Vivo en un tétrico paraíso en el que los cuervos son mis inspiración y el ruido de las ramas me calma.
Un lugar en el que nunca se deja ver el sol. Donde los campos son infinitos y unas extrañas sombras aguardan entre los árboles a que dé mi último aliento.
No tengo miedo a esas siluetas infernales pues, entre los maizales, hay un vigilante. Un espantapájaros que mira con la vista perdida hacia el horizonte.
El guardián de mi tumba. Ya no tengo miedo a morir. Ese curioso monigote no dejará que las sombras me lleven al bosque del olvido pues dejé muchas cosas para recordar en la otra vida.
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El rincón de los gatos negros
Короткий рассказMás de 30 relatos cortos esperan a ser leídos por un apasionado de la literatura y del arte de lo lúgubre. Cada una de las historias es distinta a la anterior. Amor, soledad, muerte y crueldad son muchas de las preocupaciones del ser humano que se e...
