Maratón 2/2

11K 749 85
                                    

Juro por mi preciada y hermosa Nutella que estoy cagada del miedo que tengo.

De pronto, sentí el lado derecho de mi cama hundirse mientras aquel cuerpo me quitaba las cobijas que tenia enredadas en todo mi cuerpo.

-¿Erika?-¿Estas despierta?-dijo la voz que menos esperaba.

Me destape y vi a Aaron viéndome asustado.

-¿Que sucede? ¿Porque estas aquí?-murmure aliviada de que no haya sido algún fantasma, o peor, que haya sido Annabell, la muñeca diabólica.

-Tuve una pesadilla

-Oh, no pasa nada, solo imagina algo bonito y trata de dormir con eso- Al menos lo hacia yo así

-Quiero dormir contigo

-¿Que?

-¿Puedo hacerlo?-dijo haciendo puchero

¿Porque es tan increíblemente tierno?

-Claro, de todas formas, ya estas acostado conmigo-el sonrió feliz y rápido se acomodo a un lado de mi para después cerrar los ojos.

Intente hacer lo mismo pero no lo logre porque el miedo de que Diego se encontrara perdido en el bosque me consumía, o tambien lo habían secuestrado y muchas cosas peores cruzaron por mi mente volviéndome casi loca. ¿Porque se había ido?

Esa pregunta rondaba por mi cabeza perdiendo el control de mi misma porque a lo mejor descubrió que no soy suficiente para el porque solo tengo trece años y tal vez no puede hacer algunas cositas que necesita hacer.

O tal vez porque algo lo dejo llevar hacia el bosque. Algo que podría ser malo. Sus instintos son salvajes pero no tanto como parecer una feroz bestia que solo busca matar a cualquier cosa que se le ponga enfrente.

Después de unos minutos logre quedarme dormida con el pensamiento de Diego en el bosque. Solo

***

-Erika...despierta...tengo hambre....Erika-alguien estaba arriba de mi haciendo movimientos que mi sucia y malpensada mente cambiaría.

Abrí los ojos esperando encontrar a Diego sonriéndome como idiota enamorado pero me desilusione al ver a Aaron arriba de mi en vez de a el.

-Hasta que al fin despiertas, he estado intentando despertarte durante 30 minutos y 20 segundos-dijo el niño mirando su reloj en su pequeña manita.

-Si si como sea.-suspire adormilada

-¿No tendrías que estar alistándote para ir a la escuela? porque faltan 25 minutos y 30 segundos para que empiece tu primera clase-

-¡¡Oh mierda!!-dije levantándome de la cama de un salto pero luego recordé que estoy suspendida por tres días, me talle los ojos para luego voltear a ver a Aaron que me veia desde la cama

-¿Que pasa?-pregunto confundido

-Estoy suspendida

-¿Porque?

-Golpee a una niña de mi salón

-¿Porque?

-No te puedo decir. Por cierto, ¿porque decías los minutos y los segundos que me quedaban para ir a la escuela?

-Oh, la verdad nose, pero si te incomoda puedo dejar de hacerlo

-Por favor, es raro.

Ya no me respondió y di por terminada la conversacion ya que tenia tambien hambre, ademas, quería ver si ya había llegado Diego.

Fui a buscarlo a su habitacion emocionada y al abrir la puerta de esta, me sorprendió encontrar la cama desordenada y las cosas tiradas pero sin haber rastro de Diego por ninguna parte.

Corrí hasta llegar a las escaleras que las pase saltando escalones de dos en dos hasta que llegue a la sala pensando que ahi estaba pero...

No.

¿¡¡ Y ahora donde demonios se metió !!?


wwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww


Nose porque pero me gusta dejarlas en suspenso, creo que es porque C.R.U.E.L. me hizo así.

En fin, ahi esta su otro capitulo del pequeño maratón, espero lo disfruten:)












Mi pequeña mateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora