Capítulo 18

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Claire, 19 años, ???, año 3066

El tiempo corre.

Solo imagínalo, corriendo de un lado a otro a gran velocidad pero siempre en círculos.

Que inútil e insignificante es el tiempo cuando los únicos segundos que cuentan son los que quedan antes de volverse loco.

El corazón te late rápido, la respiración se corta, la mente se dispersa. No son solo alarmas de la mente, son síntomas de estar perdiendo la cordura.

Y son verdaderas alarmas las que suenan sin cesar en mi cabeza cuando me acerco al peligro, cuando me encuentro espalda contra espalda de la muerte... cuando me acerco a Damian.

Alarmas que suenas pero no logran asustarme, porque siendo muy honesta, y siempre procuro ser muy honesta conmigo misma, no he encontrado mejor forma de perderme en algo como lo he hecho con él.

Él y sus ojos muertos, él y su palidez, él y su rostro sin expresión. Te corta la respiración el estar cerca de Damian.

Y nunca perder la respiración se sintió tan bien. Es como saltar al vacío: al principio da miedo, luego el vacío en tu pecho se vuelve adrenalina y las alarmas se logran calmar mientras aceptas la realidad, has saltado a la nada.

Y él decidirá si te deja estrellarte contra el piso o elevarte y llevarte tan lejos como nunca creíste estar. Y cada día solo me siento un paso más cerca del vacío.

Me estoy adentrado en lo profundo de algo más grande, más espeso y potente que yo. Me ahoga y se lleva mi vida de mis manos mientras me jala hacía abajo. Y aun así, todo se siente tan idóneo que no podría quejarme de perder mis hilos.

La mente es tan dispersa que a veces se necesita una correa para que no vaya a dónde quiere ir.

Y prefiero aceptar el consejo de mi débil cordura mientras me quede un poco de ésta. La noche no va a tomar mi mente como su presa una vez más.

Ojos tristes, miradas caídas, odio a mares... mentes perdidas. Es todo lo que verás cerca de este lugar. Jóvenes que creyeron que podían encontrar su vida de nuevo solo para darse cuenta en el barco en el que realmente están: perdidos en un bosque, sin esperanzas y llenos de odio y tristeza.

Me odio por pensar que podría lograrlo.

Josh está durmiendo abrazándose a sí mismo, Ane está durmiendo al lado de la fogata, sin duda hace frío aquí.

Dirigió mi mirada hacia Damian que se ve raro, de hecho ha estado muy silencioso toda la tarde. Pero no silencioso en lo normal, se veía como si estuviera ahogándose en sus pensamientos.

No tardó en acercarme y ponerme a su lado, él no me nota, está demasiado sumido en su mundo para notar que la vida sigue pasando para los demás.

- Hey - le doy un leve empujón que lo hace saltar y luego mirarme. Hay algo en su mirada que me hace sentir la necesidad de protegerlo

- Claire, yo... no sabía que estabas, bueno, aquí - dice él

- ¿Sabes qué confío en ti, verdad? Espero recibir esa confianza de parte tuya - digo mirándolo, él no vuelve a mirarme

- El problema contigo es que tratas de convencerte a ti misma de que algo siempre sucederá, cuando no hay nada, no... nunca hay nada - que hable a la defensiva me hace saber que hay algo detrás de esa fachada

Este tiempo me ha servido para darme cuenta que esa actitud defensiva y arrogante solo es un escudo para lo que lo lastima. Lo han lastimado, pero tarde me di cuenta que quien lo lastima no está presente.

En lo Profundo del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora