Capítulo 13

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Desperté después de lo que parecía ser un largo sueño, mi cabeza dolía horrores, al igual que mis costillas y mi brazo. Con gran esfuerzo conseguí abrir los ojos y ver a los laterales, vislumbrando a Lauren a mi lado sujetando mi mano y acariciándola dulcemente.
-¿Cuánto llevo dormida?

-Casi dos días. Tu cuerpo necesitaba descansar y por lo visto lo hizo. ¿Qué tal te encuentras?

-Me duelen la cabeza y los golpes, pero al menos no como la otra vez. ¿Qué tal está la herida?

-Pues no está infectada, así que es una gran señal. Mientras dormías esta mañana te quité los puntos, no creo que tarde mucho más de una semana en cerrar, eso si, te quedará una bonita cicatriz. Nos marcharemos cuando tus golpes mejoren.

-Está bien. Me encanta la idea de poder dormir más.

Ambas reímos por el comentario. Cualquiera que me conociese sabía que yo era la más vaga que había, lo malo, que ya no quedaba casi nadie que me conociese.

                             
Pasamos al menos una semana más en la taberna. Descubrimos que tras un mueble había una habitación secreta, en la que el dueño debía de pasar largas temporadas ya que había una pequeña cama y varias mantas. Durante todos esos días Lauren insistió en dormir en el suelo, según ella prefería que yo descansase y así mis heridas curasen mejor y más rápido.
-Esta noche vas a dormir en la cama, Lauren. Mañana partimos y necesitas descansar bien, el suelo no es cómodo.

-Estoy bien en el suelo. Descansa tu, el viaje puede que sea largo.-Estaba dispuesta a tumbarse pero la agarré de un brazo.

-Lauren, no es una sugerencia. Esta noche vas a dormir aquí, y no intentes discutir, lo vas a hacer.

-Pero Cam...-No le dí tiempo a terminar de hablar.

-¡Ni Camila ni Juana! ¡A la cama ahora mismo!

-Está bien, está bien. No hace falta que me muerdas.-Esta vez si que me hizo caso y se colocó al lado de la cama. Recorrió con la mirada cada esquina de ella y luego me miró a mi.-Pero Camz, la cama es muy pequeña, no entramos bien.-Trató de buscar alguna escusa pero tenía claro que no lo iba a conseguir.

-Claro que entramos, vamos, ven aquí.
Me coloqué sobre uno de mis codos y con la mano libre abrí un trozo de la manta y la invité a venir. Se notaba que no estaba completamente decidida, su cara denotaba una especie de lucha interna. Pero finalmente se sentó y se tumbó a mi lado, mirando hacia el lado contrario.

-Lauren, amm... tengo algo de frío...

-Creo que no quedan mantas. Espera que voy a ver.

-No espera.-Sujeté su brazo antes de que pudiese incorporarse.-No es necesario. ¿Podrias simplemente abrazarme?

-¿Abrazarte?¿Pa-para?-Sus ojos se abrieron como platos y su tartamudeo era más que notable.

-Me lo enseñaste tu, ¿recuerdas? Es una manera de preservar el calor corporal.

-Si, claro, cierto. Y, esto, amm, ¿Cómo me pongo?

Pensé por unos instantes alguna posición cómoda para ambas en la que pudiésemos estar y que pudiese darme el calor que en estos momentos me faltaba.

-Podrías tumbarte boca arriba y rodearme con uno de tus brazos.-Instantáneamente noté un calor cubrir mis mejillas, bajé la cabeza para que no viese el notable rubor que cubría mi cara.-Bueno claro, si a ti te parece bien.

-Claro que si Camz. Lo que sea para que estés mejor.

Se movió y se giró hacia mí, colocándose boca arriba y mirando el techo como si fuese la obra más interesante del mundo. Abrió su brazo derecho y miró hacia mí, esperando algún movimiento de mi parte, lo único que pude hacer fue pasarlo por detrás de mi cuello y apoyar mi cabeza en su pecho. Podía notar el latir de su corazón correr velozmente, y de como poco a poco su respiración se relajaba. Una de mis manos cruzó su cuerpo de manera que pude acurrucarme más contra ella, casi al instante el brazo que estaba en mi espalda se posó en mi cintura. Comenzó a hacer pequeños dibujos allí, lo cual consiguió que en pocos minutos cayese en un profundo sueño.

Paranormal (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora