Doreo (Kaisoo)

Four Cookies

Cuando Kyungsoo despierta de su siesta y no encuentra su mantita de Pororo sabe que probablemente alguien reciba un pellizco muy grande en las nalguitas, cortesía de un molestísimo Do Kyungsoo que solo quería dormir en paz unos minutos antes de tener que regresar a formar su nombre con bolitas de papel como la Miss Tiffany le dijo que hiciera.

Se levanta molesto y deja el salón de las siestas de su guardería para ir a la sección de juegos donde seguramente su mantita está siendo utilizada por ese rufián robamantitas despiadado.

- ¡Kim Kai!

El niño en cuestión usa su objeto más preciado como capa de súper héroe, se cree Mr. Kai defensor de los inocentes y todo lo bueno de este mundo y por lo tanto él ahora es Dr. Do, su mayor enemigo y destructor de todo lo destructible.

Déjenlo, aún conserva la imaginación.

- ¡Soo hyung! ¿Quieres jugar conmigo y con Sehunee?

A Kyungsoo nunca le terminaría de sorprender lo rápido que Kai ha aprendido a hablar bien, sin trabarse y caminar como si fuera uno de los grandes. Era muy bueno en ambos, un niño saludable como diría su madrina, pero a él no le agradaba cuando se daba los grandes aires y denigraba a los niños que caminaban para caer a los diez pasos, mientras él corría sin problemas por la vida.

A Kyungsoo no terminaría de agradarle nunca esa faceta de Kai.

– ¡Quiero mi mantita!

Pudo ver a Chanyeol, Baekhyun y Jongdae jugar a la casita desde donde estaba, estos niños probablemente se hubieran escapado de su aula para no hacer más sumas que la Miss Taeyeon les dejaba, los tres lo miraron divertidos – ¡Kai! – dijo Chanyeol – Dale su mantita, se la regaló JongIn en navidad, es un regalo y con los regalos no se juega a menos que sean juguetes. – dijo más para cualquiera que para Kai.

En ese momento, Baekhyun se sonrojó – ¿Es eso una indirecta, Park Chanyeol?

– Tómalo como quieras Byun "no jugaré con el trencito de juguete que tanto le costó conseguir a Chanyeol pero sí con el feo yoyo que le dio Sehun" Baekhyun.

En ese momento comenzaron a gritar (tanto así que Jongdae se cansó, abandonó la sala y se fue a perseguir a Junmyeon) hasta que Chanyeol vio a Baekhyun llorar y corrió a consolarlo mientras este hipaba diciendo "es que tu regalo es más especial, Channie, ¿y si lo rompo? ¡No me lo perdonaría!", Chanyeol alcanzó a abrazarlo antes de que Taeyeon apareciera (seguro escuchó los gritos) y los regresara al salón a hacer más sumas, "si estoy con Baekhyunnie puede mandarme a hacer mil sumas, pero no me separé de él, porfi" pudo escuchar antes de que se fueran del salón.

– ¿Te la regaló, JongIn? –preguntó Kai mientras se la sacaba y la sostenía entre sus manos.

La está arrugando – S-Sí, era su mantita de la siesta, la que usaba en el hospital, me la dio en navidad cuando todos estuvieron dándote tus regalos y nos dejaron solos en el despacho de mi padrino. Es especial para mí. –dijo muy seguro, demasiado.

Después de todo, esa mantita sí que era especial.

Hubo un momento prolongado de silencio, Kyungsoo empezó a acercarse a Kai hasta que este habló.

– Es fea. –Kai la tiró al suelo y se alejó.

Kyungsoo la recogió, la limpió y se la colgó al hombro. Kai era raro, y aunque él había tirado al suelo su pertenencia más valiosa, Kyungsoo no se molestó con él, después de todo no era rencoroso, siendo pequeño sabía que los problemas se solucionaban hablando y no resintiéndose por lo que sea, por ello no odiaba a prácticamente nadie –solo a Dora, la exploradora, por ser tan tonta y no saber ubicarse en un mapa, hasta él sabía y tenía cuatro años, por Belcebú− y solo era paz y amor, la mayoría del tiempo. Kyungsoo se preocupaba mucho por los demás, así que las ganas de regresar a dormir con su mantita otra vez, se veían opacadas por el deseo de consolar a Kai.

Ganó su preocupación.

Terminó buscando a Kai por todas partes, en el salón de castigo, de la siesta, de los juegos, el aula de los mayores (Chanyeol y Baekhyun seguían dibujando corazones en lugar de hacer las sumas que su auxiliar les ordenó que hicieran) y finalmente lo encontró en el jardín detrás de su salón.

Estaba solo y jugaba con el pasto.

Se acercó lentamente y sin hacer mucho escándalo se sentó junto a él.

– Kai no es malo. – dijo.

El morenito lo vio y con sus ojos muy abiertos preguntó − ¿Q-Qué?

− Kai no es malo. – Sonríe – Kai también quiere recuerdos especiales, Kai quiere sentirse especial.

El otro arrastró las rodillas a su pecho y escondió el rostro entre ellas. – No soy especial.

Kyungsoo se sentó, ahora, al frente suyo, su peso sobre ambos tobillos – Claro que lo eres, Kai-ssi.

− Entonces, ¿por qué nadie me quiere?

Suspiró – Tus padres y JongIn te quieren mucho.

− Ellos son mi familia, no cuentan.

− Pero ellos también son importantes.

− Ellos siempre me van a querer, no cuentan. – renegó – A veces creo que son los únicos que me quieren.

Kyungsoo levantó su rostro y le mostró una de esas sonrisas en forma de corazón, de esas que eran solo para su hermano y que por primera vez le estaba regalando a él, solo a él, y se sintió volar. – Yo también te quiero, Kai-ssi.

Lo siguiente que sintió Kai fue el apretado abrazo que le regalaba su hyung favorito, sus brazos pequeñitos lo rodearon y su cabecita quedó al lado de la suya, recostada en su hombro.

Kai no sabía mucho de mariposas, pero sabía que tenía una colonia dentro de su estómago.

− Vamos a almorzar, Kai-ssi.

A Kyungsoo le gustaba cuando Kai dejaba esa faceta presuntuosa para dar paso al Kai real, ese que podía ser tierno y honesto consigo mismo, ese que tenía miedos e inseguridades pero que también estaba dispuesto a compartirlos, Kyungsoo quería ver ese Kai más a menudo.

− ¡Claro que sí, Soo-hyung!

🐻 🐧 🐻

A Kai no le sorprendió que el almuerzo con su hyung consistiera en galletas Oreo y un vaso de leche, tampoco que este se las comiera tan alegremente ni el que tuviera una servilleta especial con estampado de gatito descansando graciosamente en su regazo.

No, nada de eso lo emocionó.

Lo que sí lo hizo fue el ver a Kyungsoo compartir con él sus amadas galletas, su vasito de leche y la mesita del almuerzo que él usualmente guardaba para JongIn –en caso algún día sus padres decidieran enviarlo a la guardería−, todo eso calentó su corazón y el recibir un besito de despedida nunca le causó tan bonita sensación.

Aunque debe admitir que la mejor parte fue cuando Kyungsoo le regaló su servilleta con estampado de gatito.

− Este será nuestro recuerdo especial. – le había dicho.

Kai se fue con una hermosa sonrisa ese día.

| Hice feliz a Kai-ssi, ¿eso es bueno?

Cuando Kai sonríe, recuerdo las estrellas.

En sus ojos veo estrellas.

Kai tiene una bonita sonrisa. |

🐻 🐧 🐻

N/A: ¿Muy corto? ¿Demoré mucho? ¿Muy feo y deforme? ¿Esperabas más? Quejas y sugerencias al buzón, por fa (?)

Gracias a quienes han leído

Besos *3*