Mi pequeña mate

Capitulo 61

Estúpida.

Así me sentí después de que Diego se fuera antes de que su lobo lo controlara.

¿Lanzar cojines mientras gritas insultos y palabras de culpa sin contar que puedes llorar como una idiota?

Es de lo mas clásico que hay en el mundo.

Me hubiera ahorrado esa escena de verguenza y humillación si no le hubiese abierto la puerta.

Sinceramente eso fue lo mas estúpido que ma ha pasado en la vida.

A excepción de una vez cuando Sebastian me hizo gritarle a mi crush que me gustaba. Llore como una idiota (por primera vez) porque el me había dicho que no sentía lo mismo por mi.

Fue demasiado horrible y tambien una de las épocas mas humillantes de mi vida.

Estúpido sebastian, algún día me las va a pagar.

Claro que yo había hecho muchas cosas muy vergonzosas con el.

Por ejemplo, cuando era pequeña, (bueno, aun mas pequeña de lo que ya soy) le obligue a meter un tenedor de metal a la conexión de la casa solo porque yo tenia una foto muy penosa de el en mi teléfono. El pobre casi se muere de un paro cardíaco.

Bueno tampoco hay que exagerar.

Pero lo que si paso es que se asusto tanto que termino por hacerse pis en sus pantalones cuando ni siquiera había hecho lo que le ordene.

Claro que esa fue una parte de la venganza de lo de mi crush.

Unos minutos pasaron hasta que reaccione por el golpe que ocasiono Cali cuando se levanto a ladrarle a la puerta.

La puerta se abrió de golpe dejando ver a Sean con sus ojos amarillos y una sonrisa en su rostro.

Grite del susto que me dio y Cali corrió rapidamente hacia mi mientras le gruñía a Sean.

El vio a Cali y su mandíbula se tenso.

Sus gruñidos eran aun mas altos que los de Cali lo que la obligo a bajar la cabeza y sus orejas.

Estaba a punto de reclamarle el ofender a mi casi bebe cuando de repente sus labios chocan contra los míos desesperadamente mientras sus manos se van a mi cintura tirándome en el sillón quedando arriba de mi.

(Ahora si viene lo shido xdxd)

(Prepárense que esto se va a descontrolar 7u7)

-Alto, yo... -intentaba hablar pero sus besos eran tan rudos que ni siquiera podía respirar con normalidad.

De reojo pude ver a Diego entrando de nuevo a la casa colocando sus ojos en mi con una sonrisa en la cara.

¿Que demonios traen con esa sonrisa?

Camino hacia mi y empujo a Sean mientras el tomaba su lugar encima de mi.

-Joder, yo soy el primero, espera tu turno -rugió Sean.

-Mejor vayamos a la cama y así no hay problema. -musito Diego cargándome entre sus musculosos cuerpos.

-¡Oigan! ¡Esta es mi casa! ¡yo elijo lo que se hace y lo que no! -chille

-Entonces sera en la cama -dijo Sean y se fue a mi habitacion.

Diego lo siguio y cuando llegamos a esta me hice una pequeña reflexión.

Tal vez hoy seria el día en que nos volviéramos uno (o cuando pierda mi virginidad, como quieran llamarle) justo hoy, en época de celo y cuando no estaba nadie de mi familia a excepción de Cali, por supuesto.