nunca fueron buenos, aunque no recuerdo si alguna vez tuve una buena noche, siempre un grito de una mujer diciendo "Damian" me hace despertar, no importa cómo o porqué lo grité siempre en mis pesadillas, es algo usual a lo que me acostumbre.

Supongo que ese debió ser mi nombre antes de ser traído a la contención.

¿Algo a lo que también me acostumbre?
Al constante murmullo de saber que no estoy solo; a veces quisiera ser como los demás que al escuchar silencio sus oídos generan un pitido suave, pero yo no.

Porque el silencio es sangriento, violento y mortífero. Un carnaval para a las que he llamado mis compañeras. Las criaturas que viven en mis cavidades craneales, desmoronan mis sentidos, se apoderan de mis sueños con sus perversidades y maliciosos deseos y desgarran mi cordura con sus murmullos, risas y constantes represivas hacia mí. Se molestan con facilidad, no me dejan tomar una decisión solo, siempre están aquí y a veces salen de mi cabeza usando mi oído (prefieren el derecho más que el izquierdo, dicen que es más espacioso) para mostrarse como sombras sin forma y trepar por las paredes.

Pero me aterra cuando lo hacen, el exterior las molesta mucho y prefieren mi cuerpo, es cálido y huele a muerte, me dijeron cuando les pregunte por qué lo preferían.

Me absorben y me distancian de la realidad, me hacen un ser temeroso y enfermizo... me vuelven distinto y raro.

Pero son mis amigas, me aconsejan y me dicen lo mejor para mí.

Nada en el canal y hunde la cabeza, juguemos al juego del cuerpo y hagamos que todos se asusten.

¿Alguna vez has intentado vomitar? Es divertido tener arcadas... el cosquilleo lo hace interesante y el riesgo una aventura... ahora inténtalo con un cuchillo.

Es bueno jugar contigo.

Para eso estamos aquí, para hacerte uno de nosotros.

Las personas son malditas, nosotros somos todo lo que necesitas.

- ¿Y quiénes son ustedes? - pregunto absorto en todo lo que murmuran, no me gusta la forma en la que unos niños me observan así que mis ojos se pierden.

Somos tus amigas...

No creo que sean mis amigas pero aún así no lo niego, suelen explotar cuando les llevó la contraria.

Aunque tal vez me planteé la idea de que ellas sean todo lo que tengo en un buen tiempo puesto que parece que no les agrado a mis compañeros de cabaña; uno de ellos me llamo loco y entonces las cosas se descontrolaron en mi cabeza cuando ellas me gritaban una y otra vez que lo lastimara, que le hiciera mucho daño, algo explotó dentro de mí ese día y hasta ahora no lo he aprendido a controlar.

Y me excluyo en mis males cuando chocó contra alguien en mi camino al baño a quitarme la camisa llena de lodo.
Maldice mucho para tener una voz tan suave y al ver sus ojos contengo mi jadeo. Son extrañamente preciosos, me absorben casi tan fuerte como mis compañeras y es demasiado hermosa para solo evitar mirarla o contestar sin pensar sus quejas.

Quiero a este precioso ángel en mi vida. No era la primera vez que veía a cierta belleza, es muy despampanante y con una peculiar belleza que la hace muy llamativa a la vista.