Big Bad Wolf (NARUHINA)

Capítulo 8

Los aplausos se escucharon por todo el salón y al acabar dieron paso a los murmullos indiscretos de los invitados. Un mesero se acercó a la pareja y los guio hasta una mesa en una sección privada, les sirvió de una botella de champán para luego retirarse.

Por esto es que odio los eventos sociales -comentó Hinata, señalando al mar de gente que parecía una convención de viejas chismosas. Bebió su copa de champán de un sorbo.

- Yo también opino lo mismo, pero nos vemos obligados a estar aquí -respondió Naruto, encogiéndose de hombros.

Un mesero se acercó a la mesa y llamó la atención de ambos.

- Señorita Hinata, su padre solicita verla.

Ambos se levantaron de la mesa, pero el mesero lo interrumpió.

- Solo a usted, señorita -miró mal a Naruto.

Naruto miró furioso al mesero, pero Hinata se acercó a él y tomó su rostro. Le dio un beso, se separaron y juntaron las frentes.

- No te preocupes, solo quédate cerca.

La azabache siguió al mesero y, discretamente, Naruto los siguió a ellos. No pasó mucho hasta que llegaron a un despacho privado. El mesero tocó y dejó sola a Hinata, que sin esperar la autorización para entrar, se adentró en la habitación.

Encontró a Hiashi detrás de un escritorio, dándole la espalda a ella.

-  Ya estoy aquí, así que dime qué quieres.

- Tan imprudente y vulgar como siempre, Hinata -se dio la vuelta y la miró con enojo.

- Nunca te importé, así que no vengas con eso. Tú no me conoces.

Hiashi bufó molesto.

- Una mocosa rebelde y malcriada como tú, ¿qué sabe de eso? Para tu información, esta noche tenía planeado presentarte a un gran hombre para que te casaras, pero vienes colgada del brazo de ese don nadie. El pulso se le aceleró a Hinata.

- Tú cállate, que yo no soy estúpida para tragarme el cuento de tu preocupación. ¿Crees que no sé que quieres utilizarnos a Hanabi y a mí como trozos de carne que venderás al mejor postor?

Hiashi molesto levantó la mano para golpear a Hinata, pero ella no se lo permitió. Tomó con fuerza la mano de su padre y la estampó en el escritorio, haciendo que la habitación se llenara del sonido seco del golpe.

- No soy la niña de antes, Hiashi, esa que golpeabas porque a tu amante se le daba la gana. Ten en cuenta que tengo más dinero y poder del que podrías calcular y si te metes conmigo no saldrás ganando.

Soltó a Hiashi y, como toda una dama, se dirigió a la salida. Antes de salir por la puerta, le dirigió unas palabras a su padre

_ Y para tu información, Naruto no es un don nadie, es un excelente abogado y mi novio _

No tienes idea de lo excitado que estoy en este momento -escuchó la voz de Naruto.

Hinata abrió los ojos y se encontró con la azul y profunda mirada de Naruto. Luego se fijó en su rostro, que tenía un leve sonrojo, y por último dirigió su mirada a sus pantalones. En verdad estaba excitado.

-Escuchaste lo que dije, ¿no es así? -preguntó Hinata, alzando una ceja.

-  Puede que sí, pero... -se acercó a Hinata y la abrazó muy fuerte - En este momento sé que lo que necesitas es un fuerte abrazo y no a un idiota excitado. Ella correspondió el abrazo y apretó con fuerza a Naruto, mientras unas traicioneras lágrimas se le escapaban.