Big Bad Wolf (NARUHINA)

Capítulo 17

El sol aún no había salido y hacía un poco de frío en el auto. Naruto y Hinata iban abrazados, disfrutando de su momento juntos antes de separarse por miles de kilómetros. La llegada al aeropuerto fue dura para Naruto, pero si deseaba poner a salvo a su familia, debía hacerlo.

-  Llámame apenas llegues a Londres. - Naruto acarició su vientre.

- No te preocupes, estaremos bien y tú ten cuidado con mi padre.

- Él no me hará nada. - La besó y miró cómo abordaba el avión.

Fue directamente a su oficina, necesitaba revisar la carpeta que le había dado Kakashi. Ahí estaba todo lo necesario para hundir a su odioso suegro.

Flashback

Habían llegado a la residencia Hatake. Todos estaban sentados en el living bebiendo un poco de ron.

- He investigado los movimientos de Hiashi por años. Él tiene cuentas pendientes conmigo, pero ha sabido ocultar bien su rastro hasta que cometió un error.

- ¿Qué te puede deber el suegro de Naruto? - Sasuke miró el rostro serio de su maestro.

- Él asesinó a uno de mis mejores amigos.

Tanto Naruto como Sasuke se atragantaron con el ron en sus bocas.

- ¿Han escuchado el nombre de Sarutobi Asuma?

- No. - Respondió Sasuke.

- Yo sí. - Naruto estaba serio.

- Bueno, no tendré problemas en contarles entonces. Hace algunos años, mi amigo inició una empresa con ayuda de una joven inversionista. Los terrenos en los que edificó su empresa son de mucho valor.

- ¿Quieres decir que lo mataron por sus tierras? - Sasuke parecía escéptico.

- No me refiero al valor de la tierra, me refiero al valor de la fachada que da. - Kakashi tomó una carpeta y sacó un documento.

- No entiendo. - Naruto estaba confundido.

- Piénsalo bien, un complejo de edificios grandes listos para montar una gran maquila de productos que puedes producir en masa. - Kakashi metió una gran cantidad de documentos en la carpeta.

- Es absurdo que lo mataran por eso. - Dijo Sasuke.

- Pensé que les había enseñado bien, piensen idiotas y unan las pistas.

- Venta de drogas. - Dijeron al unísono Naruto y Sasuke.

- Exactamente. Imaginen una inmensa fábrica de estupefacientes bajo las narices del gobierno. - Kakashi puso el expediente frente a ellos.

- Los terrenos fueron embargados de una manera muy dudosa gracias a una orden emitida por un juez y adivinen quién firmó.

- Hiashi Hyuga. - Dijo Naruto.

- Exactamente, tu suegro firmó ese documento. - Kakashi llenó su vaso con ron, les dio la espalda a Naruto y Sasuke y retiró su máscara y bebió todo de un trago para después acomodarse la máscara otra vez y se dio la vuelta.

- Asuma luchó mucho por esos terrenos y logró ganar con mucho esfuerzo. Era el patrimonio que le dejó a su hija y esposa. Esos hijos de puta pensaron que al asesinarlo sería muy fácil convencer a su esposa Kurenai de vender.

-Pero no contaban con que Asuma tenía una socia que tomaría las riendas de todo. - Dijo Naruto algo melancólico. - Hinata, al ser hija de su jefe, era intocable y por eso no han hecho ningún movimiento. - Naruto estaba muy molesto.

- Por eso Hiashi buscó otro método y qué mejor que casar a tu hija con el narcotraficante con el que está asociado. - Sasuke se miraba inquieto.

Fin del flashback

Naruto estacionó su auto y entró al edificio. Al llegar a su oficina, vio una taza de café servida y a Sasuke sentado en su sofá disfrutando de su café.

- Buenos días. - Naruto se metió detrás de su escritorio y miró a su amigo.

- Sé muy bien todo por lo que estás pasando y que nos estamos metiendo en la boca del lobo, dobe, así que concéntrate y metamos al imbécil de tu suegro a la cárcel. - Naruto sonrió. Su amigo podía ser frío y brusco, pero sabía animarlo a su manera.

- No sé cómo te soporta Sakura. - Naruto no quería verse débil.

- Solo mírame, soy una hermosura, ¿cómo no me va a querer? - Ambos comenzaron a reír.

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Hiashi estaba en su oficina firmando documentos hasta que recibió una llamada.

- Su hija ya está fuera del país, lord Hiashi, pero aún no sabemos a dónde fue.

- Bien, necesito que estén pendientes de ella. Tengo que deshacerme del bebé que lleva en el vientre lo antes posible.

Hiashi colgó su teléfono. No poseía mucho tiempo. Sus planes se veían seriamente afectados con la llegada de ese bebé y para colmo la llegada de Toneri se acercaba. Tenía que desaparecer al hombre que dormia junto a su hija, pero no podía hacerlo sin levantar sospechas ya que si le hacía algo al rubio él sería el sospechoso principal gracias a la posición y cargo que tiene. Así que era intocable para él en ese momento.

Sentía que le pisaban los talones y ya tenía la soga en el cuello. Su hija tenía dinero y por ende poder, pero para su mala suerte ella no era dócil con él. Su teléfono volvió a vibrar y esta vez no era su empleado.

- Buenos días, lord Hiashi. Soy Toneri. Espero verlo pronto y que todo esté listo para mi llegada.

- No se preocupe, no hay ningún inconveniente por mi parte. Espero que mi hija sea de su agrado.

- Espero con ansias conocerla. Según dicen, es una belleza.

-  Sí, ella heredó la belleza de su madre.

— Me alegro al escuchar eso, entonces nos vemos pronto. —Hiashi colgó. Sin duda el tiempo estaba en su contra y si no se apresuraba lo decapitarían.

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Hinata miraba los edificios pasar a través de la ventana del taxi. Estaba exhausta. Pasó doce horas metida en ese avión.

Ya había caído la noche y lo primero que hizo al llegar fue llamar a Naruto, que atendió de inmediato y le dijo que la extrañaba demasiado y que se masturbaría pensando en ella, cosa que le alegró el día. Por último le dijo cuánto la amaba y que se verían pronto.

Llegaron a un discreto edificio. Parecía muy antiguo. Con amabilidad, el conductor bajó las maletas y se despidió de Hinata.

La azabache buscó las llaves y entró a su departamento. Todo el edificio le pertenecía. Un olor a tabaco llenó su nariz y vio a la rubia que sostenía su cigarrillo mientras bebía un whisky y miraba la brisa caer.

- Llegas tarde, Hinata.

- ¿Puedes dejar eso? - Señaló el cigarrillo.

- Lo lamento, aún no me acostumbro a la idea de que estás esperando a un bebé. - Apagó el cigarrillo en el cenicero frente a ella.

- No te preocupes. - Hinata se puso cómoda y se sentó frente a ella.

- Tengo lo que me pediste. Al fin después de tantos años lo tengo. - La alegría inundó el rostro de ambas.

- Tengo las pruebas de que Hiashi mandó a matar a Sarutobi Asuma. - Hinata no aguantó la emoción y abrazó a la otra mujer.

- Al fin, Shion, después de tanto tiempo podremos hacer justicia.

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Continuara...

En el siguiente capítulo sabrán que esta pasando. Chao

Pd: perdonen los errores.

Pd2: ya estoy al día, lo siguiente es totalmente nuevo