Mi pequeña mate

Capitulo 21

-Erika... Erika... -susurraba una voz, abrí los ojos y encontré a Diego mirándome, tenía su cabello despeinado y estaba recargado con su brazo derecho mientras que con el otro me daba suaves caricias sobre mi brazo. Tenía sus piernas entrelazadas con las mías y estaba literalmente, arriba de mí.

-¿Qué pasó?-Murmuré adormilada mientras me tallaba los ojos.

-Hay unas personas abajo, te andan buscando -Dijo preocupado. ¿Quién rayos me buscaba?

-¿Sabes cómo son? -Dije estirándome, me senté y Diego puso su cabeza en mi estómago y sus brazos rodearon mi cintura.

-No lo sé, es un señor y creo que un chico como de mi edad -Me quedé callada.

-Erika -susurro levantando su cabeza para mirarme a los ojos- El chico... uhm... ¿es... tu novio?-Dijo esperando mi respuesta, intente no reírme a carcajadas por la extraña expresión de Diego, estaba asustado.

-No Diego, el... es mi hermano, no lo sé, necesito verlos para saber si son mi familia- Sonreí y me levante de la cama para ver a mi hermano y a mi papa.

-Erika, por favor no te vayas -Dijo Diego agarrándome del brazo- Y si son personas malas... quédate conmigo... por favor -Susurro sentándose a un lado de mí y me abrazo. -Solo quiero que estés conmigo- Hizo puchero, no tuve de otra que quedarme con él así que me recosté en la cama de espaldas y extendí mis brazos, rendida ante Diego. El, por su parte, se recostó a un lado de mí, abrazándome con fuerza.

Duramos unos minutos así hasta que Diego se volvió a quedar dormido.

Tal vez no descansaba tan bien antes.

Por eso duerme mucho.

Es ahora o nunca.

Me zafe del agarre de Diego y me puse mis pantuflas para luego salir de mi habitación con cuidado de no despertarlo.

Cuando llegue a las escaleras escuche voces, quise espiar para no interrumpir en la conversación

-Ella tiene que quedarse conmigo, es mi mate -se oyó una voz, supuse que era Sean ya que, ¿de quién más iba a ser mate si Diego está dormido?

-Pero ella escapo por la estupidez que tú le dijiste, ahora no andes de estar defendiendo a Erika si la lastimaste. Te lo advertí Sean, ahora paga las consecuencias -Reconocería esa voz en cualquier lugar, era Sebastián.

-Sebastián, contrólate. -Dijo mi papá- Sean, él tiene razón, es mejor que Erika viva con nosotros, aun es pequeña y... 

Esto ya fue suficiente para mí.

-¡¡Eso no pensaste cuando Sean me encontró en la supuesta reunión de Alfas!! -Hable enojada, si me llevaban con ellos no dejarían que Diego viniera conmigo.

***

-Recuerda que en 3 días entras a la escuela Erika -Dijo Sebastián mientras manejaba el auto.

Después de todo se solucionaron las cosas. Yo me iría a vivir con mi familia y Sean me visitaría cuando quisiera pero solo cuatro veces al día, ya que ahora que iría a la escuela, tendría que hacer muchos deberes todos los días. Diego va a venir con nosotros. Tuve que rogarle a mi papa para que lo dejaran venir conmigo, después de todo soy su mate.

Supongo que es algo normal tener dos mates, porque nadie se ha preocupado por eso.

Me asome por la ventana, lo único que se veía eran los arboles tan altos como siempre.

Diego estaba recostado en mi hombro... dormido. Dijo que no había dormido nada la noche anterior.

-¿Qué tiene de especial eso?- Hablé.