Capítulo 31: rodeados

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Mierda.
Me levanto de la cama corriendo y voy al baño.
Vomito... no sé lo que vomito si no he comido nada...
Madre mía, no sé si voy a poder con esto...
Cuando acabo me levanto del suelo, me ducho y me cepillo los dientes.
Al salir me pongo un pantalón corto con una sudadera, hoy no voy a salir.
Salgo de la habitación y al pasar por una de las miles habitaciones escucho gemidos... ¿gemidos?
Pego el oído en la puerta e intento escuchar.
-oh si... muévete así- escucho a... Derek.
Dios...
Las ganas de vomitar vuelven y las lagrimas empiezan a caer.
Corro al baño mas cercano y vomito.
Un escalofrío recorre mi cuerpo.
Y apoyo mi cabeza en la taza del baño, no puedo con esto sola.
Cuento hasta 10 y me levanto del suelo, todo empieza a darme vueltas.
Me sujeto al lavabo del baño pero me es imposible.
Empiezo a perder el equilibrio y todo se pone negro.

-Señotira...- escucho de fondo.
-Señorita...- escucho de nuevo.
Abro los ojos lentamente y veo a Bianca, la cocinera.
Me ayuda a ponerme en pie.
-¿Que le pasó?¿Quiere que avise al joven Derek?- va a salir corriendo pero la sujeto de la muñeca.
-Me desmayé porque no he comido últimamente y no hace falta que le digas esto a Derek.
No parece convencida.
-De verdad, estoy bien- sonrío.
Al final Bianca me sonríe y me ayuda a bajar a la cocina.
-Voy a darte de comer para que no vuelva a pasar- me sonríe.
Asiento.
Veo como empieza a hacer tortitas.
-¿Cuántas quieres?
Mmm...
-Tu hazlas y yo te paro- sonrío
Una, dos, tres... ocho.... doce.
-Ya.
Bianca me mira extraña pero al final sonríe.
Saca de la nevera mermelada de fresa, sirope de chocolate, sirope de fresa y queso de untar.
Sale de la cocina dejándome sola.
Empiezo a comer cada una de las tortitas.
Esto es la gloria.
Voy por la quinta cuando de repente se abre la puerta de la cocina de nuevo.
Se escucha los tacones de alguien, así que me giro.
Al darme la vuelta me cuentro con una chica pelirroja, la cual lleva 1 kilo de maquillaje y el pelo alborotado.
Ruedo los ojos.
Ella sonríe.
-¿Eres la ama de llaves de esta casa? ¿No se supone que deberías estar limpiando?- sonríe de oreja a oreja.
Ufff... dios mío, dame paciencia.
-Soy la que te va a echar de esta casa, zorra.
Me levanto de la silla.
Y la cojo del pelo.
Empieza a chillar.
Tiro de ella hasta la puerta pero antes de salir siento como tiran de ella.
Me quedo con unos cuantos mechones suyos en la mano.
Es Derek.
Miro a Derek, el cuál ha puesto detrás suyo a la pelirroja.
-¿Que crees que haces?- pregunta furioso.
Sonrío.
-Echar a esta zorra de la casa de mi abuelo.
La pelirroja abre los ojos.
-¿Por qué? ¿Que más te da que ella esté aquí?
-Porque no quiero a nadie en esta casa, si vas a follar con alguna vete a un puto hotel y no las traigas aquí. Sabes, no es nada agradable levantarse por las mañanas y escuchar gemidos.
Dicho eso me voy a la cocina, no quiero seguir discutiendo.
Vuelvo con mis tortitas.
Cuando llego a la tortita 12 escucho la puerta de la cocina abrirse de nuevo.
Es Derek.
Va la nevera y saca dos huevos y beicon.
Va a ponerse a freírlos pero llega Bianca de nuevo.
-¿Que hace señor?- pregunta Bianca.
-Hacerme el desayuno- sonríe.
-No no... para algo estoy aquí.
Bianca coge lo que Derek tiene en las manos y los pone en la cocina.
Va a ponerse a hacerle el desayuno.
Yo me estoy acabando mi tortita 12.
Derek suspira y se sienta en la silla que está a mi lado.
Le veo de reojo y veo varios chupetones en su cuello.
Me acabo la tortita en un solo bocado y me marcho.
Subo a mi habitación esperando a que me lleguen las ganas de vomitar, sé que en cualquier momento llegarán.
Estoy acostada en la cama, cuando suena mi móvil.
Corro hacia él y lo cojo.
-Si.
-Nina, soy David ¿te apetece salir esta tarde?
-Claro, nos vemos a las... ¿4?
-Okey, nos vemos.
Cuelgo.
No sé muy bien que estoy haciendo con mi vida.
Estoy embarazada de Derek, lo quiero y me quiere pero... está David... creí haberle olvidado pero cuando apareció de nuevo sentí mariposas en el estomago y una corriente eléctrica al tocarnos.
Hoy quiero comprobar algo.
Si vuelvo a besar a David y siento lo mismo dejo a Derek, no puedo estar en situación por mucho más tiempo.
Intentaría algo con David y espero que funcione, si no, me voy a España.
Y los bebes... Derek sabrá de su existencia.
Sonrío al tocar mi abdomen plano.
Aquí están mis pequeños.
Miro la hora y son las 12 de la mañana.
Decido dormir un poco, la verdad es que estoy muy cansada.
Me acuesto en la cama y me quedo dormida en segundos.

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