Capítulo 12

30 6 2
                                    


Claire, 19 años, ???, año 3066


El día ha estado tranquilo. Tal vez hasta demasiado.

Y no es que yo guste del drama o algo así, simplemente es que no hemos tenido desastres por parte de nadie.

Justo ahora estamos desarmando la casa de campaña para seguir moviéndonos, como siempre, avanzando sin saber a dónde vamos.

Podríamos estar andando en círculos, podríamos estar caminando de regreso a la contención, podríamos estar en camino a nuestras muertes... o podríamos estar yendo hasta nuestras vidas... ¿quién lo sabe con exactitud?

Siempre caminando hacia el norte.

- Sabes, yo sugeriría que fuéramos hacia esa dirección - dice Karol apuntando al este

- ¿sabes?, no pedimos tu opinión - dice Damian rodando los ojos

Creo que hable antes de tiempo.

- Creo que te molesta el hecho de que yo pueda tener razón y tú quedes como un imbécil - ataca ella

- Nuevamente, no pedimos tu opinión - dice él

- Bueno, pues si lo que deseas es tenernos como perros siguiendo nuestras colas lo estás logrando

- Tú qué sabes sobre orientarse - dice Damian

- Lo suficiente para no mandarnos directamente a nuestras tumbas. ¿por qué deberíamos seguirte a ti?

- Porque sin mí ustedes estarían ya en esas tumbas

- Jamás escuche tal tontería. No necesitamos de ti para nada - dice Karol poniendo una mano sobre su pecho

- Créeme, bonita, sin mí, ustedes estarían contando estrellas desde el cielo

- ¿Quién nos asegura que no eres uno de ellos?, ¿Quién nos asegura que no nos conduces a nuestras muertes?, ¿ese es tu interés?

- Deja de decir estupideces y avanza - termina por decir Damian quitando la mano de Karol de su pecho. Todos comenzamos a caminar en silencio

No dudaría que un día de estos dos terminen matándose entre ellos.

***

Caminamos mucho, lo hacemos por el resto del día y la noche. A la madrugada nos vamos a dormir un par de horas para estar despiertos en la mañana siguiente.

Observo a Karol mientras me mantengo abrazando mis piernas. Se ve distraída y profundizada en sus pensamientos. Inmediatamente empiezo a recordarla en la cabaña desde que éramos unas niñas; ella afilando varas en forma de flechas e insultando sin parar, y yo protegiéndome, siguiendo las reglas, y por supuesto, salvando a Karol.

Pensar en nuestra infancia mueve algo dentro de mí que me resulta inexplicable. No determino si es molestia por lo que pasamos, o si es antaño por lo que nunca vivimos.

Por nunca ser niñas de verdad.

Y realmente, ¿Quién sabe lo que es ser un niño?

Sin familias, ni rastro, ni pasado.

A veces pienso que de los que estamos aquí la que más termina sufriendo siempre será Karol. Ella tiene la desdicha de estar condenada a saber de sus padres cada día y no poder hacer nada al respecto. Cuando la conocí pensé que ella debía tener una enorme suerte.

Pero cuando los años pasan te das cuenta que puedes anestesiar esa sed de información con solo pensar en que tu vida no podría tener sentido. Pero Karol lo sabe, sabe que tiene una madre desecha esperando por ella.

En lo Profundo del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora