Después de besarnos un largo rato, decidí que era hora de parar. Tenia que llegar al trabajo antes de que se dieran cuenta que no estube la noche entera. El sol empezaba a salir y yo corrí para llegar a tiempo.
* * * * *
Después del trabajo me fui camino a mi casa. Hoy tenia el día libre en el trabajo, y la universidad me tocaba por la tarde. Despues de correr tanto necesitaba comer. Y despues de comer me prometí dormir un rato. Esto era solo un plan de lo que haria esta mañana.
De camino a mi casa me pasaron muchas cosas por la cabeza. Las fundas desaparecidas para mi ya no eran un misterio. Pero me seguia preguntando ¿Por qué Lio se las llevaria? No sabia ni como detenerlo. Él para mi era como droga. Sus besos eran veneno. Aunque los lobos eramos mas fuertes que los vampiros, o al menos eso pensé, en su presencia yo era tan débil como una simple humana. El futuro me preocupaba mucho. Mi camino siempre fue tan claro... Hasta el día en que me convertí en lobo. Aquel día las cosas empezarón a cambiar de forma por completo.
Cuando llegué a casa me esperaba una nota en la mesa de la cocina. Y un pollo entero en el horno.
-Que raro... -Pensé.
"Tuve que salir temprano. Tengo una junta con Davide y nuestra 'manada' en su casa de campo. Se que vos también sos parte de la manada, pero no pude esperarte. Te cuento en que quedamos, cuando regrese. Si llegamos a necesitarte, escucharás nuestros aullidos. No te preocupes. No es nada. Parece que de nuevo tenemos problemas con los vampiros. Que esto no te vaya a asustar. Son solo vampiros. Somos mas fuertes que ellos.
Suerte en la escuela. Te dejé un pollo en el horno. "
-Vampiros... -Arrugé el papel y lo tiré a la chimenea. Abrí el horno y en menos de media hora ya no quedaba nada del pollo. Lavé el plato, subí las escaleras.
* * * * *
-Hola. -Me di un susto cuando entré a mi habitación. Era él. Lio. Estaba parado frente a la ventana. Me quedé parada en la puerta y sin poder moverme. -Ven... ¿O tenés miedo? ¿Miedo de quedarte a solas conmigo? -Hizo una corta pausa, y como vio que no respondia se me acercó. -Miedo a... -Me besó en el cuello. -Miedo a que te mate. -Sentí que toda la sangre se me fue a la cabeza y mi corazón latía como compás.
-No te tengo miedo. -Susurré. -Te deseo. -Le acaricié la mejilla, luego los labios, luego el cuello. -Pero ahora tenemos asuntos mas importantes de cuales hablar. -Lo miré a los ojos muy seriamente.
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Corazón de Vampiro
VampireJelena es de Serbia. Un país pequeño que queda en Europa y que muy pocas personas conocen. Después de haber vivido toda su vida con su mamá, a los 20 años se le presentó la oportunidad de irse a vivir con su papá a Córdoba. Segun sus padres, en Córd...