Capítulo 17

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Claire, 19 años, ???, 3066

Despierto jadeando, el sudor se cuela por mis clavículas y punza en el abdomen.

Abrir los ojos me lastima, como si la intensidad golpeara. El brazo derecho me arde de una manera terrible.

Solo hay obscuridad.

Obscuridad y silencio.

Odio el silencio.

Es crudo, vil y tétrico, y dormir no es mi clase de excusa para este.

Porque cerrar los ojos significa recordar. Significa despegar. Y a mi mente le gusta despegar... gritar y quemar.

Y recordar.

Duele tanto recordar...

¿Se me permite llorar? Opto por hacerlo mientras masajeo mis adoloridas sienes. Quiero despertar... ya no quiero despegar... ya no quiero recordar.

Lagrimas se deslizan tranquilas por mis mejillas, mi piel se siente caliente y los recuerdos en forma de balas destruyen mi cráneo hasta enterrarse en las profundidades de mi cerebro.

Sangre, espinas, cuerpo... suicidio.

Duele recordar, quema estar vivo... mata estar vivo.

Me punzan  tanto las sienes.

La muerte parece mejor que esta maldita tortura...

***

No puedo mantener los ojos abiertos. La luz me lastima sin piedad y las pupilas se achican por ésta.

Debo verme terrible mientras tomo mi mochila y la coloco en un hombro.

-       ¿Qué mierda te sucedió? – pregunta Damian llegando con total calma hasta mí

-       ¿Por qué preguntas? – digo sin mirarlo, él toma mi hombro y me hace girar hasta quedar frente a él. Su piel va pálida, su rostro sin expresión y hay leve cansancio en sus ojos

¿Por qué nunca lo había notado antes?

-       Tu piel se ve demacrada, pareces una hoja de papel con esa palidez, tienes círculos purpuras alrededor de tus ojos y los ojos hinchados, es obvio que bien no estas – rueda sus ojos mientras me suelta

-       No dormí bien, no es para tanto – digo bajando la mirada. Él toma mi mochila y se la coloca en el hombro opuesto, me volteo y arqueo una de mis cejas

-       Te ves exhausta, déjame llevarla... y deja de mirarme como si fuera algo estúpido

-       ¿Y qué pasaría si te dijera que te ves incluso peor que yo?

-       Eso lo dudo

-       Pues estas muy cerca de estarlo. Deja de intentar protegerme de mí misma y empieza a pensar por ti

-       ¿pensar en mí? Eso suena como una mala decisión por tomar

-       ¿disculpa? – pregunto

-       Angelito, no soy un sujeto que goza de hacer realidad sus decisiones

-       Sin importar si fueran malas o buenas, cualquiera debería sentirse feliz por ellas

-       Entonces no te has dado una oportunidad de pasar por mi mente

-       ¡Ya deja de fingir que hay algo malo en ti! - terminó por gritar exhausta de estas actitudes

En lo Profundo del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora