Capitulo 22

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Pasaron las horas y Hiashi no se movió del lugar. Esperaba impaciente la llegada del abogado que había contratado para sacarla de allí. Había pagado una fortuna por sus servicios y esperaba que fuera eficiente y discreto. No quería que nadie supiera que él estaba involucrado en ese asunto.

Finalmente, al amanecer, el abogado llegó a la comisaría. Era un hombre de mediana edad, con traje y maletín. Se acercó a Hiashi y le dijo:

- Buenos días, señor Hyuga. Soy el abogado que ha contratado. Mi nombre es Danzō Shimura.

- ¿Qué ha tardado tanto? - Le reprochó Hiashi, impaciente.

- Lo siento, señor Hyuga, pero tuve que hacer algunos trámites antes de venir - Le explicó Danzō, con calma.

- No me importan los trámites. Lo que me importa es sacar a mi prometida de aquí - Le dijo Hiashi, molesto.

- Entiendo, señor Hyuga. Pero antes de eso, necesito hablar con ella - Le dijo Danzō, con seriedad.

- ¿Para qué? - Preguntó Hiashi, desconfiado.

- Para conocer su versión de los hechos y preparar su defensa - Le dijo Danzō, con lógica.

- Su versión es la misma que la mía. Ella es inocente  - Le dijo Hiashi, con arrogancia.

- No es suficiente, señor Hyuga. Ella está acusada de un delito muy grave y necesita un abogado que la represente - Le dijo Danzō, con firmeza.

- Usted no la representa a ella. Usted me representa a mí - Le dijo Hiashi, con autoridad.

- No exactamente, señor Hyuga. Usted me ha contratado para defender a su prometida, no para defenderlo a usted - Le dijo Danzō, con claridad.

- ¿Qué quiere decir con eso? - Preguntó Hiashi, confundido.

-  Quiero decir que mi deber es velar por los intereses de mi cliente, que en este caso es su prometida - Le dijo Danzō, con profesionalidad.

- Los intereses de mi prometida son los mismos que los míos - Le dijo Hiashi, obstinado.

- Eso habrá que verlo, señor Hyuga. Ahora, si me disculpa, voy a hablar con ella - Le dijo Danzō, cortésmente.

Danzō se dirigió a la sala de interrogatorios, donde estaba Yukine. Hiashi lo siguió con la mirada y sintió un nudo en el estómago. No le gustaba nada ese abogado. Le parecía demasiado inteligente y astuto. Temía que le hiciera alguna pregunta incómoda o le ofreciera algún trato que pusiera en peligro sus planes.

Hiashi se quedó esperando fuera de la sala, nervioso e impotente. Veía cómo Danzō hablaba con Yukine, pero no podía oír lo que decían. Veía cómo Yukine lloraba y se tapaba la cara con las manos. Veía cómo Danzō le mostraba unos papeles y le hacía firmar algo. Veía cómo Yukine asentía con la cabeza y se dejaba esposar por los policías.

Danzō salió de la sala y se acercó a Hiashi. Tenía el rostro pálido y el sudor le perlaba la frente. Parecía nervioso y asustado.

- ¿Qué ha pasado? ¿Qué ha dicho? ¿Qué ha firmado? - Le preguntó Hiashi, ansioso.

- Lo siento, señor Hyuga, pero tengo malas noticias - Le dijo Danzō, con pesar.

- ¿Qué? ¿Qué noticias? - Preguntó Hiashi, alarmado.

- Su prometida ha aceptado el trato de la fiscalía - Le dijo Danzō, con dificultad. -  Y  usted es su cómplice - Le dijo Danzō.

- ¿Qué? ¿Qué cómplice? ¿Qué estás diciendo? - Preguntó Hiashi, desconcertado.

- Estoy diciendo que su prometida ha confesado que usted es el cabecilla de una red de narcotráfico y que ella era una rehén de usted - Le dijo Danzō, con firmeza.

Big Bad Wolf (NARUHINA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora