Una tormenta caía sobre la cuidad y en la mansión Hyuga se estaba viviendo una desgracia. Hiashi regresaba de su trabajo y al no ver a su mujer le importó muy poco. Subió a su habitación. Ya hacía más de tres meses había dejado a su esposa, pero él aún vivía en la casa. Sus hijas aún debían estar en la escuela. Pasó por la habitación de su esposa y por primera vez en tanto tiempo se decidió a entrar. La imagen frente a él le destrozó el corazón.
Hana, su esposa con quien había vivido tantas cosas, estaba recostada sobre su cama con las sábanas manchadas de sangre y apenas podía respirar.
Hiashi corrió y la tomó entre sus brazos.
- ¿¡HANA!? - gritó intentando que abriera los ojos y poderle preguntar quién le había hecho esto.
- ¿Hi...Hiashi? - con las pocas fuerzas que le quedaban, Hana acarició el rostro del hombre que amó. - Gracias al cielo no fueron las niñas quienes me encontraron. - Volvió a toser violentamente un poco de sangre.
-¿Hana, qué pasó? ¿Quién te hizo esto? - Hiashi por primera vez en su vida sintió miedo. Ver a su esposa en esa situación le hizo entender que aún la amaba, que su matrimonio solo había caído en la monotonía y la rutina, y él en vez de luchar por su matrimonio lo dejó a un lado y ahora estaba a punto de perder a la madre de sus hijas.
- Na...nadie- jadeó - mi enfermedad avanzó demasiado- Hiashi se sorprendió al escuchar eso.
-¿Desde cuándo? ¿Por qué no me lo dijiste? - Hana le sonrió y Hiashi sintió como sus mejillas se humedecían.
- Tú eras feliz...- Hana volvió a toser más sangre - No... No... quería quitarte eso. - Hiashi no podía sentirse más miserable. Hana tomó el rostro de Hiashi con ambas manos.
- Cuida... a... las niñas- volvió a toser - enséñales... a cuidarse entre ellas... míralas crecer... y... no dejes que caigan... en las... manos de... malos hombres... - Hana acercó su rostro al de Hiashi y pegó su frente junto a la de él. - Tienes que llevar a las niñas al altar.
Hiashi comenzó a ahogarse con las lágrimas que salían.
- Te... amo... lamento haber sido una molestia...- con sus últimas fuerzas, Hana logró besar a Hiashi y cerró los ojos para siempre.
- ¿¡HANA!?- la sacudió en un intento desesperado de que abriera los ojos. - ¡HANA! No me hagas esto, perdóname, sé que hice mal pero no me hagas esto, no me dejes solo, las niñas te necesitan, yo te necesito... Perdóname...
- ¡HANA! - Hiashi gritó desesperado, miró a su alrededor. Estaba en su habitación y a su lado estaba su prometida muy molesta. - Otra vez tuve esa pesadilla... no... otra vez recordé el día que te perdí, Hana.
Se levantó y miró la cara de desaprobación de su prometida.
- No lo puedo creer, otra vez gritando el nombre de esa muerta. - Su voz sonaba molesta pero más molesto estaba Hiashi al oír lo que había dicho su prometida, así que la tomó por el cuello y la empezó a asfixiar.
- A mi mujer la respetas, recuerda que lo nuestro solo es por conveniencia. - Hiashi la soltó y salió de la cama. Hoy sería una horrible mañana para él.
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Naruto estaba nervioso. Estaban en campo abierto, cualquiera podría atacar aunque tenían un ejército de guardaespaldas. Hacía una semana les habían dado el alta a Hinata y Neji.
Estaban en el cementerio. Hoy se conmemoraba el aniversario de la muerte de la madre de Hinata y ella había insistido en ir a orar y dijo que quería que Naruto la acompañara.
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Big Bad Wolf (NARUHINA)
FanfictionNaruto es un joven abogado extremadamente apuesto conocido con el apodo de kyuby lo que muchos no saben es que es apodado así porque es una bestia en la cama pero no en el buen sentido pues las mujeres que están con el no soportan más de diez minuto...