Querida Alicia, sé que nunca hemos tenido ocasión de conocernos, ¿quién sabe? Igual nos habríamos llevado bien. Igual algún día nos habríamos reído juntas de las meteduras de pata de Manuel. Pero no.El destino no quiso eso. Por eso te escribo esta carta. Una carta con la que seguro tú también te sentirás identificada.
Sé que mi comienzo con Manuel no fue como el tuyo. Vosotros fuisteis ala universidad juntos, quedasteis, hablasteis, se forjó una amistad y finalmente pasó lo que tenía que pasar. Empezasteis a salir juntos y a compartir algo más que risas, algo más que miradas.
Ya sabrás cómo nos conocimos, él te lo habrá contado. Todo muy rápido e intenso. Pasamos de ser nada a serlo todo en menos de lo que esperábamos. Una relación maravillosa a la vez que horrorosa.Los celos, las idas y venidas de la racionalidad y el orgullo hicieron que día tras día dejásemos de aguantarnos. Una situación un tanto tediosa que hizo que la relación se rompiese en pedacitos como cuando un espejo cae al suelo. No supe anteponer las cosas buenas de ese chico. No supe apreciar lo que tenía. Simplemente le dejé escapar.
Ahí es cuando tu camino y el mío se empiezan a parecer. Las dos dejamos escapar a un chico cariñoso, atento, demasiado en ocasiones, y bueno. Un chico que estaba dispuesto a ayudarnos en lo que fuese y darnos su apoyo. Y nosotras le apartamos y le hicimos sufrir. Sé que fue un error haberle dejado de la forma en que lo hice. No tengo excusa pero la situación me superó. Los meses pasaron, hice nuevas amistades, fui a fiestas, seguí trabajando. Pero ¿sabes qué? En numerosas ocasiones me acordé de él. Estoy segura de que a ti también te ha pasado.
Un día iba a un concierto en un pueblo perdido y pensaba "A Manuel le habría gustado este lugar y esta gente". Otro día iba al trabajo y hablaba sobre un evento de cómics e inevitablemente me acordaba de aquellos planes que teníamos de ir juntos a una cómic-con en Madrid o en Barcelona. La vez que me acordé más de él fue en Inglaterra.Los platos de sushi rotaban por todo el restaurante. Sé que le habría encantado estar ahí. Sé que a mi me habría encantado compartir esa experiencia con él. Pero no pudo ser.
Pasó el tiempo y, por circunstancias ajenas, decidí retomar el contacto con él, al igual que hiciste tú. Pensé que igual podíamos llegara ser amigos o por lo menos conocidos que de vez en cuando iban a tomar un café. Recuerdo que los dos primeros días estaba a la defensiva. Me dieron ganas de dejar de hablarle. Pero el tercero pasó algo. Nos volvimos a ver. Estuvimos solo una hora juntos. Fue una experiencia un tanto extraña.
Fue como una barbacoa. No necesitas las llamas del fuego para cocinar sino las brasas. Esas brasas eran las que teníamos. Era como si los últimos meses no hubieran pasado, en el buen sentido. Seguíamos queriéndonos. Seguíamos teniendo esa compenetración. Pasaron los días seguimos viéndonos y así hemos acabado.
Adía de hoy estamos otra vez juntos. Mucho mejor que la primera vez que lo intentamos. Ahora parece una relación más madura y racional a la vez que pasional. No nos dejamos llevar de manera exagerada por los sentimientos y los dos hacemos grandes esfuerzos en entender y comprender la situación del otro.
Espero que esta vez las cosas nos salgan mucho mejor y que el tiempo no nos ponga fecha de caducidad como lo hizo anteriormente tanto contigo como conmigo. Espero no volver a perder el tren. No volver a perder al chico que de verdad de se preocupa por mi y está ahí en todo momento. Un chico como Manuel no lo encuentras tan fácilmente.Guapo, bueno y del este. ¡Si es que lo tiene todo!
Bueno a lo que iba. Gracias Alicia. ¿Sabes por qué? Porque si tú hubieses intentado arreglarlo con él hoy yo no estaría en su vida.No te voy a juzgar ni mucho menos pero gracias a tu rendición yo gané una victoria. Solo espero que un día te des cuenta de la oportunidad que no supiste aprovechar. De que perdiste a un chico extraordinario que tiene brillo propio y de que la mayoría de la culpa la tiene un señor llamado orgullo.
Un saludo,
Marsago
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El rincón de los gatos negros
القصة القصيرةMás de 30 relatos cortos esperan a ser leídos por un apasionado de la literatura y del arte de lo lúgubre. Cada una de las historias es distinta a la anterior. Amor, soledad, muerte y crueldad son muchas de las preocupaciones del ser humano que se e...