Capítulo 11

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Claire, 19 años, ???, año 3066

La noche es tan obscura que nada parece poder romperla.

Sé que estoy jugándomela en grande tras ir detrás de este hombre, pero realmente ¿Eso importa ya?

Un relámpago suena tan fuerte que me hace detener para respirar. Odio el sonido que estos producen, eso ha sido toda mi vida, algunos traumas nunca se supera.

Me oculto tras un árbol cuando veo que se detiene, las primeras gotas en caer ahora se han tornado con fuerza mezclándose junto a la ventisca. Las ramas de los árboles se sacuden por la magnitud de brisa mientras las gotas se vuelven incesantes y fuertes.

El sonido de la lluvia es capaz de inundar todo alrededor. La tierra mojada se impregna en el aire mientras que siento mi cuerpo ser empapado de la cabeza a los pies.

Saca su escopeta mientras se sitúa entre los arbustos. Estamos lo suficientemente alejados del campamento para que cualquiera que este durmiendo pueda escuchar un disparo.

Algo se empieza a mover en el otro paramo, me escondo mientras tomo una roca, es pequeña y no haría nada por salvarme pero es mejor que no estar armada con nada.

Carga el arma como todo un experto mientras se mantiene en la misma posición. Cuando lo que ahora reconozco como un ciervo empieza a salir de su escondite, Damian dispara el arma.

El sonido es tan estridente que me hace jadear, me dejo caer ante aquel ruido. El animal cae mientras se retuerce en el suelo haciendo alguna clase de quejidos

Damian baja el arma mientras se acerca al animal, toma una vara y comienza a golpear a este con mucha fuerza. Los jadeos y gruñidos que suelta Damian me hacen darme cuenta de la enorme cantidad de furia que está desquitando en esta caza. Odio ver esta escena, es horrible y tan espantosa que debo cubrir mis ojos o tapar mis oídos.

Con una fuerza impresionante, el hombre toma una enorme piedra, la cual deja caer sobre la cabeza del ciervo. El sonido de su cráneo ser aplastado es desagradable de un grado tan alto que me hace jadear.

Intento retroceder pero termino pisando una ramita, el sonido seco lo hace voltear alarmado, no lo pienso demasiado cuando empiezo a correr.

Corro sin orden o permitiéndome ver el camino, en este momento desearía tener dos gomas elásticas por piernas.

No sé cómo logro llegar al campamento, lo único que logro ver es a Ane dormida bajo a un tejado de madera. Duerme tan placentera que prefiero no hacer ruido.

Mis pasos suenan junto a los charcos, la lluvia sigue cayendo sin detenerse, los rayos y truenos suenan inminentes mientras intento abrir la casa de campaña.

Logro entrar mientras me tumbo sobre una esquina, mi respiración está tan acelerada que parece que el corazón saldrá de mi pecho.

Karol y Josh duermen tranquilos en una de las esquinas mientras se abrazan. De hecho, parece más bien que Josh se ha colgado de ella cual oso.

Alguien empieza a abrir lentamente la casa de campaña mientras las gotas de lluvia y ventisca congelada se encargan de arribarme de nuevo. Cierro mis ojos mientras respiro intranquila. Mi pecho se eleva y baja sin control.

A quien reconozco como Damian se acerca a mi cuello respirando cerca de este. Toma un mechón de mi cabello mientras lo toca y pasea entre sus dedos.

No voltees, no lo hagas. No voltees, no voltees.

El hombre se levanta y sale de la casa de campaña. Suelto todo el aire que contenía dentro de mis pulmones mientras toco mi cabello. Está húmedo, como si hubiera estado mucho tiempo bajo la lluvia.

En lo Profundo del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora