Mi niñero- Shawn Mendes.

Capítulo 50.

Sin muchos ánimos subí a mi habitación. Había esquivado la comida con la escusa de que había comido en el colegio.
Deje mi bolsa en el piso y lance mi celular junto con mis llaves en la cama.
Entre al closet para buscar algo más cómodo. Terminaba de vestirme cuando escuche el muy leve sonido que crea mi celular al vibrar. Lo tome y mire la pantalla. Shawn.
Me debatía entre responder o no. Quería hacerlo. Auque sólo fuera por unos segundos, sólo para escuchar su melodiosa voz pronunciar mi nombre. Después de segundos, dejo de vibrar.

Pase todo el día haciendo las tareas del colegio, no era algo que difrutaba pero me distraia bastante.
Termine con todos los trabajos, incluso algunos los había adelantados, pero ya no podía más. Por más deprimida que estaba, demasiada tarea digamos que no era "sano" para mí.

Baje a la cocina, mire la televisión en la sala, salí al jardín, me senté en el comedor. Simplemente no me hallaba en la casa. Algo me hacía falta y sabía mas que con exactitud lo que era.
Finalmente decidí llamar a Danielle y contarle. Ya me había "asegurado" de que Logan no haría una estúpidez.

-¿Si?- respondió Dani del otro lado del parlante.

-Tengo algo que contarte.- dije sin siquiera pensarlo.

-¿Pero ahora si me dirás la verdad?- me dijo riendo.

-¿Te dijo algo Logan?- le respondí con otra pregunta.

-Osea... Logan lo sabe y yo no?- ahora ella respondió con otra pregunta.-

-Es... Es sobre Shawn y yo.- trataba de no hablar fuerte para que nadie me escuchara.

-¿Vienes o voy?- me pregunta.

-Voy para allá ¿Si?-

-Te espero.- me dijo antes de colgar.

Tome unos jeans negros y una blusa de tirantes color gris, ya que en la noche comenzaba a disminuir la temperatura así que tome una sudadera también gris mas oscuro que la blusa, unas vans y ate mi cabello en una coleta. Moví todos mis libros y cosas que estaban aún en mi cama y tome las llaves, iba a tomar el celular pero preferí dejarlo.

Después de avisar que iría a la casa de Danielle, subí a mi auto y partí hacía la casa de mi amiga. En menos de diez minutos ya estaba tocando el timbre de la casa de Dani.

-¡Hey!- me saludo sonriente yo sólo force una sonrisa.-¿Que paso?-

Subimos a su habitación y yo solo comencé a contarle la "historia" y el motivo por el cual no le había querido decír nada.

-¿Entonces no me ibas a decir?- se hizo la ofendida.

-Si... Solo que buscaba una forma, de que Logan se controlara, pero cuándo hable con él y no pude ecitarlo y terminé contándole todo.- explique.

-Bien- dijo sonriente.- Pero estoy deacuerdo con Logan, deberiamos de ir a decirle lo que se merece...- fruncio el ceño.

-Oh no claro que no.- le dije sería.

-Tan siquiera a esa estúpida...- dijo entonó de súplica.

-Ah por eso no te preocupes... Tenlo por seguro que si la veo en la calle, no se le acaba.- ambas reímos.

-¿Y no te ha llamado? O ¿Algo?-

-En la mañana me mandó un mensaje, cuando llegue a casa me llamo.- dije cabizbaja.

-Y...-

-El mensaje lo elimine sin siquiera leerlo, y no le respondí cuando llaml.- le conté.

-¡Por que no leíste el mensaje!- me reclamo poniendose de pie.

-Dani... ¡Es que no! ¡No puedo!- le dije tomando con desespero mi cabeza.- No tienes idea de cuando llegue a quererlo y de pronto lo veo en esta situación...- como era de esperarse o más bien ya se estaba haciendo costumbre que las lagrimas se acumularan en mis ojos.- simplemente me destrozo.

Seguimos platicando por horas, hasta que creí que era hora de volver a casa.

La semana había pasado con lentitud terrible, no salía de casa mas solo para ir al colegio, mis calificaciones eran buenas, peroba duras penas ingeria Algo de alimento, no estaba bien.

Recibía constantes llamadas de Shawn, pero yo no hacía mas que ignorarlas, al igual que los mensajes. No tenía el suficiente valor para leerlos.

-¿Segura que estas bien?- me pregunto mi madre.- Nunca habías rechazado una comida, pero desde que llegamos apenas y la tocas.-

-Si estoy bien, sólo que no tengo hambre ahorita.- le dije tratando de sonreír.

-¿Segura?- insistió.

-Si Segura.- sonreí.

-Bien.- estaba por salir de la cocina cuando regreso.- Sabes le prometí a Ana que la llevaría al centro comercial para que eligiera su mascota, pero ni tu padre Ni yo podemos ir, llegaremos tarde... ¿ la podrías llevar hoy?- me pregunto.

-Claro.- le dije sonriente.