Capítulo 1

62 5 0
                                    


Vee, ocho años. 9 de Abril, año 3047


El sonido de los pajarillos cantando me hace despertar. Quiero seguir durmiendo pero una mano tapa mi boca. Mi respiración para por un momento antes de reconocer el rostro de mi hermano mayor haciéndome un gesto de silencio

- ¡Thomas! - protesto en cuanto quita su mano su sucia mano de mi cara

- Calla o nos descubrirán - pide él en un susurro

- ¿descubrir qué? - pregunto igual de bajo. Él rueda sus ojos como si yo hubiera dicho algo bobo

- Que estamos despiertos. Pronto mamá traerá el pastel de dos capaz, mitad chocolate y mitad fresa.

Lamo mi boca. Amo el chocolate, es mi sabor favorito de pastel, amo comerlo en lo que sea.

- ¿Por qué nos traerían pastel? Aun no es mi cumpleaños, espera... ¡es tu cumpleaños y no me lo dijiste! - digo cubriendo mi boca

- ¡no, tonta!, nuestros papas siempre traen pastel este día, solo que nunca te enteras. Mañana va a ser un día feo por eso nos consentirán - dice el rodando nuevamente sus ojos.

- ¿Qué clase de día feo? - pregunto

El sonido de pasos por el pasillo hace que Thomas de un gran salto y esta devuelta en su cama, mientras yo solo vuelvo a acostarme cerrando mis ojos.

De repente el fuerte ruido de la puerta siendo abierta hace que Tommy y yo abramos nuestros ojos recargándonos en la cabecera.

Mami y papi están de pie con una sonrisa, ojos muy rojos y un delicioso pastel de chocolate y fresa en sus manos. Solo puedo ver la mirada de Tommy como si fuera algo normal.

- Hola mis amores - dice mami con la voz ronca

- Hola mami, ¿y ese pastel? - no puedo evitar preguntar

- Es para ustedes, mitad fresa y mitad chocolate, hoy va a ser un día divertido - su sonrisa crece

- ¡entonces que esperamos!, vamos mami, yo quiero pastel - me paro y tomo a mamá de la mano antes de llevarnos a la cocina.

Como ella prometió, el día fue muy divertido. Vimos viejas películas, comimos mucho pastel y jugamos juegos de mesa. Todo era divertido antes de que papá, muy nervioso entrara a la habitación.

- Louisa, tenemos un problema en el cobertizo - dice papá

- Ya te alcanzo - ella se gira hacia nosotros - ahora vuelvo niños. Quédense aquí.

Cuando mamá sale, Thomas toma mi brazo y me jala hacia donde ellos se habían ido. Quedamos con los oídos pegados en la puerta del viejo cobertizo mientras escuchamos la conversación.

- ¿Qué es lo que sucede esta vez? Los niños se quedaron...

- Mira esto - dice papi aun preocupado. Me gustaría ver que es lo que lo provoca esa preocupación

- ¿Qué paso? - pregunta mamá aún muy tranquila

- ¡la zanja!, ¡la maldita zanja se estancó de lodo! Esto paso por la lluvia de anoche. La intente destapar, pero es imposible

- ¿Qué significa esto? - pregunta mami con preocupación en su voz

- Ellos no se pueden esconder aquí, la zanja se arruino, necesitaremos un nuevo lugar para meter a los niños.

Me quedo muy quieta. No quiero eso.

No quiero que me escondan.

A pesar de que Thomas está tirando de mi mano, yo no me puedo mover. Mamá sale del cobertizo y sus ojos se abren al vernos.

En lo Profundo del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora