Arrepentida |TERMINADA|

Arrepentida parte 1

Me voltee pensando en que era un secuestrador o algo parecido pero solo era Sasuke, di un suspiro de alivio.

–Sasuke, creí que te vería en la escuela– lo abrace y le di un beso en los labios, lo había extrañado tanto.
–No podía aguantar mas tiempo sin verte– eso hizo que me sonrojara levemente, nos tomamos de la mano y nos dirijimos rumbo a la escuela.
–¿A qué hora tengo que ir a tu casa para mi sorpresa?
–A las 5pm, a esa hora todo estará listo.
–Bueno, llegare a esa hora. Por cierto, no podre dejarte a tu casa hoy, tengo practica.
–No importa, estaré bien–cuando dije eso sentí un escalofrío recorrer toda mi columna vertebral pero lo ignore– además me dará tiempo de arreglar todo.
–Soy tan afortunado de tenerte– se detuvo y me abrazo– Te amo, Sakura.
–Yo también te amo Sasuke– puse mis brazos alrededor de su cuello y le di un beso, un largo beso que tuvimos que detener por la falta de oxigeno.

Cuando llegamos a la escuela me dirigí a mi casillero, cuando lo abrí salieron dos notas de amenaza. Que raro, creí que habría más.
Empecé a leer las dos notas.

"Si no te alejas de Sasuke te juro que te arrepentirás de haberte cruzado en mi camino"

"Cuidate, hoy es el día"

Siempre me habían mandado este tipo de notas, así que solo las rompí y las tire, no quería que Sasuke las viera.
Aguarde unas cosas en mi casillero y me dirigí a mi salón con Sasuke a mi lado.

Al llegar me despedí de él con un tierno beso y entre al salón.
Salude a mis amigas, tenia nervios de que Yuno sacara el tema de mi embarazo y si Ino y Hinata se enteran me matarían por no habérselos dicho. Afortunadamente Yuno no dijo nada.

El día había sido un poco aburrido pero tranquilo, no tuve nauseas o mareos y eso me había alegrado.

–Bueno chicas mañana las veo, tengo que ir a la sala de maestros a justificar mis faltas.
–¿Te iras con Sasuke o quieres que te esperemos?– Yuno tan preocupona como siempre.
–Sasuke se quedara, tiene practica y no se preocupen vayance con cuidado.
–Esta bien, mañana nos vemos frentona– se despedía con un beso en la mejilla
–Adiós cerda.... Adiós Hinata– me despedí de ella.
–Suerte hoy– me lo decía en el oído Yuno mientras me abrazaba.
–Gracias– me separe de ella y le dedique una sonrisa.

Cuando termine me dirigí a mi casa, eran las 3pm aun tenia tiempo para hacer la comida.

Al ver las calles me sentí tranquila y me sentí mejor porque el día estaba nublado. Casi nadie pasaba por estas calles y eso me relajaba. Sin ruido de niños gritando, ni el ruido de los carros, este era mi lugar favorito para pensar.

Cuando pase por un callejón alguien me sostuvo del brazo y me tapó la boca, quería gritar pero me era imposible.
Me llevo al fondo del callejón, donde todo estaba oscuro y apenas se veían algunas cosas. Sentí tanto miedo y tenia tantas ganas de llorar.
De repente una voz masculina me susurro en el oído.

–Al fin llegas, te estuvimos esperando mucho tiempo. Ahora hazlo, no tengo mucho tiempo– ya no se estaba dirigiendo a mi, sino a alguien más.
–Esta bien, sostenla bien y no dejes que grite– otra voz masculina, estaba encapuchado y no se le veía bien el rostro por la falta de luz.
¿qué me harían? ¿quienes eran? Intente moverme pero no podía. El hombre que me sostenía era mas grande que yo y mucho mas fuerte. Lo que hiciera era en vano.
De repente sentí un puñetazo en mi cara, ardía demasiado ese golpe. Me había enojado mucho eso y no sé como lo hice pero logre soltar una patada al que me había golpeado.
–¡¡Maldita perra!!– eso había empeorado las cosas.
Me golpearon otras 5 veces, unas en la cara y otras en mi vientre.
Cuando caí en el piso, lo primero que hice fue sostener mi vientre y ponerme en modo fetal no quería que le pasara nada a mi bebé.
Intente gritar pero no podía hacerlo, no tenia fuerzas.
De nuevo comenzaron a golpearme pero ahora eran patadas.
Empecé a toser y sentí un sabor a hierro, era sangre.
Unos minutos después se detuvieron.
–Ya hicimos lo que querías, ahora paganos.
Se dirigieron a otra persona, no veía tan bien porque mi ojo estaba comenzando a hincharse pero estaba segura que era una mujer.
Les dio lo que supuse que era la paga y los hombres se fueron.
La mujer camino a mi y se coloco atrás de mi, no pude ver quien era por mi maldito ojo y las lágrimas nublaban mi vista.
Tenia tanto coraje y dolor.
Esperaba que mi bebé estuviera bien.
Derrepente sentí una respiración en mi oído.

–Al fin cumplí con mis amenazas y ahora que te quede claro, no te acerques mas a Sasuke o sino te haré mas daño.

Oí que se estaba retirando del lugar.

Me había quedado congelada, yo sabia de quién era esa voz.

Me fui arrastando por el callejón con lo último que me quedaba de fuerza.

Escuchó un grito de una señora.

–Ayuda– susurré, la señora me sostuvo. Estaba a punto de desmayarme cuando recordé la voz.

Sabia quien era y por mas que distorsionara la voz yo la había reconocido y ahora me las iba a pagar por lo que hizo.
Era Yuno, mi mejor amiga.
Esa maldita me las iba a pagar.

Y derrepente me desmaye.