Capítulo 5

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En la actualidad..

Narra (TN)

Hoy como todos los días me levante a las 6 am, ya que ha esa hora comienzan mis torturas, digo exámenes rutinarios.

Enfermera: Arriba (TN), ahora de despertar

—Oh 5 minutos mas—dije cubriendo mi cara con la almohada

Enfermera: te aconsejo que te levantes ya que te están esperando— bufé y me levante

Salimos de la habitación y me llevaron al consultorio dónde paso aproximadamente 6 horas de tortura constante y si es que no me desmayo lo que ocasiona que tarde mucho más.

Que es lo que me hacen, al principio preguntas como con un psicólogo, luego me revisan y me acuestan en una camilla y comienza en inyectar cosas raras, si te resistente viene dos mastodontes digo enfermeros y te atan a la cama con gentileza, (sarcasmo modo on) esto no sería problema si los líquidos que te inyectaran fuera buenos y en pocas cantidades, pero en cambio son jeringas completas con líquidos color verde, azul, rojo, morado, anaranjado, hasta negro,  que hacen que tu sangre arda como si te quemarás por dentro, luego de eso empiezas a toser como condenado y no puedes respirar, después tienes ganas de gritar pero tu voz no sale, luego te dejan encerrada en una habitación cerrada donde poco a poco pierdes la cordura, hay varias veces salio mi otra yo, ya saben la de pelo y ojos blancos y rojos lo cual les sorprendió y aumentaron los tratamientos y dosis, según ellos es para ver la reacción de tu cuerpo a diferentes virus y curas pero siempre son los mismos síntomas, en mi opinión es para volverte loco y dejarte manipular por ellos. El que organiza todo es el querido Sr Raul y el a presenciado varios de mi "tratamientos", lo ODIO a el, a su mujer y su hija, si tienen una hija que es una maldita se hace la mala y luego le dice a su padre que nosotros le pegamos, se llama Talia, tiene unos 18 años y es enfermera  aquí y como lo consiguió, es obvio su padre y madre son los jefes una simple súplica y deseo cumplido ella es la que muchas veces me tortura, a igual que a Miqueas y a Angelina. Le encanta vernos sufrir.

Al terminar ya es medio día y te dejan libre toda la tarde para descansar.

Salí ya era medio día y busque a Miqueas, quien a igual que yo había salido de sus chequeos.

—¡¡Miquii!!—le grite cuando lo vi sentado debajo de un árbol al verme se levantó y corrió a abrazarme

Miqueas: ¿como estas (TN)?— correspondo el abrazo

—Bien igual que siempre doloroso pero ya sabes y a ti como te fue— nos fuimos hasta el árbol donde estaba el sentado. 

Miqueas: estamos igual los muy malditos me dejaron una hora mas encerrado— dijo enojado, era tan rutinario lo que nos pasaba que lo tomábamos con normalidad.

—Como los odio, me dan ganas de matarlos—empecé hacer cosas rara con las manos lo cual le causó gracias

Miqueas: ¡Ay mi querida (TN)!  tu si sabes levantarme el ánimo con tus payasadas—me abraza, riendo.

—Para servirle, su majestad—digo asiendo una reverencia

Miqueas: ¡está loca!— revolvió mi pelo, riendo.

—Todos acá estamos locos

Miqueas: tienes razón

—¿Has visto a Angelina?—  cambie de tema.

Miqueas: no capaz que se desmayo y se alargó el tratamiento como suele pasar.

—Puede ser, estoy preocupada—dije agachando la cabeza.

Miqueas: no te preocupes ella estar bien, es fuerte

—Eso espero

Pasamos toda la tarde afuera debajo del árbol, y sin noticias de Angelina, con Miqui decidimos en ir a preguntar al Sr Esmitd.

Tu Locura Es Mi Cordura || Creepypastas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora