Doreo (Kaisoo)

Epílogo "One More Cookie"

Kyungsoo es impaciente.

No quisiera ser así, pero lo es. Tiene límites bien establecidos y el que sean las 10 am y JongIn no llegue le parece intolerable en tantos aspectos que es difícil contarlos.

Su pie derecho se mueve frenéticamente, de arriba a abajo, generando un clapclapclap que le estresa tanto como le tranquiliza, ha llegado el punto en el que ya no sabe qué pensar o hacer, las manecillas siguen avanzando y JongIn no regresa de su misión.

El agua de la tetera hierve, el pito silba incansablemente y él se dirige a apagar la cocina, poner el agua en el termo y agarrar un pedazo de pastel de la mesa.

– No, no, Kyungsoo, aléjate de ese pastel – se dice cuando tiene el cuchillo en la mano, retrocediendo unos cuantos pasos y dejándolo en la encimera porque no debe comer pastel sin JongIn y ...

Oh, se volvió a emocionar.

Intenta ver algo de televisión, con una lata de galletas en la mano y sintonizando Scream Queens a un volumen relativamente alto; a pesar de ello el clapclapclap continúa y se hace más veloz al ver el reloj nuevamente y percatarse de la media hora que ha pasado y aún su querido novio no llega de su viaje especial, al que él quería ir pero no, Soo, estás muy nervioso ahora, no quiero pensar cómo estarás cuando llegues allá; ahora se arrepiente de haber accedido y no golpearlo en la cabeza porque el bochorno en el ambiente lo mata al igual que el miedo.

¿Y si pasó algo?

Se apoya en la mesita de centro de la sala, aquella a la que le tuvieron que cortar y alisar los bordes luego de la noticia. Con su teléfono en la mano empieza a llamar al Señor Kim de Do, arrepintiéndose cinco segundos después porque ¿y si responde, tiene un accidente, se me muere y no hay más amorsoote?

Él no lo soportaría.

Saca una fotografía pequeña del bolsillo de su camisa, la mira con adoración y acaricia maravillado su superficie; suspira y se dice que si tiene que esperar mil años para volver a ver ese cuadro de tal forma, está dispuesto a hacerlo aunque se pueda morir en el intento.

Knock Knock.

Sus ojos se abren inmensamente, su corazón late tan rápido como un caballo en un hipódromo, sus piernas casi le fallan al correr hacia la puerta, respira profundamente y suelta una lágrima cuando es abierta y sus personas especiales están ahí mirándolo sin comprender.

– Papi Innie, ¿por qué Papi Soo está llorando?

– No lo sé, Joonie. – JongIn se acuclilla delante del pequeño – Tal vez quiera un abrazo de oso.

– ¡Abrazo!

El pequeño SeungJoon corre a los brazos de Kyungsoo, que lo recibe contento y da vueltas en el aire.

– Te extrañé mucho, JoonJoon. · le dice para luego besar su mejilla.

– Yo también Papi Soo, Papá Innie dijo que estabas triste. – hizo un puchero.

– Eso es porque no quería que fuera a buscarte.

– ¡Papá malo! – SeungJoon mira reprobatoriamente al moreno, el cual huyó a la cocina para dejar las compras y cortar el pastel.

– ¿Quieres ver cómo quedó tu cuarto? Hay muchos juguetes para ti~ – junta su nariz con la del pequeño y este sonríe.

– ¡Sí!

Con sumo cuidado suben las escaleras, el pequeño Seung es el tesoro más valioso de Kyungsoo, no quisiera que le pasara algo, mucho menos si es por su culpa.