Capítulo 12.

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-¡¿PERDÓN?!- Me volteé bruscamente para volver a mirarlo. -¿Te importo yo?, o mejor, ¿Qué quieres de mi?.- Cuestioné a Austin de mala gana.

-Cálmate bebé...

-No me digas bebé.- Lo interrumpí, refiriéndome con cierto desagrado. 

-Lo siento, ____, el caso, que que quiero de ti?, una oportunidad, obvio me importas ____.- Respondió. Ya no se le notaba lo borracho, sus palabras sonaban como si estuviera en sus cinco sentidos, pero todavía tenía un poco de "tufo".

 -¡Por favor Austin!, seamos realistas si? Nos acabamos de conocer, como para importarte, y conmigo no cuentes para oportunidades.- De mi voz todavía salía ese sentimiento de rencor.

-Por eso, te quiero conocer, y puede que sí, suene muy rápido para que me importes, pero no sé que tienes, que me hace sentir cierta preocupación hacia ti.- En su cara vi reflejada tristeza, pero no entendía por qué, estaba totalmente en mi zona de confort, no creía importarle en algún aspecto a Austin, quizá para tener sexo y listo.

-Se te nota el interés, que se presenta a oportunidad con otra y no la desaprovechas eh?- Dije con ironía, y sonreí con la misma intención, irónicamente. - Sabes? Pierdo el tiempo hablando con personas como tú.- Lo fulminé con la mirada, y me volteé para seguir mi camino.

-Espera.- Me dijo él, pero no me detuve, no quería alargar la conversación, ya quería olvidarme de lo que pasó y seguir como si nada hubiera pasado.

Pero él no se detuvo y me siguió. Traté de caminar más rápido pero el me alcanzó. No hizo intento de detenerme, pero si habló mientras caminaba agitado.

-No hagas verme como si fuera una mala persona, lo que viste, fue algo de tragos, no es nada serio, listo, me equivoqué, pero yo si estoy dispuesto a conocerte y llegar a algo más que amigos.- Oí la voz agitada, y los pasos rápidos detrás de mi, a distancia considerada. Lo ignoré. -____, por favor no seas tan dura conmigo.- Sintió la indiferencia.

Intentaba buscar con la mirada el parqueadero en donde Justin había dejado el auto. No sabía como manejar, pero, las ganas de llegar a casa me ganaban a intentar manejar. Mis pasos pararon cuando vi las luces prendidas del lugar. Sin voltearme dije:

-No estoy siendo dura contigo. No tengo porque reclamarte, no somos nada, tú puedes hacer lo que se te venga en gana. Mejor hagamos como si nada de esto hubiera pasado, tu sigues con tu engreída vida, y yo sigo la mía ok? Fue un placer creer que podía pasar algo contigo, que todas tus me...

-_____, estás loca si piensas que voy a olvidarme de la forma en la que supe de tu existencia, y estás aún más loca si piensas que voy a dejarte ir así como así. Entiendo tu forma de pensar en estos momentos, pero yo no soy así.- Me cogió la mano, y yo la solté.

-Está bien, si  tu no lo harás, yo si estoy dispuesta a evitar futuros dolores.- Seguí caminando hacia el parqueadero.

-¡POR FAVOR _____ QUE TENGO QUE HACER PARA QUE ENTIENDAS MUJER!- Alzó la voz, hice una mueca y lo ignoré.

Llegamos al recinto.

-Buenas señorita, cual es su carro?-  Habló el celador. 

-Buenas un momento.- Busqué en mi cartera las llaves del carro, recuerdo que Justin me las dió entre la multitud de la disco. ¡BINGO! Pensé que se había perdido, al no encontrarlas entre tanto revoloteo. -Es placa VBAV30.- Él buscó el carro. Al encontrarlo me cedió el paso. Austin aún me seguía esperando respuesta alguna. Llegué hasta el carro con mucha preocupación, dudaba aprender a manejar en medio de intentos.

- No sabes manejar, verdad?.- Notó mi preocupación. Lo miré y negué con la cabeza. -Presta esas llaves.- Extendió la mano, lo miré dudando, pero era eso, o a terminar con mi vida y la vida del amor de Justin. Descargué las llaves en la palma de la mano de Austin. Quitó el seguro y nos montamos al carro. -Qué hará tu primo cuando se entere que su amado carro no está acá?- Me preguntó prendiendo los motores del carro. 

-Sabrá que me lo llevé al no notar mi presencia en la discoteca.- Respondí y emprendimos camino.

 Durante el camino no miré ni una vez a Austin , siempre mi mirada era concentrada en la ventana que estaba a mi lado. Ni siquiera cuando me pedía indicaciones para llegar a la casa lo miré, pero el si me miraba a mi, sentía su mirada en mi.

-¿La casa blanca de dos pisos que está en la esquina?- Supuso en que casa vivía. Y acertó lo cual me produjo miedo.

-Si...- Hice una mueca, y el avanzó hasta llegar hasta cierta casa. 

-¿Dejo el carro acá?.- Asentí y bajamos al mismo tiempo del carro. Lo aseguró y le recibí las llaves.

-Gracias, que tengas buena noche.- me despedí sin darle un abrazo o un beso.

-¿Me darás una oportunidad de conocerte?- Preguntó casi haciéndome una petición.

-El tiempo se encargará de eso.- Le dí la espalda, saqué las llaves de la casa, y abrí con mucha premura, entré dejando a Austin sólo, en la calle, como un perro abandonado.


×La Baila®iπa×  ( Austin Mahone & tú ) |1 Y 2 TEMPORADA.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora